CONFIGURAR ESTE TIEMPO PEDAGÓGICO: CONTEXTOS EDUCATIVOS ESCOLARIZADOS Y CRISIS SANITARIA Capítulo 1 del Cuaderno de Conversaciones #8 “CRIANZAS EDUCATIVAS EXPERIENCIAS DE LA RED DE LA DIVERSIDAD DESDE LOS TERRITORIOS”

El presente capítulo fue elaborado en base a una serie de conversaciones realizadas en el programa “El Hueco en el Muro”, de nuestra red de radios, en torno al contexto educativo a partir de la crisis sanitaria. Por tanto, expresa una serie de conversaciones con personas que no son parte de nuestra Red, pero que...

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LA VIGORIZACIÓN DE LA COMUNIDAD: ESTRATEGIAS EDUCATIVAS, COMUNICATIVAS Y CULTURALES : MARIO RODRÍGUEZ IBÁÑEZ

Por: Mario Rodríguez Ibáñez

Hace ya algunos años, con un equipo de trabajo con el cuál estábamos realizando una investigación sobre la situación de las niñas en la escuela y en la atención del sistema de salud en seis provincias rurales del departamento de La Paz en Bolivia, poblaciones mayoritariamente aymaras, hicimos una encuesta donde se preguntaba, entre otras cosas, sobre qué integrante de su familia necesitaba más atención en salud. Una de las respuestas más reiteradas fue la del “ganado”.

En otra ocasión, con un amigo, andábamos buscando un pedazo de tierra para poder tener un espacio de vida en las orillas de ese maravilloso lago que es el Titikaka. Encontramos la posibilidad en una comunidad llamada Toke Pokuro, en pleno lago mayor, fuera de los circuitos turísticos. Para ello, ya que en la comunidad estaba prohibido el mercado de tierras, una familia nos tuvo que adoptar como parte de ella y así accedimos a cuarta hectárea de terreno. Cuando realizábamos, con nuestras familias incluidas, el ritual de ch’alla[1] del terreno, apareció un anciano de la comunidad, con toda su sabiduría a cuestas, se aproximó a compartir el ritual con nosotros y nos dijo que el Tata tendría compañía y que esto estaba bien, que debíamos cuidar esa zona y ser respetuosos con él. El Tata es una piedra, mejor dicho, una roca grande, en plena orilla del lago Titikaka, muy próximo al terreno que nos concedieron; un lugar cargado de energía donde se desarrollan algunos rituales tradicionales andinos muy importantes para la regeneración de la comunidad.

Podría seguir con decenas de ejemplos vivenciales, pero lo importante es hacer visible dos elementos claves para comprender la vivencia comunitaria de los pueblos ancestrales de nuestro continente. Por un lado, su carácter relacional que va más allá de los vínculos entre humanos, ampliando sus relaciones con todo aquello que es parte de la regeneración de la vida en común. Por eso el ganado puede ser parte de la familia, que es lo común más próximo; así también una roca ritual y energética también hace parte del común ampliado en un territorio local. Son las múltiples relaciones de convivencia las que van configurando lo común compartido, y van diseñando la gestión de esas relaciones en un territorio determinado. Esas relaciones son relaciones intersubjetivas, configuran maneras de estar, de convivir, de constituir sujetos. Por eso no sólo los humanos y humanas son personas, sino también el ganado, los animales, el lago, las rocas, los vientos. Todos y todas son personas en las culturas ancestrales indígenas, por ello también son sexuados. Sólo en una comunidad ribereña del lago Titikaka identificamos 14 formas de nominar el agua, dependiendo de su forma y estado, como personas masculinas o femeninas, según el caso, pero todas ellas con cargas filiales y de comunidad: mamá (por ejemplo, el gran lago Titikaka es la gran Mama Lago o Jach’a Mamaquta). Así también, según sea río caudaloso, riachuelo, arroyo, lluvia, granizo, garúa, etc., el agua se nomina como tía, tío, suegra, nuera, primo, hermana, etc.

Si el primer elemento de configuración de lo común son las múltiples relaciones que hacen a nuestras convivencias y de las que dependemos para regenerar nuestra vida material, social y afectiva. La segunda es la gestión corresponsable de lo común. Por ello, nos tocaba hacerle compañía al Tata, cuidarlo y mantener una relación de respeto, así también él cumpliría con su parte de cuidado a la comunidad. Es decir, se nos encargaba una tarea importante para la regeneración de la vida equilibrada de la comunidad.

Como punto de partida de la vida en las culturas indígenas está la convivencia, el campo compartido, por ello el sujeto no puede ser comprendido sino desde el estar, y se está en comunidad. Como lo aprendí en la vida diaria de las conversaciones con mis vecinos de niños, lo que es ch’ulla (no par, lo incompleto), no regenera la vida, por ello hay que completarlo, hay que hacer que la unidad básica sea el dos y no el uno (por ello en Bolivia, en las ciudades más andinas, hasta las cervezas se piden de dos en dos y se beben en comunidad). La comunidad está en el centro de la reproducción de la vida y por ello hablamos de estrategias de comunalización que gestionan justamente lo común desde modos de vida capaces de convivir con el mundo contemporáneo moderno y con las lógicas del capital, pero al mismo tiempo que visibilizan y fortalecen otros modos de convivir que incuban y germinan alternativas a lo dominante.

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En el presente artículo, de manera muy breve situaré dos condiciones, seis pasos y una conclusión con cuatro movimientos. Todo como trazo de brocha gorda, para comprender la relación entre educación – comunicación – cultura en procesos de vigorización de lo comunitario de manera que se afecten las relaciones de poder.

1.DOS CONDICIONES INICIALES

1.1.Partir de lo existente

No es posible generar una estrategia de comunalización que no parta de lo existente, de lo que habita de comunidad en nuestras vidas. Por el ello no hablamos de futuro deseado a ser alcanzado, sino de experiencias y vivencias a ser vigorizadas.

Lo existente tiene al menos tres características que quiero destacar ahora, porque me serán útiles para que se comprenda, en un artículo tan breve, los sentidos de esta estrategia de comunalización:

a)            Es un mundo abigarrado

Entendemos por abigarrado un campo cultural diverso y complejo, donde existen espacios de continuidad de las matrices y singularidades de cada cultura que compone ese espectro diverso, pero donde también hay espacios para la convivencia de las diferentes matrices culturales que se van complementado, a veces tensamente y otras amistosa y amorosamente, en complementariedad; e incluso hay espacios para el brote de lo inédito, de lo nuevo desde lo existente. Es decir, lo abigarrado hace referencia a una trama multicolor y en movimiento donde se entremezclan las diferentes singularidades culturales, pero al mismo tiempo se mantienen esas mismas singularidades vivas y en movimientos de transformación sin que por ello desaparezcan las mismas. Se trata del reconocimiento de las vidas personales y colectivas como un continuo movimiento de intercambios y convivencias, pero en los que las singularidades no desaparecen, pero tampoco se quedan quietas momificadas, sino que están en un proceso permanente de transformaciones. Por ello, la configuración de lo comunitario a partir de las matrices culturales indígenas originarias, solo puede observarse en el mundo contemporáneo de forma de vital, capaz de traer al mundo presente su memoria ancestral, y por ello también es existente en el mundo urbano, desde esa nueva contextualidad.

b)           Es un mundo de asimetrías entre diversos

Las matrices culturales singulares que conforman nuestra realidad abigarrada no se encuentran y conviven en condiciones equitativas, sino están cruzadas por relaciones de poder que escenifican trayectorias asimétricas de relaciones. Los horizontes civilizatorios portados por la modernidad occidental, con sus nociones y prácticas de desarrollo, progreso, ciencia, conocimiento, política, economía, estética, ética, etc., son las dominantes y conforman el repertorio de éxito que inundan nuestras subjetividades y sentidos de vida. Los modos de vida portados por otros horizontes como los indígenas y populares, si bien suelen ser fundamentales para la regeneración de la vida cotidiana y los lazos de comunidad, por tanto, muy presentes en la vida de las personas, incluso en ámbitos urbanos, en la estructura de validación social suelen ser colocados como secundarios y subordinados. Eso hace que mucho de lo que se porta como otros modos de vida, diferentes a los dominantes y hegemónicos, terminen en un proceso de folklorización, vaciándose en contenido y sentidos de vida.

Detrás de esa asimetría están relaciones de poder que reproducen las lógicas de dominación. Y éstas van en sentido contrario de la vivencia comunitaria, buscan constituir el individuo como sujeto de la sociedad, desmontando y erosionando las experiencias de convivencia y cuidado corresponsable de lo común. Por ello vigorizar los procesos de comunalización, tiene que ver con una estrategia ética y política para comprender la vida desde otros sentidos y horizontes, más relacionales y equilibrados no sólo entre seres humanos, sino también de éstos con sus entornos naturales, ancestrales y sagrados.

c)            Lo existente es contradictorio

Las experiencias, vivencias y sentidos de vida que portan los sujetos populares, en nuestro caso con fuerte presencia de su pertenencia cultural indígena, son contradictorias. Por un lado, están habitadas e influenciadas por los procesos de dominación, es decir que expresan pensamientos y prácticas en el horizonte y las nociones validadas desde la modernidad occidental, el capitalismo contemporáneo y la configuración cultural señorial colonial y patriarcal que fue conformando nuestro día a día desde las élites dominantes de nuestros países, y que contagiaron al conjunto de las capas sociales. Y al mismo tiempo, por otro lado, se mantienen, en muchos casos vigorosamente, otras prácticas y pensamientos que hacen a otros modos de vida que reorganizan un nos-otros/as colectivo más comunitario y con otros sentidos de vida, provenientes justamente de unas prácticas propias cargadas de ancestralidades indígenas (en otros casos también africanas), con un profundo arraigo popular.

NILO SORUCO: EL CANTOR DEL PUEBLO (POSIBLEMENTE LA ÚTIMA ENTREVISTA QUE DIO, EL AÑO 2002, ANTES DE PARTIR)

Por: Mario Rodríguez Ibáñez

Era el año 2.002, ese año arrancamos con las emisiones de radio Wayna Tambo. Era una gran emoción tener nuestro medio propio saliendo al aire. Ese mismo año, unos meses después del arranque de radio Wayna Tambo realizamos uno de nuestros famosos y hermosos Festivales del Eterno Invierno Alteño. Esa versión decidimos organizarla y realizarla en el campo ferial de nuestra ciudad, en plena Ceja, fueron 3 días intensos, llenos de actividades con más de 60 espectáculos.

En cada versión de nuestro festival realizábamos homenajes a gente destacada que nos esté dejando un legado cultural que queríamos se quede en nuestras vidas, incorporando esa herencia a nuestro trabajo y de la población alteña. Ese año decidimos homenajear a los Ayllus de Coroma por su defensa de sus textiles, de las almas de ese territorio ancestral. Junto a la delegación de Coroma, también decidimos realizar un homenaje al gran compositor y músico chapaco Nilo Soruco.

Nilo, el cantor del pueblo, ya estaba bastante delicado de salud, llegó unos días a La Paz para una internación y unos estudios médicos, decidimos hacerle una entrevista para proyectarla en pleno homenaje en el festival. Esta entrevista es posiblemente la última que dio Nilo, lo hizo para el festival, para Wayna Tambo, para El Alto. Ya en pleno homenaje, su hija Zemlya nos acompañó en su representación y proyectamos esta emotiva nota que a muchas personas nos arrancó más de una lágrima de profundo sentimiento y de estar aprendiendo un legado de compromiso para siempre. Poco después, el año 2.004, Nilo se fue sin irse…. Aquí recordamos esas sus palabras llenas de sabiduría, disfrútenlo.

Este gran músico popular tarijeño nacido en 1.927 y fallecido el año 2.004, es sin duda uno de los más prolijos compositores y una voz que expresa la música popular y campesina del valle central de Tarija y de las luchas del pueblo boliviano. El gran poeta tarijeño Oscar Alfaro lo incorporó a la militancia comunista tempranamente. Nilo fue maestro de profesión, músico de gusto y militante de convicción.

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ISLA PARITI Y BAHÍA DE COHANA: ENTRE LOS DESECHOS URBANOS Y LA ANCESTRALIDAD FECUNDA DE VIDA

Por: Mario Rodríguez Ibáñez

Por aquí se llega a la Bahía de Cohana en el lago menor o Wiñay Marka de nuestra Qutamama, el lago Titikaka. Por este camino también llegamos a la isla de Pariti, uno de los lugares más llenos de historias ancestrales.

Antes de pasar a la isla de Pariti tenemos que llegar a Quehuaya y encontrarnos las construcciones líticas que fueron levantadas entre los años 1000 a 1470 de nuestra era de los asentamientos culturales de los Señoríos Aymaras, se trata de chullpares o enterratorios arqueológicos de Quehuaya, conocidos también como “kalautas” o casas de piedra. En esta zona existen al menos 297 estructuras de piedra entre chullpas y estructuras habitacionales arqueológicas que fueron erigidas en medio de terrazas de cultivo a orillas del lago sagrado, en una superficie aproximada de más de un kilómetro cuadrado, considerado el sitio arqueológico más grande del Periodo Intermedio Tardío que se desarrolló después de la civilización de Tiwanaku.

Muy cerca de la memoria de piedra, tan llena de historia que todavía desconocemos, nos esperan los botes que nos llevarán por un pasaje de totoras hasta la isla Pariti. Los totorales han llenado el espacio donde antes había lago azul y cristalino, señal de que el nivel de las aguas ha descendido aceleradamente los últimos años. Estos canales de totora también nos hablan de la contaminación y también de cómo el lago se defiende tratando de filtrar de manera natural la podredumbre que enviamos desde las ciudades y centros poblados aledaños.

La bahía de Cohana es donde desembocan los ríos Seke y Seco para conformar el río Pallina, que al ingresar a la bahía se convierte en el río Katari. Durante los últimos 30 años, esta cuenca lacustre recibe el arrastre de desechos sólidos generados en las ciudades de El Alto, Viacha y Laja, lo que contamina las aguas de la bahía y afecta a más de 10.000 habitantes de esa región a orillas del lago Titikaka. Nuestras alcantarillas desembocan aquí arrastrando contaminación proveniente de nuestros sobreconsumos urbanos, de los residuos mineros de la cordillera y, OJO con esto, crecientemente del uso exagerado de antibióticos tanto en la ganadería lechera como en el consumo humano. Estos totorales son expresión de esa contaminación y de la crisis climática que está amenazando la existencia de Wiñay Marka o pueblo eterno, es decir del lago menor de nuestra Qutatmama, el Titikaka. De las aguas del lago Titikaka y su evaporación depende un vasto territorio del altiplano boliviano y el sur peruano, se calcula que unos tres millones de personas dependemos de éstas aguas que estamos matando. Estos totorales y las aguas del Titikaka nos hablan de nuestra responsabilidad, de que algo tenemos que hacer y pronto. Es un llamado urgente a la acción de cada persona, de las autoridades de gobiernos en diferentes escalas, pero fundamentalmente es una convocatoria a reconectar de manera equilibrada y respetuosa con la naturaleza.

Tal vez para reconstituir unos modos de vida en comunidad con todas las personas, no solo humanas, sino también con las aguas, los animales, las plantas, los vientos, el cosmos, los ancestros y lo sagrado, necesitamos afinar nuestros oídos, agudizar la vista, sensibilizar el tacto, reabrir la piel a los sentires profundos para escuchar las voces que emanan de nuestra memoria, como la que se conserva en el museo de la isla de Pariti.

En Pariti se encontró una gran riqueza arqueológica que data del año 900 a 1050, parte de la cultura Tiwanaku. La finísima cerámica tiene figuras de animales selváticos como tigres, monos, etc.; algo que hace pensar que este sitio era un centro ceremonial al que acudían los originarios venidos desde otros pueblos ubicados más allá de Los Andes. Se trata de una ofrenda descubierta el año 2004 con más de 400 ceramios de exquisita factura y gran complejidad, todos fragmentados intencionalmente. De los vestigios encontrados sobresale el Señor de los Patos que es una de las piezas más notables de la extraordinaria exposición que se encuentra en exhibición en el museo ubicado en la isla.

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RADIONOVELA «DOMITILA, LA REBELDÍA DE LAS MINERAS BOLIVIANAS»

Por: Wayna Tambo-Red de la Diversidad

Domitila Barrios (Llallagua, Potosí, Bolivia​ 7 de mayo de 1937​ - Cochabamba, Bolivia, 12 de marzo de 2012), fue una destacada líder de Comité de Amas de casa Mineras y del feminismo boliviano. En 1952, como esposa de un trabajador minero, fue parte del Comité de Amas de Casa del Distrito Minero Siglo XX. Ya entonces su liderazgo era evidente, lo que la llevó a ser designada Secretaria General de ese organismo. A principios de 1978, Domitila fue convocada para formar parte del segundo piquete de huelguistas que instaló el sacerdote Luis Espinal en predios del periódico Presencia junto con el sacerdote Xavier Albó para apoyar la huelga de hambre que instalaron previamente cuatro mujeres mineras contra la dictadura; y en poco tiempo, más de 1.500 personas se sumaron a la huelga. Con el pasar de las horas, los huelguistas se multiplicaron por miles, y al régimen militar no le quedó otra opción salvo la de claudicar en favor de la democracia.

Ella fue conocida mundialmente por su participación en la Tribuna del Año Internacional de la Mujer, organizada en México en 1975, porque fue la única mujer de la clase trabajadora que asistió a ese evento. También tuvo difusión mundial su libro: “Si me permite hablar. Testimonio de Domitila, una mujer de las minas de Bolivia”, editado por Moema Viezzer y publicado por Siglo XXI de México en 1978, que sintetiza su historia de vida y la lucha de las amas de casa de las minas bolivianas por la democracia y la justicia.

La radionovela “Domitila, la rebeldía de las mineras bolivianas” hace sentir la resistencia de un pueblo que no se doblega y de mujeres que se rebelaron ante el autoritarismo. En sus veinte capítulos esta radionovela nos presenta la vida de la líder minera Domitila Barrios y del Comité́ de Amas de Casa de Siglo XX, luchadoras por la justicia social y política en el contexto de gobiernos dictatoriales.

Con esta producción seguimos fortaleciendo la alianza entre la Fundación Rosa Luxemburg y Radialistas Apasionadas y Apasionados para hacer de la radionovela un lugar de encuentro de voces que traen al presente la memoria viva de luchas fundamentales.

Wayna Tambo - Red de la Diversidad realizó el video que muestra la presentación de la Radionovela en las ciudades de La Paz, Tarija y Cochabamba. Aquí ese emocionante video acompañado de muchas voces históricas de las luchas del pueblo boliviano.

 

MARIO RODRÍGUEZ: CONVERSACIONES SOBRE PROCESOS DE RETERRITORIALIZACIÓN Y COMUNALIZACIÓN EN CONTEXTOS URBANOS (parte 2)

Por:La OLLA sazón pública Segunda y última parte de la entrevista de Miriam Lang, Univerdad Andina Simón Bolívar del Ecuador, con Mario Rodríguez Ibáñez del equipo de Wayna Tambo – Red de la Diversidad sobre los procesos de reterritorialización y comunalización en espacios urbanos. En esta parte de la entrevista se profundiza sobre las redes...

DE LA RESISTENCIA A LA LIBERACIÓN

Por: Valentina Campos Uywana Wasi/Cochabamba

Este orden neo-colonial el cual busca legitimarse asimismo en nombre de la ciencia el Progreso el Desarrollo económico o la globalización, y que nos está continuamente fragmentando de nosotros mismos y de la Naturaleza, de nuestros valores y sentimientos comunitarios. Para poder hacerlo, usa varias herramientas institucionales, de propaganda y control del pensamiento. Antiguamente su herramienta principal era el cristianismo, actualmente las sectas como la evangélica continúan fragmentando comunidades pero la herramienta más efectiva de colonización actual es la escuela, a través de ella y junto a los medios masivos de comunicación, el sistema consigue sustentarse infiltrando en las mentes comunitarias la noción de individuo unido a todas las insatisfacciones que esto conlleva para crear una dependencia e inserción que sustenta la sociedad de consumo capitalista. Irónicamente la cantidad de problemas que la sociedad enfrenta hoy no es por causa de la pobreza ni la falta de educación, ni falta de oportunidades, ni falta de todas esas necesidades modernas impuestas, sino que contrariamente vienen de los escolarizados de la sociedad y su mentalidad fragmentada de ver la vida.

Creemos necesario un espacio para poder exponer y desmantelar la explotación y deshumanización de este sistema global.

La necesidad de espacios que profundicen sobre la raíz de los problemas socio-culturales, ecológicos, económicos y políticos inherentes a la industrialización moderna y la urbanización y reconocer que el continuo desarraigo de las comunidades campesinas hacia la ciudad es un problema común que se sigue perpetuando al negar el papel que ocupa en torno a la situación creciente de consumo de la gente urbana. Creemos que esta conversación debe surgir paralelamente al trabajo de afirmación cultural.

Desafiando las estructuras explotativas y deshumanizantes, tecnologías e instituciones; involucrándonos en un proceso de reflexión y transformación, afirmando y rescatando valores tradicionales-vernáculos como vía de alternativas al Desarrollo.

El obstáculo mayor para el desarrollo hacia el progreso empinado de la sociedad moderna son todas las culturas originarias. Por esto buscan desvalorizarlas, denigrándolas y finalmente consiguiendo el desarraigo “voluntario” de las comunidades. Involucrarnos en un dialogo o conversación profunda es importante para desmantelar las tendencias del común del activismo, mucha gente busca resolver la injusticia, violencia y explotación usando las mismas actitudes, practicas, y herramientas que las condiciones o personas que la generan.

Otra tendencia común que surge en nuestros círculos de activistas, es el posponer toda conversación que apunta o guía hacia esta profundización por la eterna urgencia de la movilización y la resistencia que siempre es, aparentemente, lo más prioritario.

Arte: Valentina Campos

COMUNIDADES URBANAS: PARTE I (Libro Cuaderno de Conversaciones 4)

 Por: Red de la Diversidad Redacción: Mario Rodríguez Ibáñez

1. COMUNIDADES URBANAS: CONVERSACIONES Y APRENDIZAJES La comunidad, lo comunitario está presente en los discursos y las prácticas de cada equipo local de la Red de la Diversidad. Somos parte de dos articulaciones nacionales y continentales: Cultura Viva Comunitaria y el Frente de Resistencia Urbana. Es decir, lo comunitario hace a nuestra propia constitución. También lo hace en cuanto personas. La gente que integra nuestra Red proviene de experiencias comunitarias en sus familias, en sus barrios, en sus relaciones. Es que realmente se hace difícil encontrar en el país, más en sectores populares, personas o gentes que no tengan algún tipo de vínculos comunitarios. Sin embargo, esas vivencias comunitarias adquieren singularidades y peculiaridades en contextos urbanos, donde el mismo contexto parece ir a contrasentido de la comunidad. Es más, los tiempos contemporáneos vienen cargados de políticas y desplazamientos del capital que erosionan aún más la vida comunitaria. Por ello, sentimos la importancia de conversar y profundizar sobre lo comunitario en las ciudades, sobre las comunidades urbanas, sobre nuestras experiencias y nuestros sentidos de trabajo. Aquí la sistematización de esas construcciones colectivas.

1.1. LO COMUNITARIO MÁS ALLÁ DE LO INDÍGENA RURAL: ¿COMUNIDADES URBANAS O FORMAS COMUNITARIAS EN LA CIUDAD?

Cuando se habla de las comunidades o de lo comunitario, inmediatamente la referencia inicial es la comunidad indígena rural. Esto es evidente, ya que las formas comunitarias hacen referencia a modos ancestrales de vida. En general, las diversas civilizaciones que pueblan el mundo, se han configurado a través de formas comunitarias de convivencia como mecanismos adecuados y eficientes para resolver temas concretos como la provisión de alimentos y agua, el cuidado colectivo de los integrantes de la red, la protección del territorio necesario para su reproducción, el afecto y otros. Son, por tanto, los pueblos llamados indígenas, quienes han sostenido formas comunitarias de vida, en la medida que ellas se han ido configurando cada vez más complejamente para responder adecuadamente a las exigencias de la regeneración de la vida en distintas dimensiones de la misma. Y este es un elemento clave que no hay que olvidar, ya que muchas veces se asocia la comunidad o las formas comunitarias a una suerte de estado de “desarrollo” de las civilizaciones del pasado ya que sería parte de modos de vida simples que no darían cuenta del mundo contemporáneo y su dinámica de vida. Sin ser el tema de este documento, lo que encontramos en nuestras propias prácticas familiares ligadas a esa matriz comunitaria, son procesos cada vez más complejos de relaciones y mecanismos de convivencia para dar cuenta de las múltiples dimensiones de la vida y sus necesidades de regeneración (economía, producción, salud, tierra, agua, gestión de las decisiones y acuerdos, alimentación, ritualidad, fiesta, organización del hábitat, etc), de las diversas relaciones al interior de la comunidad que deben ser cuidadas, atendidas y resueltas en casos de conflicto (distribución y uso del agua y la tierra, formas de designación de autoridades y responsables de tareas para el beneficio común, así como mecanismos para evitar la acumulación del poder, regulación de la fiesta y los posibles excesos, cuidado y amparo de las personas en situaciones de peligro, violencia y/o precariedad, mecanismos de redistribución en caso de generarse desequilibrios muy pronunciados entre las familias e individuos de la comunidad, cuidado del hábitat para garantizar la sostenibilidad de vida, organización de espacios compartidos de disfrute y juego como proceso de comunalización o de aprendizajes para la vida en comunidad, etc), de las relaciones de complementariedad y de resolución de conflictos con otras comunidades (resguardo y cuidado del hábitat común más amplio y uso del mismo, definición de linderos o de territorios comunes e inter penetrados así como su uso, gestión compartida de bienes comunes como el agua, trazado y cuidado de vías de comunicación, espacios festivos mayores y compartidos, formas organizativas de la representación o del cumplimiento de mandatos en territorios mayores, etc), e incluso del establecimiento de relaciones con otras formas societales no propias y expresadas en el Estado y el mercado (relaciones con intermediaciones económicas para la venta de sus productos agropecuarios básicos, llegada de proyectos económicos de comercialización o turísticos por ejemplo, demandas de cambio en sus sistemas de producción y el tipo de cultivos o crianzas tradicionales, intromisión de semillas transgénicas y pérdida de las variedades locales, formas de autoridad y mecanismos de elección diferentes a su tradición, incorporación de partidos políticos en su dinámica propia, proyectos de gran envergadura que van desde infraestructura vial hasta energía para el abastecimiento más allá de la comunidad, etc). Así, las comunidades requieren ser capaces de permanentemente actualizar sus formas de regulación de sus relaciones hacia adentro de ella, de ella con las otras comunidades y de ella con el Estado y el mercado. Se trata de una complejidad muy amplia, que debe ser contemporánea constantemente si quiere garantizar la reproducción de la vida para todos los sujetos integrantes de la misma. Por tanto, no se ancla en el pasado, sino que se es constantemente contemporánea si se quiere vivir, pero además debe ser eficiente en esa contemporaneidad, sino simplemente se abandona por no ser útil para la vida.

REDES DIGITALES, TERRITORIALIDAD Y COLABORACIÓN COMUNITARIA EN BOLIVIA La experiencia de Wayna Tambo – Red de la Diversidad

Por: Mario Rodríguez Ibáñez-Equipo Wayna Tambo/Red de la Diversidad

Las grandes empresas que controlan el mercado de las redes digitales usufructúan con nuestros datos. Tras la creencia de la gratuidad y la libertad de las redes, se esconde un andamiaje complejo que genera ganancias cada vez más concentradas en el mundo. Detrás de las sensaciones de democratización del uso de la palabra y las opiniones en las redes digitales, los datos nos muestras que las asimetrías y desigualdades se mantienen e incluso aumentan.

Sin embargo, lo que sucede en las redes digitales es expresión de lo que sucede en todos los órdenes de la vida: en la economía, en la política, en los accesos a los derechos culturales o en el beneficio de la explotación de los bienes naturales. Es parte de sociedades estratificadas y segmentadas, que generan desigualdades, discriminaciones y opresiones. Así, que también el campo de las redes digitales, se convierte en un lugar de disputas de sentidos, de prácticas, de otras maneras de rehabitarlas. Desde las resistencias muchas veces, pero cada vez más desde otros modos de vida que hacen brotar y vigorizan un trabajo territorial y comunitario.

La complementariedad entre espacios de encuentro presencial (casas de las culturas, ferias itinerantes, festivales, encuentros, comunidades de saberes y aprendizajes, red de tiendas o qhatus[1], trabajo cotidiano territorial) y espacios masivos a distancia (radios locales, producción de videos y programas de TV, plataformas multimedia digitales, redes de trabajo, sistemas de intercambio), son posible la clave para ir más allá de un uso instrumental de estas redes digitales. Se trata de hacerlas parte de nuestra integralidad de la vida, de nuestra totalidad existente, no sustituyendo nuestras nutridas redes sociales/comunitarias (mayoritariamente NO digitales), pero haciéndolas parte de ese tejido. Esa es nuestra experiencia como Wayna Tambo – Red de la Diversidad.

Para comprender mejor lo que hacemos y cómo desarrollamos estas complementariedades y reciprocidades, comencemos contando un poco lo que es Wayna Tambo y la Red de la Diversidad.

PARA COMPRENDER WAYNA TAMBO – RED DE LA DIVERSIDAD

Wayna Tambo – Red de la Diversidad nace como una articulación de jóvenes que venían de vivir el proceso de transición de la dictadura a la democracia y, principalmente, la crisis del pensamiento alternativo por la hegemonía neoliberal, el derrumbe del bloque soviético y la derrota de varios movimientos revolucionarios en América Latina entre mediados de los años 1980 e inicios de la década de los 1990.

En ese contexto se enfatiza una reflexión sobre el mundo contemporáneo y el proyecto de civilización globalizado, así como los modelos de desarrollo occidentales modernos, para repensar la acción cultural y la transformación social desde la diversidad y los aportes de las cosmovisiones indígenas, la participación juvenil y el campo cultural como lugar de resolución de lo político.

Lo cultural así adquiere una dimensión más allá de lo artístico y lo estético y se vincula en nuestras acciones y estrategias a la noción de horizontes civilizatorios, de modos de vida de formas de relacionarnos y convivir. Es decir, a la integralidad y la totalidad de las dimensiones de nuestras vidas. El territorio como el lugar específico de vida de los sectores populares, la comunidad como forma de convivencia portadora de modos de vida alternativos a los hegemónicos y dominantes, la estrategia que articula cultura – educación – comunicación se convirtieron rápidamente en los pilares de nuestro trabajo.

En el centro de nuestra estrategia están los procesos de comunalización, o de vigorización de nuestras vivencias comunitarias desde lo existente. Para reaprender a vivir la comunidad necesitamos erosionar un elemento central de los procesos de modernización, la separación de las dimensiones de la vida en especializadas compartimentadas. Así, es clave retomar la experiencia que todo acto, que todo evento, que cada actividad que desarrollamos es al mismo tiempo educativa, comunicativa y cultural. Un taller no es solo educativo, sino profundamente comunicativo y cultural. Un concierto de música, una fiesta del barrio o una exposición fotográfica no son solo eventos culturales, sino profundamente educativos y culturales. Un programa de radio, un boletín barrial o un video no son instrumentos comunicativos, sino experiencias culturales profundas, y por supuesto, también educativas. El hacer que toda nuestra estrategia sea asumida como educativa, comunicativa y cultural es un primer paso fundamental, que rompe las formas clásicas de intervención institucional y organizativa, nos recoloca en una dinámica de trabajo distinta y potencializa exponencialmente lo que hacemos por la complejidad y riqueza de toda intervención.

Con esas convicciones Wayna Tambo nace en la ciudad de El Alto el 30 de enero de 1995. Luego de varios años de un camino propio en el año 2006 dimos nacimiento a Yembatirenda en la ciudad de Tarija, naciendo así la Red de la Diversidad. La Red se tejió como una articulación de estrategias, trabajos locales, administraciones compartidas, militancias y articulación sostenida. Hoy la Red de la Diversidad está conformada por: Wayna Tambo en las ciudades de El Alto y La Paz, Yembatirenda en Tarija, Sipas Tambo en Sucre, Uywana Wasi en Cochabamba y Buri Tambo en Santa Cruz.

La estrategia territorial de trabajo a través de ch’askas[2] culturales de corresponsabilidad se va consolidando en diversos espacios como: Pasankeri y macrodistrito de Cotahuma en La Paz, Villa Dolores y Distrito 8 en El Alto, Bartolina Sisa y el centro de la ciudad en Sucre, del barrio Luis Espinal y otros barrios en Tarija, Municipio de Achocalla en el departamento de La Paz. Diversos grupos de las diferentes ciudades ya se pueden integrar en la Red de la Diversidad sin perder su autonomía como el proceso que venimos desarrollando con Uywana Wasi de Cochabamba y otros procesos.

A nivel Bolivia somos parte del Tejido de Cultura Viva Comunitaria y también somos integrantes del Consejo Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria. Este articulación no solo local o nacional, sino continental, ya ha desarrollado 4 Congresos Latinoamericanos desde el año 2013, cuando se realizó el primero en El Alto y La Paz, con presencia de más de un millar de personas de al menos 17 países en cada versión. Además, somos parte de un rico proceso de articulaciones urbanas en Bolivia y el continente, entre ellas el Frente de Resistencia Urbana que aglutina organizaciones de Brasil, Colombia, Venezuela, Argentina, Chile y Bolivia. Para el año 2018 conseguimos organizar con casi 40 colectivos provenientes de 6 ciudades del país, un Encuentro del Tejido de Cultura Viva Comunitaria de Bolivia.

Luego de más de dos décadas de recorrido hoy trabajamos como Wayna Tambo – Red de la Diversidad en cinco grandes áreas de trabajo, que no podremos desarrollar con detalle en el presente artículo, articuladas en una estrategia cultural (artística) + educativa + comunicativa:

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¿Y QUÉ ES LO QUE PRETENDEMOS CON NUESTRO TRABAJO?

Contribuir a la reconfiguración y vigorización de lo comunitario en Bolivia, desde la perspectiva del Vivir Bien como horizonte civilizatorio alternativo, y la Plurinacionalidad como forma de organización equitativa de nuestra diversidad, con la participación activa de sectores de barrios urbano populares a través del tejido organizativo urbano y de cultura viva comunitaria, con impacto en la gestión corresponsable de lo público y el bien común, así como en el fortalecimiento de las continuidades entre lo urbano y lo rural desde perspectivas descolonizadoras, despatriarcalizadoras y desmercantilizadoras a través de la implementación de estrategias y acciones culturales, artísticas, educativas y comunicativas que contengan el trabajo en casas de las culturas, comunidades de saberes y aprendizajes, medios de comunicación comunitarios interculturales, iniciativas económicas de reciprocidad y redistribución, la investigación y sistematización.

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Entrevista Armando Arancibia, llevar color y regalar alegría a la gente…

Por: Gabriela Condori - Uywana Wasi

1. Preséntate por favor, y ahí contanos desde hace cuánto tiempo vienes trabajando en o con el arte, tus inicios en esta profesión?

Armando Arancibia-. 1: Soy Armando Arancibia pintor muralista tarijeño, ya son 7 años que vengo viviendo con el arte, soy miembro de NERETA MOVIMIENTO ARTISTICO, que realiza acciones en el Departamento de Tarija.

2. Estudios, menciones, eventos de los que has sido parte

Armando Arancibia-. Los estudios y menciones los prefiero dejar de lado pues la visión artística que tenemos va más enfocada al trabajo con la gente que los papeles obtenidos en la trayectoria de nuestro trabajo, dando igual valor a una Bienal Internacional como a un mural en un barrio en formación. Difícil mencionar los eventos de los que me tocó ser parte pero si debo mencionar que los de mayor importancia fueron en las comunidades donde nos tocó quedarnos a vivir realidades distintas para comprender qué tipo de mural debemos construir en dicho lugar, áreas protegidas de Arenales (Santa Cruz) Tariquia (Tarija), Challapata (Oruro) Formosa (Argentina) Pudahuel(chile) etc dando más valor al pueblo y su gente que a un evento en específico.

3. Las técnicas que usas en tus obras, que experimentos vienes realizando

Armando Arancibia-. Manejamos una técnica mixta, te hablo el plural pues más allá de que el diseño puede ser de una sola persona...partimos de que el mural es comunidad y nunca lo hacemos solos, como te decía manejamos una técnica mixta en pintura látex y aerosol, sin olvidarnos de hacer trabajos en mosaico, esgrafiado, alto relieve, etc ahora buscando un estilo propio que parte de las bases de los diseños guaraníes y el pop art fusionándolas para formar algo distinto.