Cecosesola: Construyendo aquí y ahora el mundo que queremos

En estas reflexiones permanentemente cuestionamos las estructuras jerárquicas tan arraigadas en el contexto de la cultura paternalista occidental. Además, propiciamos una perspectiva crítica sobre la tendencia tan marcada en nuestra cultura venezolana hacia el aprovechamiento individualista de cada oportunidad que se nos presenta. Estas reflexiones han ido facilitando el emerger de relaciones de confianza basadas en la responsabilidad, la equidad y la solidaridad mutua.

Coherentemente en el año 1976, asumimos, con amplio apoyo de la población, el transporte autobusero de la ciudad de Barquisimeto. Esto en respuesta a masivas manifestaciones en contra de intentos de duplicar el precio del pasaje. A los tres años éramos unos 300 trabajadores y operábamos con 132 autobuses. Terminó siendo esta una tremenda oportunidad para iniciar nuestra primera experiencia de una participación plena de los trabajadores y de la comunidad usuaria del servicio, acompañada de un proceso de ir desdibujando las relaciones jerárquicas.

El servicio cooperativo de transporte duró pocos años debido a que se convirtió en un poder de mucha relevancia en nuestra ciudad, creando profundos recelos en los sectores políticos. Así fue que, en el año 1980, el gobierno de turno incautó nuestros bienes en respuesta a nuestras masivas manifestaciones solicitando un subsidio con el fin de no aumentar el pasaje. Seguidamente procedió a duplicar el precio del pasaje y, en poco más de 4 meses de administración, permitió la destrucción del 70% de la flota autobusera. El resultado fueron pérdidas equivalentes a 30 veces nuestro capital y a los pocos años el ya inevitable cierre del servicio.

Insertos en una situación económica catastrófica, con deudas por el orden los 7 millones de dólares, el reto que enfrentamos en esa época fue el cómo darle continuidad al proceso que habíamos iniciado de compromiso social así como de transformación personal y organizacional.

Red de Ferias de Consumo Familiar:

Absolutamente sin recursos económicos, quitándoles los asientos a algunos de nuestros autobuses, iniciamos en el año 1984 unas ventas ambulantes de verduras y frutas en las mismas barriadas donde llegaban nuestras unidades de transporte. Y así, continuando con la participación plena de todos en un proceso basado en ir profundizando relaciones de responsabilidad, de equidad, de solidaridad mutua y por ende de confianza, poco a poco fuimos, no solo cancelando las deudas sino, además, construyendo la red de Ferias de Consumo Familiar.

Esta red actualmente atiende las necesidades de productos básicos de unas 150.000 familias con unas ventas anuales de 100 millones de dólares. Estas ventas generan un ahorro anual, a los que adquirimos nuestros alimentos básicos a través de ella, del orden de los 30 millones de dólares. En horas de mayor afluencia de personas, entre todos nuestros establecimientos ubicados en la ciudad de Barquisimeto y sus alrededores, funcionamos con más de 300 cajas abiertas simultáneamente.

Integrados a esta red se encuentran 15 organizaciones compuestas por más de 250 pequeñ@s agricult@res que planifican su producción para su venta en las ferias. El precio que reciben no es determinado por el mercado. Este es acordado consensualmente en reuniones conjuntas entre los asociados cooperativistas del campo y la ciudad con base a los costos de producción. No se negocia, sino que nos ponemos de acuerdo como una familia en la búsqueda de ir construyendo relaciones de equidad. Actualmente movilizamos en una semana más de 800 toneladas de verduras y frutas.

Igual relación se construye con los integrantes de 7 pequeñas unidades de producción comunitaria que abastecen a las ferias de pasta integral, afrecho, granola, miel, carne de soya, salsas, aliños, pulpa de frutas, vainilla y una variedad de artículos de limpieza.

Hacia nuestro auto financiamiento:

Si bien, recibimos un financiamiento considerable de parte del Estado para la adquisición de los buses, reflexiones posteriores nos fueron convenciendo de la importancia de, en lo posible, generar nuestros propios recursos. Esto no solo en busca de una mayor autonomía, sino valorizando el proceso educativo que se fortalece cuando nos esmeramos colectivamente sin depender de otros. De esta manera se profundiza la responsabilidad y se nutre la mística y la pasión.

Esto cobra aun mayor importancia en medio de una cultura venezolana basada en un rentismo petrolero que alimenta el facilismo, el hacerse rico a través del mínimo esfuerzo.

Es así que a comienzos de los años noventa decidimos no solicitar más financiamiento externo así como devolverle al Estado unos fondos recibidos para apuntalar nuestras actividades productivas. Además asumimos el reto de cancelar con base a nuestro propio esfuerzo la inmensa deuda dejada por el servicio de transporte.

Esto motivó la creación de nuestro propio fondo de financiamiento con el aporte de las diferentes organizaciones integradas. El cual viene funcionando exitosamente desde hace 25 años financiando insumos y maquinarias agrícolas, vehículos, construcción de locales, y capital de trabajo. Hasta la fecha todos los créditos otorgados se han recuperado con muy pocos atrasos.

Nuestra red de salud:

En coherencia con el criterio de resolver hasta donde sea posible nuestras necesidades con esfuerzo propio, en el año 2002 nos planteamos auto financiar la construcción de nuestro propio hospital cooperativo valorizado en 3 millones de dólares. Ya desde 10 años atrás veníamos estableciendo pequeños consultorios médicos en algunas de las cooperativas que conforman nuestra red y el hospital cooperativo se perfilaba como una necesidad comunitaria muy sentida. No teníamos los recursos pero si la confianza que irían apareciendo cuando fuesen necesarios.

Terminamos la obra sin ninguna interrupción fruto de un esfuerzo colectivo lleno de mística y pasión Entre numerosas actividades, vendimos en las ferias bebidas preparadas, efectuamos ventas improvisadas de ropa entre los trabajadores, traspasamos excedentes producidos por algunas de nuestras actividades, recibimos colaboraciones espontaneas de parte de los que utilizamos los servicios cooperativos y finalmente, ya para terminar la obra, se traspasaron a Cecosesola los depósitos bancarios sobrantes pertenecientes a las organizaciones de la red.

Adicional al hospital cooperativo, actualmente operan cinco consultorios cooperativos ubicados en los sectores populares de la ciudad y gestionados por cooperativas de la red. Entre todas y todos intentamos ir construyendo una convivencia armónica entre los diferentes enfoques de abordar la salud. Atendemos a más de 220.000 pacientes al año y contamos con dos quirófanos y 20 camas de hospitalización. Los precios de nuestros servicios de salud oscilan entre 40 y 50% por debajo de los vigentes en clínicas privadas.

Nuestro Servicio Funerario:

Ha continuado con un ritmo ininterrumpido por más de 50 años. Actualmente unas 19.000 familias tenemos garantizado este servicio, para hasta 9 de nuestros familiares cercanos, cancelando un módico aporte de $0,80 semanal. Los servicios a particulares se facturan 40% por debajo de los precios del mercado.

Descubriendo una manera de gestión colectiva novedosa:

En estos momentos conformamos la red Cecosesola más de 40 organizaciones comunitarias así como las instancias de salud, ferias, funeraria y financiamiento del propio organismo de integración. En total somos más de 1300 trabajador@s asociad@s que nos encontramos insertos en un proceso auto organizativo. No existe una estructura organizativa previamente definida sino que la organización va emergiendo. No tenemos ninguna estructura jerárquica ni líneas de mando. No existen órganos directivos ni cargos de supervisión. Existe una rotación permanente de tareas y trabajamos en equipo. Nuestra única estructura organizativa la constituyen nuestras reuniones. Cada actividad u organización efectúa por lo menos una reunión semanal abierta a toda y todos y además se efectúan unas 300 reuniones conjuntas al año entre todas las personas que integramos la red. Por supuesto, no todas participamos al mismo tiempo, sino que vamos rotando en ellas de manera que las informaciones van fluyendo de reunión a reunión. El número de participantes por evento puede variar entre 15 a 200 personas.

Más que reuniones se trata de encuentros familiares donde, si bien se toman decisiones, una de sus razones fundamentales es el ir consensuando los criterios colectivos que son la base para la toma de decisiones cotidianas. Estos criterios, flexibles y cambiantes, se consensuan con base en nuestros fundamentos éticos de responsabilidad, equidad y solidaridad mutua, en fin en el respeto al otro, la otra y lo otro.

De esta manera cualquiera persona o reunión tiene la posibilidad de tomar una decisión consensual con base a estos criterios. Por lo tanto ninguna reunión se encuentra por encima de otra y cualquier decisión se puede modificar si alguien considera que esta desconoce nuestros criterios y fundamentos. Claro está, se establecen responsabilidades sobre las consecuencias de las decisiones tomadas, especialmente cuando fueron basadas más bien en criterios personales.

El otro elemento fundamental de nuestras reuniones o encuentros es el ir propiciando un proceso de transformación cultural a través de la permanente reflexión personal y colectiva sobre nuestras actitudes y comportamiento en el quehacer diario. Se trata de ir construyendo relaciones éticas de responsabilidad, equidad y solidaridad mutua, trascendiendo nuestra versión tropicalizada de la cultura occidental que se manifiesta, entre otras variantes, en relaciones de aprovechamiento individualista, sin hacernos responsables de las consecuencias de nuestro accionar.

De manera que simultáneamente somos servicios comunitarios, somos organización y somos proceso. Como servicios comunitarios estamos en el compromiso de una “ética humanizadora”, de intentar siempre de dar lo mejor de nosotros, como organización somos una Cecosesola que permanentemente propicia la auto organización con base a una participación abierta a toda persona u organización comunitaria que se quiera ir incorporando, mientras que como proceso de transformación somos una aventura en la cual a diario descubrimos y damos nuevos pasos para ir construyendo aquí y ahora el mundo que queremos.

Los retos que nos plantea la Venezuela de hoy:

Es de destacar el momento tan grave de deterioro económico y social que vivimos en nuestro país, con una drástica escasez de casi todo incluyendo alimentos y medicinas y con una hiperinflación que ha llegado a superar el 80% mensual. Sin embargo, creemos que nuestra experiencia de vida nos ha bien preparado para enfrentar este nuevo reto.

*Si quieres profundizar tu conocimiento de lo que es Cecosesola de Venezuela, te recomendamos estos 4 programas de radio que hablan de sus experiencias:

https://audiomack.com/song/losmuros/chuyma-2016-cecosesola-venezuela-1

https://audiomack.com/song/losmuros/chuyma-2016-cecosesola-venezuela-2

https://audiomack.com/song/losmuros/chuyma-2016-cecosesola-venezuela-3

https://audiomack.com/song/losmuros/chuyma-2016-cecosesola-venezuela-4