El presente capítulo fue elaborado en base a una serie de conversaciones realizadas en el programa “El Hueco en el Muro”, de nuestra red de radios, en torno al contexto educativo a partir de la crisis sanitaria. Por tanto, expresa una serie de conversaciones con personas que no son parte de nuestra Red, pero que dialogan de manera complementaria con nuestras experiencias y posiciones.
- Normativas vigentes para garantizar el derecho a la educación
Bolivia contempla en el artículo 17 de la Constitución Política del Estado del año 2009, como derecho fundamentalísimo el que: “Toda persona tiene derecho a recibir educación en todos los niveles de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación”.
Además de contar con la Ley Nacional N° 070 (promulgada el 20 de diciembre del 2010), Ley de la Educación “Avelino Siñani – Elizardo Pérez” que establece que “toda persona tiene derecho a recibir educación en todos los niveles de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación; que la educación constituye una función suprema y primera responsabilidad financiera del Estado; y garantiza la participación social y comunitaria de madres y padres de familia en el sistema educativo”.
Así como el Código Niño Niña y Adolescente Ley No 548 (promulgada el 17 de Julio del 2104), en el CAPÍTULO IV DERECHO A LA EDUCACIÓN, INFORMACIÓN, CULTURA Y RECREACIÓN ARTÍCULO 115. (DERECHO A LA EDUCACIÓN).
- Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la educación gratuita, integral y de calidad, dirigida al pleno desarrollo de su personalidad, aptitudes, capacidades físicas y mentales.
II. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a una educación de calidad y calidez, intracultural, intercultural y plurilingüe, que les permita su desarrollo integral diferenciado, les prepare para el ejercicio de sus derechos y ciudadanía, les inculque el respeto por los derechos humanos, los valores interculturales, el cuidado del medio ambiente y les cualifique para el trabajo.
Teniendo como referencia principal estas tres normativas vigentes que marcan el trabajo a nivel educativo es que venimos realizando un proceso de reflexión, análisis, debate y construcción de propuestas de intervención que logren generar espacios territoriales que propicien en alguna medida el ejercicio pleno de estos derechos.
- Algunas vivencias desde la práctica educativa en el sistema escolar de enseñanza desde la aplicación de la Ley 070
Es primordial señalar que la ley Avelino Siñani – Elizardo Pérez no es nueva, ya que tiene más de 10 años desde que se la viene implementando en todas las unidades educativas del país, que pese a representar una alternativa muy interesante e innovadora llega a convertirse en una ley grandilocuente que tiene unas propuestas que llaman mucho la atención, pero es necesario recordar que esas propuestas nacen de la lucha social, es decir son producto de la actividad cotidiana y permanente de educadores y educadoras que quieren transformar la educación. En el resultado de estas experiencias, podemos ver que esta ley recoge todos estos aportes, los sistematiza y los plasma en un papel al contemplar que es despatriarcalizadora, descolonizadora, productiva, antiimperialista, anticapitalista, para la vida, comunitaria, etc., que definitivamente leído desde el papel se aprecia de muy buena; sin embargo en la práctica le falta mucho trabajo, ya que en mucho se ha quitado y vaciado el contenido de estas prácticas pedagógicas que estaban construyendo transformación diaria y se han vuelto como un discurso y una práctica muy superficiales dentro de los procesos educativos oficiales. Entonces es evidente que hasta la fecha aún no se han trabajado las herramientas pedagógicas, dinámicas, reflexivas, didácticas, metodologías variadas para que todas estas conceptualizaciones se concreticen, pese a esta necesidad no se han generado herramientas de trabajo, lo que conduce a pensar que no existe ninguna ley que modifique una educación si el educador/a no cambia, si la sociedad no cambia, si la comunidad educativa no cambia y reflexiona más profundamente sobre estos temas.
Esto es muy importante ya que observamos como la sociedad en sí misma exige, en ciertas ocasiones, una educación tradicional que plantea un conservadurismo muy grande lo que conlleva a firmar que aún falta trabajar temas como el racismo, homofobia, misoginia y machismo entre otros. Esto es muy visible dentro de las escuelas, es decir, si no modificamos lo estructural, si no reflexionamos profundamente sobre esto, las raíces, las prácticas, las taras, los principios que llevan a constituir este tipo de pilares de esta sociedad conservadora, si no las erosionamos a diario será imposible hacer modificación alguna; es evidente que aún falta mucho por trabajar dentro las escuelas en el ámbito urbano y rural.
Lo anterior nos provoca un desafío que se ve atravesado por este conservadurismo. Por ejemplo, en las escuelas se exige el uniforme que llega a convertirse en una discusión con resoluciones tajantes donde no se tiene la posibilidad de discernir dado que se exige una disciplina rigurosa dentro de estos espacios; usar uniforme, estar firmes como soldaditos, cantando el himno, fomentando la competencia donde se define al mejor y peor alumno o alumna, el que puede, el que no puede, la uniformización de la educación de que a todxs se debe enseñar el mismo tema, la misma lógica y el que no puede es porque no es capaz; y precisamente estas cuestiones son las que no se están modificando y ese es un asunto muy importante que debemos reflexionar como sociedad entera para hacer realmente una educación transformadora.
“Las escuelas y la sociedad en la actualidad continúan siendo homofóbicas, existen temas de los que no se hablan en esos espacios que llegan a convertirse en asuntos muy difíciles de tratar, existen también algunos lugares en los que sucede lo contrario, donde se están resquebrajando estos temas relacionados a la sexualidad, pero este trabajo se realiza con mucho esfuerzo y mucha resistencia de la misma comunidad educativa o la misma exclusión de los sectores más vulnerables, hablamos de los niños y niñas con diferentes grados de discapacidad, población de las diversidades sexuales. Al tener todo este panorama es evidente que con una ley en si no se transforma la educación, la educación se transforma y modifica con una reflexión profunda sobre estos conceptos que nos plantea, además no solamente con la reflexión sino con una práctica cotidiana donde todos los días nos pongamos a pensar en cómo estamos transformando la educación para ser libres y no para ser los nuevos soldados de este sistema” (Eliana Quiñones, maestra rural).
Estas reflexiones cotidianas, en gran medida compartidas, nos hacen ver que es necesario dar a conocer algo de lo vivido en nuestros territorios, a partir de la crisis sanitaria, en lo que respecta al sistema educativo.
- Crisis sanitaria debido a la COVID-19 y su impacto en el Sistema Educativo
En el periodo comprendido entre finales del 2019 hasta mediados del 2022, el planeta entero se vio paralizado por la pandemia del COVID-19, momento que evidenció una crisis sanitaria sin precedentes de este tiempo contemporáneo, tiempo en el cual se asumieron medidas sanitarias y de cuidado que en gran medida fueron diseñadas e implementadas sin el consenso de la población, se ha podido notar también un flujo de información inadecuado que en lugar de coadyuvar al cuidado, ocasionaba confusión, pánico y descontrol en la sociedad. Por todo lo anteriormente mencionado podemos decir que sin duda este tiempo se ha convertido en un tiempo muy complicado para todas las personas que habitamos este planeta tierra, definitivamente la población adulta atravesó por momentos muy complejos de incertidumbre, de no saber qué estaba pasando realmente, del cómo se iba a configurar el mundo después y en medio de esta pandemia; es decir de pronto nos vemos con mucho tiempo para poder observarnos e inmiscuirnos en nuestros procesos de preocupaciones, incertidumbres, depresiones, etc.
Justamente debido a ello pudimos evidenciar que los grandes olvidados y olvidadas de esta crisis sanitaria precisamente han sido las niñas, los niños y adolescentes.
En algún momento del 2020 y 2021 existía una crisis a nivel mundial de todas las emociones, momento en el cual las personas comenzaron a buscar más ayuda psicológica, donde también pudimos observar que en estas demandas las niñas, niños y adolescentes han sido poco atendidos, tal vez porque tampoco existían o no conocíamos de algunas herramientas que les permitieran decir lo que les estaba pasando.
Iniciemos por recordar que en Bolivia el 2020 bajo normativas emitidas por el gobierno transitorio emergido de la ruptura democrática, mediante el entonces ministro de educación Víctor Hugo Cárdenas, se decide clausurar la gestión educativa, en respuesta a la crisis sanitaria que venía aconteciendo en el país y el mundo entero.
Esta medida, deja a muchas familias desamparadas para con la crianza educativa con sus hijos/as, sueltos de un trabajo educativo que respondiera a sus necesidades y contexto, ampliando, aún más, las brechas de diferencia entre las familias más privilegiadas y en las que carecían de medios que les permitiese acceder a otro tipo de educación.
La crisis sanitaria ha significado para la educación el ingreso a la virtualidad, un cambio totalmente drástico, es decir ha marcado un antes y un después, se ha traducido en dos años donde les ha tocado a educadores/as y sistema educativo reinventarse y reinventar formas de contacto en los procesos de enseñanza y aprendizaje atravesando todo lo que implican las dificultades de conexión con las desconexiones y brechas en comunicación.
Hablando de esta migración de las aulas a un contexto virtual/digital donde en teoría el contenido que se debe desarrollar durante toda una gestión educativa debería ser el mismo que se desarrolla desde un aula con modalidad presencial, se hace necesario reconocer que la forma de abordar la diversidad de temas es diferente, sobretodo porque las dinámicas en un aula virtual están mediadas por las pantallas de los celulares que en la mayoría de los casos; muy pocos son los estudiantes, dependiendo del contexto, que van a poder conectarse desde una computadora o desde un medio un poquito más grande y esto reduce sobretodo la interacción que se tiene a lo auditivo y a lo visual, preponderantemente es auditivo y visual, es ahí donde es interesante meditar a partir de las características físicas de estos dispositivos: Una pantalla de celular de gama media mide 15 cm y hace que la interacción sea muy limitada y la propia interacción auditiva se ve interferida por la opción de silenciar los micrófonos en cualquier plataforma lo que se hace es silenciar los micrófonos y en teoría tenemos un silencio como docentes para explicar ciertos contenidos, sin embargo ese botón de silenciar no silencia el ruido ambiente que sí viven los niños, las niñas y adolescentes en los espacios, entonces esta parte de la virtualidad ha significado una distancia en muchos sentidos.
En el aula virtual se ha forzado de alguna manera un mayor involucramiento de madres y padres de familia, que en realidad son lxs educadorxs naturales de lxs niñxs, obligándoles a involucrarse mucho en el proceso de enseñanza y aprendizaje que es más sistemático del que se lleva en las escuelas dentro el sistema educativo, es decir han tenido que involucrarse mucho más con lo que hacen lxs “educadores profesionales”, por así decirlo, lo cual es muy positivo ya que se ha podido hacer un lindo acercamiento en muchos casos, mediado siempre por las situaciones económicas entre otras.
Respecto a la experiencia en este contexto expresada por padres, madres y personas que acompañaron este nuevo proceso de enseñanza y aprendizaje las experiencias expresadas son variadas, mencionamos algunas: “El rol que hemos jugado como juntas escolares en este tiempo de crisis y emergencia sanitaria que ha sido por demás complicado y difícil el llegar a habituarse frente a esta situación, con gran orgullo podemos decir que logramos hacerlo. En esto a nosotrxs nos ha tocado apoyar como Juntas Escolares respondiendo a las necesidades inmediatas, nos ha tocado ver cómo podemos colaborar a esas familias que no tenían alcance a la tecnología; ver como apoyar a las familias que tienen muchas wawitas ya que eso mismo complica de sobremanera el acceso a dispositivos tecnológicos y a la tecnología en sí. Esto nos ha movido a realizar un estudio de casos específicos en la diversidad de familias que componen las unidades educativas para así apoyar en lo más posible, en muchas oportunidades los/as representantes de padres y madres de familia hacíamos donaciones voluntarias que nos permitieran colaborar no solamente con el tema educativa sino con la situación económica que ellos/as pasaban en sus hogares, justamente en ese tiempo la falta de trabajo y por ende de economía que conlleva a la sumatoria de otros factores que imposibilitaron que la educación se lleve a cabo a plenitud en ese momento de crisis sanitaria. Desde la empatía que sentimos como madres y padres de familia logramos ejercer un rol muy importante desde las juntas escolares ya que a través de estas podemos detectar muchas dificultades que suceden en las familias, es importante reconocer que no solamente se reduce al tema de que los/as estudiantes no quieren pasar clases, no es esa la situación, sino que ellas/os se ven imposibilitadas/os de acceder a la tecnología o tal vez en sus casa estaban atravesando una situación de salud o económica muy fuerte, esas fueron las razones para activar muchas cosas que nos permitieran colaborar desde nuestras posibilidades y a veces más; también hemos tratado de colaborar a nuestros profesores/as en algunas situaciones de salud, es necesario pensar a la Unidad Educativa como parte de un todo que incluye a: Estudiantes, Padres/madres de familia, personal administrativo y docentes.
Frente a la incertidumbre que imperaba en esos momentos hemos logrado cuidarnos como hemos podido, desarrollamos actividades para apoyar a los/as profesores que estaban muy delicados/as de salud, lastimosamente perdimos a un docente de nuestra unidad educativa y aun así hemos continuado apoyando a la familia de ese profesor.
Entre las otras funciones que llegamos a cumplir como Juntas Escolares es el de apoyar a padres y madres buscando concientizar en el tema de responsabilidad que tienen que tener ellos/as para con sus hijos e hijas especialmente” (Maria Isabel Portillo, presidenta de la Junta Escolar Macrodistrito Sur de la Ciudad de La Paz).
Frente a lo anteriormente expuesto se hace necesario mencionar algunas medidas políticas que se han tomado en nombre de la salud y el cuidado el 2020, medidas que han sido percibidas como desacertadas.
- Distanciamiento social
Como primera medida de cuidado a raíz de la crisis sanitaria que el planeta entero venía atravesando se asume la medida del distanciamiento social, que en gran medida fue considerada una medida desacertada, especialmente al ser aplicada en el contexto en el que las niñas, niños y adolescentes desarrollaban o construían sus relaciones entre pares. Este distanciamiento social fue mal planteado, ya que contrario a sus objetivos de cuidado para evitar la propagación de la enfermedad, lo que ocasionó fue la exacerbación del individualismo, miedo al otro o la otra, la desconfianza que atravesó a todas las personas que vivimos esta crisis sanitaria desde su inicio, manejando e imponiendo la consigna empleada por todos los gobiernos municipales y la instancia pública, nunca se dejó muy en claro que el distanciamiento tenía que ser físico y no así traducirse en un distanciamiento social.
Tenemos que ser conscientes también de la existencia de una brecha pedagógica que se manifestó mucho más en la crisis sanitaria, donde mientras existían estudiantes que pasaban clases online todos los días de las mismas formas que cuando las clases eran presenciales, podíamos observar que gran parte de la población estudiantil no estaba pasando clases porque tanto estudiantes como profesores no tenían los recursos o de pronto abandonaron la práctica pedagógica, es decir definitivamente esa brecha se hizo más fuerte con la crisis sanitaria y sumado a esto los conflictos políticos que se vivieron en el país el 2019 y 2020 marcándonos un antes y un después en los procesos de nuestras vidas mismas y por ende en el contexto educativo.
“Tal como esta medida ha sido impuesta y operativizada nos lleva a pensar y reflexionar sobre la misma entendiendo que esta medida no es asumida sin intención alguna, sino que realmente este distanciamiento social tiene que ver con la individualización de la enfermedad, el alejamiento de las personas, rompimiento de los vínculos comunitarios, vínculos de solidaridad, en la profundización de las desconfianzas, miedo y alejamiento de todas las personas que queremos y que son partes comunitarias, partes sociales, son las partes que nos unen y que son/componen la lucha, porque son estas personas en movimiento, en conjunto, las personas que estamos reunidas permanentemente, quienes generamos ideas, ideamos propuestas y críticas desde donde vamos luchando en diferentes ángulos sociales que cada unx de nosotrxs llevamos” (Eliana Quiñones, maestra rural).
Este distanciamiento social ha afectado de sobremanera a niñas y niños porque es dentro de la escuelita donde los mismos desarrollan una de las cosas más importantes en estos espacios que son los procesos de socialización y ocurren con otros y otras de sus pares con quienes juegan, comparten, aprenden, pelean y establecen sus acuerdos de convivencia. Es vital, entonces debemos cuestionarnos de manera muy crítica el lugar en el que ponemos a las wawas en nuestras vidas y en la sociedad; es imperativo que abramos los ojos para observar en cómo están relacionándose las wawas y adolescentes entre ellos y ellas, pero también con los y las adultos/as representados por profesores y plantel administrativo.
Es así que este distanciamiento ha generado un rompimiento a esta convivencia tan necesaria que deben tener todos los niños y niñas en sus primeros años de vida, que puedan compartir con sus pares y que es fundamental, ni que decir para los y las adolescentes; ha sido un momento muy duro para ellos y ellas también dado a que cuando se es adolescente vas reconociéndote en tu compañero o en tu compañera, compartes tus gustos, reconoces/muestras tu personalidad, tus ideas, tu carácter se van conformando en esa socialización; entonces definitivamente la crisis sanitaria ha afectado especialmente en ese sentido hablamos de la pérdida de la socialización, de la convivencia de las wawas y adolescentes.
- Retorno a la presencialidad en las aulas
Planteando el retorno a las clases presenciales o semipresenciales se han ido retomando de manera paulatina y que ha sido asumida en diferentes tiempos de acuerdo a las condiciones de contexto del territorio que se habita; tal es el caso de la Ciudad de El Alto que asumió el retorno a clases desde el inicio de la gestión educativa 2022 en la modalidad semipresencial en varios distritos y unidades educativas, por lo tanto se tenía ya una experiencia de este retorno y de todo lo que va significando como docentes, estudiantes y todo este tejido de comunidad, porque la Unidad Educativa no se constituye en un ente aislado, en todo este tejido se ha traducido en muchas situaciones, mencionamos algunas de las experiencias:
En primer lugar a partir de las experiencias que los/as docentes han vivenciado sentimos que implican el retorno a la corporalidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje porque la virtualidad ha significado “reinventarnos en muchas situaciones” poder “reinventar formas de contacto”, sin embargo ahora al volver lo que es la presencialidad, esta vuelta a las clases presenciales, esta vuelta al contacto humano dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje ha significado muchos cambios y nos ha hechos apreciar también la importancia de estas situaciones en todo este proceso que es de ida y vuelta.
“Esta distancia impuesta a partir de la virtualidad, a partir del retorno a las clases presenciales pone de nuevo en juego la corporalidad integral de las niñas, niños y adolescentes e implican ventajas importantes, por ejemplo como docentes, una de las ventajas más bonitas que se han podido recuperar en el aula está en relación directa a el acceso a los marcadores faciales, a las microexpresiones que tienen las niñas, los gestos y sonidos nos revelan mucho, nos muestran si un contenido que se está explicando realmente está teniendo una comprensión real, porque a través de la virtualidad por medio de la diversidad de plataformas, cuando tu preguntas todos responden que si entendieron, pero no podemos tener un acceso al gesto que revela muchísimo más y estas microexpresiones también pueden revelar cuando están cansados, cuando se vive un estrés o cuando definitivamente no está existiendo una comprensión cabal.
Estas son situaciones con las que se puede establecer un equilibrio, existieron cosas buenas, cosas no tan buenas, asuntos no tan fáciles de lidiar y al volver a esta presencialidad se está recuperando sobretodo, esta situación del aprendizaje comunitario que implica el juego de muchas situaciones, sobre todo cuando hablamos de aprendizaje comunitario hacemos referencia a las interacciones que se llevan dentro de una aula, en las clases virtuales generalmente se desarrollaban en el ambiente del hogar y la comunidad es pequeña, la comunidad es sobre todo el hogar; entonces el volver al aula y al estar en una comunidad de sus pares se ponen en juego otro tipo de mecanismos, otro tipo de aprendizajes de la vida en comunidad que son tan o más valiosos que los contenidos, es decir se trabaja mucho el tema de los valores por ejemplo en teoría, no tiene tanta validez saber que es la solidaridad, el compañerismo todo esto no tiene tanta validez si no tienes donde practicarlo y es en el aula donde se ponen en acción, donde se ponen en juego estos valores en la convivencia diaria” (Tatiana Paz, profesora en la ciudad de El Alto) .
Tras el retorno a la presencialidad, se hace evidente una gran deuda importante en cuanto a lo que es el sistema educativo regular, al hecho de no dar mucha más importancia a todo lo que son las manifestaciones artísticas y es muy complejo porque existe una especie de fobia al cuerpo inclusive desde los y las docentes, a veces de abrazar, tocar a estudiantes, ya que no encuentran las formas adecuadas y seguras para hacerlo, está siendo complicado, pero no es imposible. Es importante que esta parte artística, el hacer teatro, danza, el movimiento del cuerpo, de la música, el reconocer cómo estas influyen, como pueden impactar dentro del aula y los mismos procesos de enseñanza y aprendizaje pueden convertirse en una gran herramienta, pero se complica por el uso de las máscaras de seguridad, del mismo uso del barbijo que a veces no permite una expresión completa, es realmente complicado pero nos plantea el reto de buscar nuevas maneras de realizar estas actividades ya que la actividad artística es realmente importante para trabajar tantos temas, tantas situaciones y precisamente para que los niños, niñas y adolescentes tengan la oportunidad de expresar todo lo que han vivido y están viviendo en esta situación de crisis que ha traído todo lo que ha sido esta emergencia sanitaria, como ha impactado a la sociedad, porque ellos y ellas también lo han sentido y lo han vivido desde su perspectiva.
En cuanto al papel de padres y madres de familia que en este tiempo se han visto inmiscuidos en gran medida en este proceso educativo, cosa que casi no sucedía antes de la crisis sanitaria ya que las juntas escolares estaban inhibidas de poder dar una opinión respecto al tema pedagógico y solamente facilitaba la participación de padres y madres de familia para la realización de actividades concretas sin la posibilidad de intervenir o decir algo en los procesos pedagógicos, después de esta experiencia existe la intención de seguir interviniendo pero esta vez tal vez “invadiendo” el espacio de los educadores y educadoras; queda el reto de ver si es posible que en adelante padres y madres en las unidades educativas desde las Juntas Escolares puedan tener una opinión sobre las cuestiones pedagógicas pese a las limitaciones que en la actualidad existen.
Respecto a este tema padres y madres de familia nos comparten lo siguiente: ”Con el retorno a las aulas se hace notorio el cambio y la diferencia que existe entre la virtualidad y lo presencial, es evidente que el aprendizaje es asimilado mucho mejor por los/as estudiantes en lo presencial, la interacción que ellos/as tienen con los/as profesores, las formas que adoptan para este proceso de captar la información que se traduce en aprendizaje es completamente diferente.
Reconocer que el papel de las juntas escolares de padres y madres de familia ha sido fundamental para la efectivización de las clases durante la crisis sanitaria, es decir que si nosotros como padres y madres dejábamos que estos problemas operativos sean resueltos desde las direcciones de las unidades educativas o sean resueltos desde los municipios o desde el Ministerio de Salud seguro que la situación sería distinta, pero gracias al papel que en este tiempo han desempeñado las juntas escolares es que estamos lograr salir adelante.
Es necesario también conversar sobre el grado de influencia en cuanto a los contenidos pedagógicos que está incluida en la currícula que vienen desarrollando los profesores y profesoras, que es justamente ahí más que la influencia lo que podemos hacer como juntas escolares es sugerir que se tomen en cuenta dentro los avances de contenidos donde se puedan observar otros campos que involucren la creatividad e investigación que despierte la curiosidad de estudiantes y que los mismos se involucren es ese proceso de aprendizaje. Es necesario mencionar que nosotras como juntas escolares tenemos un reglamento de participación social comunitaria, de educación de padres y madres de familia donde en el artículo 6 se encuentran nuestras atribuciones como juntas escolares, dar a conocer también que tenemos 23 incisos donde se detallan estas atribuciones, entonces desde las juntas escolares jugamos un papel muy importante y amplio, donde no he podido observar que nosotros/as podamos sugerir que se incluyan otro tipo de contenidos a la currícula. Las Juntas escolares desempeñan su labor en favor de la comunidad estudiantil, velamos por el bienestar de ellos y ellas y tenemos que protegerlos de situaciones que pongan en riesgo su seguridad e integridad. El cuidado de la salud e integridad de la comunidad educativa en conjunto debe ser asumida de manera corresponsable entre todas las personas que hacemos parte de la misma” (María Isabel Portillo, Junta Escolar Macrodistrito Sur de La Paz).
Al dar a conocer estas posibilidades y alcances se denotan algunas limitaciones que tienen las juntas escolares, esto debido a las normativas que se encuentran vigentes en el sistema educativo, que no les otorgan las suficientes atribuciones para que se puedan realizar cambios estructurales en el sistema educativo a través de la experiencia que se tiene desde padres y madres de familia en la crianza y educación de sus hijos e hijas.
Si bien el involucramiento de padres y madres en el proceso de enseñanza y aprendizaje se ha incrementado de manera positiva, la observación al tema pedagógico es latente, compartimos alguna de las miradas que surge de profesores en el área urbana: “En este proceso de involucramiento se han manifestado como dos situaciones; la primera, muchas mamás y papás han realizado muchas observaciones y la otra que ellos y ellas han llegado a respetar un poquito más la labor que realizamos como educadores, ya que se han tenido que involucrar en procesos mucho más específicos y han podido observar que existen dificultades, que existen muchos detalles que hay que sobrellevar con mucha delicadeza y cuidado. En este tiempo donde el aula se ha metido en el hogar y han podido observar de manera directa el trabajo que se realiza en ese espacio, desde los métodos pedagógicos y situaciones específicas también han observado que los procesos que se desarrollan dentro un aula no son tan sencillos como parecen a simple vista, el tema de un mayor involucramiento y su constancia en el tiempo se convierte en un tema muy complejo que toca seguir madurándolo a partir de la diferencia entre la virtualidad y la presencialidad, que no es algo negativo, sino que se debe trabajar a fin de manejar de mejor manera todo este proceso y mientras más actores nos involucremos a partir del diálogo y la propuesta, no simplemente desde la crítica, desde un diálogo amplio y abierto podemos llevar a mejor todo lo que involucra a la educación velando siempre por el futuro, presente y bienestar de las wawas” (Tatiana Paz, profesora de la ciudad de El Alto).
Se hace necesario mencionar que en el área rural cuando se clausuró la gestión educativa el 2020, que ha sido una medida totalmente desacertada, lo que significó la implantación de nuevas modalidades de educación mismas que no funcionaron ni en el área urbana y ni en el área rural ya que todo era totalmente improvisado, entonces es necesario aclarar que el maestro rural, el magisterio rural en las comunidades desde el 2021 ha estado trabajando en clases presenciales, horarios completos y de lunes a viernes, es vital aclarar que el magisterio rural ha detenido sus actividades presenciales solamente en la gestión 2020 con la clausura obligatoria del año educativo.
En el área rural la comunidad en sí establece cargos rotativos que se hacen responsables de la estancia de los profesores y profesoras en sus territorios, así también de las actividades escolares de los niños, niñas y adolescentes; por ejemplo, llevarlas a participar de un campeonato, actividades y responsabilidades que son asumidas entendiéndose todxs como parte fundamental de la comunidad y necesarios para el desarrollo de sus dinámicas que permiten su permanencia en el tiempo, así como también las dinámicas de reciprocidad y redistribución que permiten mantener el equilibrio en las relaciones que se desarrollan dentro las mismas, y precisamente bajo esa corresponsabilidad es que las clases presenciales fueron garantizadas.
En cambio, en el área urbana este acompañamiento y corresponsabilidad de cuidados fueron asumidas en el diseño y establecimiento de medidas de bioseguridad efectuadas tantos por profesores, estudiantes y padres/madres de familia, directamente organizada a partir de su instancia representativa conocida como Juntas Escolares de Padres y Madres de Familia.
- ¿Cómo enfrentamos el tema psicológico de retorno a la presencialidad?
Es de vital importancia también tomar en cuenta el aspecto psicológico y emocional de niños, niñas y adolescentes en este tiempo de retorno a clases presenciales, las necesidades que son expresadas por medio de actitudes, sentimientos y comportamientos de parte ellos y ellas, es decir el acompañamiento a este proceso, que podamos conversar al respecto, ya que así como hay niños, niñas y adolescentes que desean volver a clases y que lo hacen con mucha alegría, existen otros que no, entonces como acompañantes de estos procesos de crianzas tenemos que aprender a ver estas señales. De pronto niños, niñas y adolescentes que tenían problemas de relacionamiento, antes de la crisis sanitaria, el hecho de que pasen clases “en línea” a significado para ellos y ellas un logro, ya que eso significaba que no tenían que relacionarse con su grupo de pares; entonces durante estos dos últimos años se han perdido habilidades y es en ese sentido que como acompañantes de niños, niñas y adolescentes, tenemos que saber leer lo que está pasando con ellas y ellos; es decir, hablar mucho con ellos y ellas, ver cómo está avanzando el proceso de esta reinserción social.
“Es preocupante en gran medida la tolerancia a la frustración, ya que en este tiempo que han estado encerrados/as razón por la que justamente no han socializado, ha ocasionado el surgir de un tema originado por no haber tenido actitudes con las demás personas de su edad: No han tenido la oportunidad de poder desarrollarse, la oportunidad de poder resolver conflictos, de hacer nuevos amigos y amigas, etc., tema del cual debemos estar pendientes en ese camino para poder ver realmente como este retorno a clases de manera presencial está afectando a las wawas y adolescentes, es también muy importante que los y las profesores estén atentos y atentas a pesar de que esto sea muy complejo desde la llegada a un punto de lograr formar en serio una comunidad entre profesores, tutores, padres, madres, wawas y adolescentes que sería lo ideal para que podamos realizar un trabajo conjunto” (Alejandra Canelas, psicóloga).
Es fundamental que los profesores y profesoras estén muy atentos a los cambios de actitud que podamos ver en niños, niñas y adolescentes, es importante también que se pueda observar los mecanismos que los y las estudiantes están empleando para poder solucionar los conflictos que se generan entre ellos y ellas, desde donde se están relacionando, el tipo de lenguaje y el cómo se están hablando.
Definitivamente este tiempo los y las estudiantes se han inmiscuido más en el mundo virtual/digital, juegos en línea, plataformas comunicacionales o redes sociales, qué es lo que les ha quitado la capacidad de socializar y estos aspectos también se tienen que tener muy en cuenta.
Madres, padres y profesores/as necesitan relajarse un poco con el tema académico, si las niñas, niños y adolescentes no está aprendiendo a leer o a escribir o no sabe sumar, restar o dividir no importa ya que van a lograr aprender después, lo importante ahora es trabajar en reconstruir sus habilidades sociales, ahora es importante escuchar, porque así como las personas adultas hemos tenido ansiedad, preocupación e incertidumbre, no sabemos por los momentos que estaban pasando las niñas, niños y adolescentes, lo que estaban sintiendo y en qué estaban pensando frente a este ensayo de fin de mundo que hemos tenido, que cosas se estaban imaginando que no pudieron sacar y que siguen ahí llegando a instaurarse y dependiendo de las personas salen de una u otra manera, por eso es crucial tomar atención a las emociones y a lo que estamos sintiendo.
Este tiempo nos está enseñando a priorizar cosas y es imprescindible iniciar por priorizar nuestra salud mental primero a nivel personal y después de niñas. niños y adolescentes de quienes estamos a cargo.
“Es preocupante lo que acontece con la adolescencia actual porque están muy inmiscuidos en las redes sociales, en los juegos en red mismos que les han arrebatado las capacidades de socializar. Ya que socializan a través de las redes sociales, por medio de una pantalla, un teléfono móvil y de esta gran cantidad de plataformas; si no logramos hacer equipo entre todxs tendremos serios problemas de aquí al futuro con los y las adolescentes especialmente” (Alejandra Canelas, psicóloga).
Surge la duda acerca de posibilidades, predisposición y capacidades de los y las profesoras para atender estas otras necesidades que en este momento tienen los y las adolescentes y no solamente enfocarse en el avance académico que viene también como exigencia del Ministerio de Educación. Nos plantea un reto nada fácil de priorizar esta necesidad emocional que se pueda equilibrar, pueda entenderse y en resumen encontrar la forma de ser atendida, si esta se manifiesta por medio de conversaciones, si se incluye al plano de las actividades; nos llega a pintar un panorama bastante complejo porque hasta este momento no está siendo dimensionada de manera óptima.
Es de lamentar que en la actualidad el poder ocuparse de las emociones no es una prioridad y esto es muy paradójico pues si los niños, niñas y adolescentes están sanos emocionalmente van a tener la predisposición y el entusiasmo de aprender lo que le corresponde; pero si ellos y ellas están preocupados, ansiosas, viviendo también sus propias confusiones, teniendo sus propias preguntas existenciales poca atención le va a poner por ende a lo académico, por ello como parte de la pedagogía es importante ver este otro lado emocional, por eso si bien profesores y profesoras tienen que cumplir una currícula y no logran prestar atención suficiente a estos otros aspectos también de vital importancia, de pronto estos otros espacios alternativos son muy importantes, espacios que podamos generar y construir en casa son revitalizantes, espacios que se construyen en comunidades, barrios, OTB’s (Organizaciones Territoriales de Base), que son como espacios de apoyo escolar, etc.; espacios que son gestados y sostenidos por la comunidad que se desarrolla en un territorio determinado.
Debemos cambiar nuestro paradigma, la crisis sanitaria nos ha traído este desafío, el mundo ha cambiado ya no es el mismo y como adultos y adultas tenemos que saber observar estos desafíos de nuestro tiempo que nos está diciendo que es momento de cambiar el paradigma, es momento de crear y posibilitar más espacios donde la niñez, adolescencia y juventud tengan la palabra, tengan la voz; lamentablemente eso no pasa con frecuencia en las escuelas, donde la voz de los niños, niñas y adolescentes es anulada y eso viene desde el sistema educativo mismo, no existe un chance de que tengan una voz propia escuchada.
Nos toca a las personas que de alguna manera estamos comprometidas con la educación y con los procesos saludables y armoniosos de la niñez y adolescencia el prestar atención, generar espacios y que las voces de ellos y ellas sean escuchadas.
El tipo de educación que estamos brindando a las wawas y adolescentes, modelos de crianza que se vienen construyendo desde las comunidades, sin llegar a confundir con la cantidad de medidas punitivas o castigos con el objetivo de formar un carácter correcto, beneficioso y útil para la sociedad sea el camino, es necesario dejar de estigmatizar a los y las adolescentes como irresponsables, “rebeldes”, etc., es necesario también cortar el camino tortuoso de la culpa que se viene instalando en ellos y ellas desde muy temprana edad.
La corporalidad entendida no como entes únicos sino como parte de un todo, el conversar sobre la incorporación de herramientas digitales a través de celulares y computadoras que, si bien antes su uso era restringido, ahora nos toca aprender a convivir con esos dispositivos y comenzar a crear herramientas que optimicen y justifiquen su presencia, así como también su uso. El poder abordar temas diversos que conlleva el acceso constante a la Red, como tratamos estos temas lejos de prejuicios y tabúes.
Así mismo conversar sobre las medidas de bioseguridad que se han impuesto en las unidades educativas, la rigidez de las mismas y una sobreexposición a productos químicos, la contaminación que representan estos productos para el planeta y como nos hacemos corresponsables del tratamiento de esta nueva basura que se viene generando.
Está siendo complejo vincularlo con la currícula educativa por temas de tiempo, pero si es algo que debe hacerse como docentes, en la comunidad educativa y el territorio que habitamos, debemos hacer el esfuerzo de retomar y darnos los modos, las maneras, reinventarnos nuevamente para poder hacer uso de todas estas herramientas.
- Aprendizajes y desafíos en este contexto educativo
- Ponerse al día en el avance en cuanto a contenidos que contempla la currícula educativa
Una de las preocupaciones que es más visible entre madres y padres es que los niños, niñas y adolescentes en este tiempo de crisis sanitaria se han perjudicado en su proceso de aprendizajes, en consecuencia, un retorno a las clases presenciales implica ponerse al día, es decir recuperar todo lo perdido sobre todo en términos de cumplir el contenido académico, en este punto mencionar que no solamente esto es importante sino también ver estos otros aspectos. Lo emocional, lo psicológico, estas rupturas que se han producido a partir de intentar la socialización mediante una pantalla pues nos hemos dado cuenta que eso no es precisamente lo mejor; la presencialidad, la corporalidad son fundamentales en estos procesos, desde una mirada como padres y madres da la impresión de que la principal preocupación es “ponerse al día”, es decir, recuperar todo lo que no se ha avanzado y la preocupación surge a partir de plantear si esto es lo más adecuado para este proceso de enseñanza y aprendizaje o como es que este tema se está planteando pedagógicamente en cuanto a contenidos y a una búsqueda de un equilibrio emocional psicológico de los y las estudiantes.
En la educación regular estamos bastante atados al currículum, porque es algo que contempla los contenidos mínimos que debe tener, por lo menos teóricamente, una persona que pasa por el sistema educativo, entonces es cierto también que existe una gran preocupación en el sentido de que no se ha podido avanzar ciertos contenidos o no se lo hizo de la mejor manera, no han aprendido porque no estuvo el profesor a su lado para explicarle, entonces esto evidencia esa preocupación tanto en los docentes como en padres, madres de familia y tiene validez, pero también hay que precautelar la integralidad del estudiante.
El aprendizaje depende mucho del interés y de muchas otras situaciones que tenga el mismo en el momento, entonces por muy buen profesor o profesora que se sea, no se puede interesar a los niños, niñas y adolescentes en el 100% de los contenidos y aunque tengan interés existen muchas situaciones que se ponen en juego que no permiten o facilitan este proceso de enseñanza y aprendizaje, sobre todo el proceso de aprendizaje, entonces lo que nos toca entender es que el aprendizaje no es una cuestión mecánica y sobre todo en este tiempo que tenemos toda la información en la palma de la mano, que la información ha sufrido una explosión gigantesca, el conocimiento al cual teníamos acceso cuando estábamos en etapa escolar es muy diferente a la cantidad, sobre todo, de conocimiento a la que están expuestos y pueden tener acceso en la actualidad los y las estudiantes.
En este sentido el papel de la educación va más allá de dar lo que son los contenidos, está sobre todo en cultivar esta sensación de logro que él y la estudiante puedan llegar a sentir, es decir que sepan que pueden aprender, que vivan esta sensación de que son capaces de aprender, que es placentero y pueden hacerlo, hacemos mención de un postulado de la neuroeducación, que también es válido, y nos dice que aprendemos no solo el contenido sino que todo lo que es el conjunto de sensaciones que acompañan al contenido, es decir, si yo aprendo de manera clásica a multiplicar con el “Kimsacharani*” al lado, no se produce la misma sensación que si yo aprendo con un juego didáctico o de repente divirtiéndome con un compañero o simplemente con tranquilidad. Todos estos procesos ponen en juego diferentes mecanismos cerebrales que en un futuro condicionan nuestras actitudes en la vida y más que todo en el nivel inicial y primario es donde se van afianzando estos mecanismos cerebrales, los mismos que de repente a la larga en nuestra vida nos condicionan a tener ciertas actitudes sobre ciertas materias, cierto contenidos o sobre el propio aprendizaje que a veces no podemos explicarnos pero que se han originado en las primeras experiencias de enseñanza y aprendizaje; en este sentido las preocupaciones respecto a los contenidos, el tiempo que han perdido las y los estudiantes en este periodo de la virtualidad, tienen toda la razón, pero también es importante que entendamos que el aprendizajes son procesos que no podemos forzar, procesos que debemos respetar y darles el tiempo a niñas, niños y adolescentes de retomar una situación de equilibrio, confianza, tranquilidad, donde ellos y ellas puedan realmente desarrollar sus potencialidades. Es importante ver un poquitito el avance, pero no es lo primordial, recordar lo importante que es el respetar el proceso de aprendizaje del individuo sin olvidar que cada niña y niño es una persona completa que merece ser respetada y que necesita todo nuestro apoyo.
“También logramos encontrar ciertas ventajas en la virtualidad, hasta cierto punto, una de ellas es que los niños, niñas y adolescentes han aprendido a relacionarse y a realizar todo lo que es esta expresión artística que es sumamente importante como una forma de trabajar muchas situaciones emocionales, situaciones corporales; en la virtualidad involucrar a los padres y madres de familia con esta facilidad de enviar videos aunque los mismos tengan muy baja resolución o el enviar audios, el que los niños y las niñas y adolescentes canten, se manifiesten a través de la danza, teatro, poesía donde se hacía bastante evidente la participación de las mamás y papás que si o si estaban en un buen porcentaje, se ha traducido en una ganancia porque a veces es un poquito complicado involucrar a algunos padres y madres de familia” (Tatiana Paz, profesora de la ciudad de El Alto).
*Una especie de látigo de castigo con tres puntas, que también se suele usar como símbolo de autoridad.
- ¿Cómo afrontamos estos nuevos retos y continuamos luchas que permitan entretejer o seguir estos caminos comunitarios?
“En ciertas percepciones de lo indígena, lo rural a veces existen esencialismos, pero lo estructural nos atraviesa a todxs, ya que seamos parte de lo Rural o parte de lo urbano, existen unos conservadurismos, la colonia, la occidentalización, la homofobia son elementos que están bien marcados dentro de nuestrxs cuerpxs y pensamientos que se traducen en conductas y reacciones que definitivamente debemos reflexionar como sociedad en general. Sin embargo claramente las experiencias que tengo como maestra/educadora aquí en el área rural son de las más desafiantes y de las más satisfactorias que he tenido en mi profesión como maestra/educadora, porque las dinámicas y procesos que aquí se sostienen son muy diferentes a lo que sucede en el área urbana, dado a que lo rural se basa en un trabajo comunitario permanente y que la vida gira alrededor de la tierra y del trabajo en la producción del alimento entonces solamente esos dos puntos marcan toda una cosmovisión, una forma de ver el mundo de diferente manera y es por eso que la vida en el campo o área rural con respecto a la crisis sanitaria ha sido definitivamente muy distinta respecto a lo urbano, yo que he transitado entre estos dos espacios durante esta crisis sanitaria, he podido observar que aquí en el área rural la gente tiene otra concepción de la enfermedad, otra concepción de la muerte, tiene otra forma de ver estos conceptos; mientras que en las ciudades hemos tenido mucho miedo, enfrentamos la crisis con mucho temor, pánico, con desconfianza; en el campo la dinámica ha sido totalmente diferente, el trabajo nunca paró, la reunión no se suspendió, la gente no detuvo sus actividades más al contrario continuó con el trabajo permanente, diario porque con todo lo que ahí se vive se ha considerado a la Covid-19 como una enfermedad más, en nuestro territorio la vivimos y la enfrentamos porque la cosmovisión es totalmente diferente respecto a lo que vemos sobre la vida, la muerte y la enfermedad, lo cual llega a constituirse en una gran enseñanza y aprendizaje” (Eliana Quiñones, maestra rural).
La misma forma en la que se digiere el miedo en las comunidades rurales difiere sobremanera en cómo se digiere el miedo en las ciudades, esto debido a las formas en las que hemos sido construidos y criadas, es fundamental mencionar lo siguiente: en el trabajo en el campo es donde más se adquiere un aprendizaje muy ligado al territorio, las wawas son nuestras maestras, la comunidad se convierte en nuestra profesora para poder nosotrxs mismxs reflexionar acerca de nuestras propias taras colonizantes que tenemos dentro, sobre nuestras propias formas de ver desde una perspectiva muy vertical las formas en cómo es la organización política, la organización económica, o las formas que nosotrxs pensamos que nosotrxs creemos saber cómo funcionan las comunidades, y no es así, porque para saber cómo funciona la comunidad tenemos que estar ahí, adentro con un carácter muy humilde para recibir esta enseñanza que la misma te proporciona a través de la crianza de las relaciones.
“Desde esta experiencia, creemos que la educación debe cambiar profundamente, porque es fundamental la cosmovisión de cada lugar, tiene que ser la cosmovisión de cada lugar el principio y la fuerza de una educación descolonizadora y de una educación transformadora, ya que en las comunidades rurales también la educación llega de forma occidentalizada, de forma blanqueada porque en realidad no existe una educación bilingüe al 100% en las comunidades, muchas veces se enseña en castellano, lo que produce que muchas niños/as y adolescentes fracasen porque ese no es su idioma, entonces es importante que los comités de padres y madres de familia se organicen en el campo o área rural para que la educación salga desde la cosmovisión desde la lengua, es invaluable el esfuerzo de los/as educadores rurales para lograr una educación diferente, son personas muy creativas ya que trabajan en diferentes herramientas educativas para plasmar diversos contenidos y esta creatividad nos es utilizada por las autoridades educativas, más al contrario hacen y toman decisiones que están completamente descontextualizadas; definitivamente en el área rural la educación es aún una lucha porque para muchas personas la educación sigue siendo un privilegio, existen niños/as y adolescentes que caminan dos a tres horas para llegar a la escuelita y poder estudiar; la gente en la comunidad exige una educación porque tiene derecho a una educación, tiene el derecho a tener las mismas oportunidades, por ello en el campo las/os niños/as y adolescentes tienen un conocimiento, una habilidad, las/os niños/as y adolescentes son bilingües; pero estos conocimientos y habilidades están invisibilizados y eso es importantísimo que como educadores saquemos a la luz estas habilidades tan profundas que tienen las/os niños/as y adolescentes que ya desde los cinco años conocen las plantas, pastorean grandes rebaños de ovejas, pueden luchar contra el zorro, conocen las estrellas, saben en qué tiempo se tiene que regar, saben si va a llover, es decir poseen un espíritu de la contemplación muy profundo y eso es sabiduría, entonces esto es lo que la escuela tiene que profundizar, motivar, tiene que sacar a la luz este conocimiento que proviene a través de las/os niños/as y adolescentes, en lugar de acallarla con una educación occidentalizada donde nos dicen que debemos ser ingenieros, etc, como si ese saber tuviese más peso que el otro saber, si las/os niños/as y adolescentes quieren ser ingenieros/as están en su derecho, pero es necesario que no se ponga una cosa sobre otra: ya no seas campesino ahora tienes que ser doctor, entonces esto es lo que toca cambiar; si las/os niños/as y adolescentes quiere ser campesinos/as o doctores/as que sea pero con las habilidades profundas que ellos/as aprenden desde la tierra” (Eliana Quiñones, maestra rural).
La comunidad educativa tiene la gran responsabilidad de apoyar permanentemente en las escuelas, porque la educación no es de la escuela, no se hace dentro la escuela, la educación se da a través del diálogo constante dentro de la comunidad, nosotrxs aprendemos en nuestra casa, aprendemos en la comunidad, aprendemos en la escuela lo cual nos demuestra que la educación debe ser recíproca, porque también existen educadores que se creen entronados donde el único 100 es del profesor y eso no puede ser posible, los educadores y educadoras tenemos que aprender también de la comunidad, tener esa gran escucha, esa gran humildad para saber lo que la comunidad te enseña y cómo ese conocimiento convertirlo en una experiencia transformadora tanto académica, social y creativa en beneficio de todas las wawas, la comunidad tiene que estar ahí porque el/la educador/a es alguien más de la comunidad y todxs tenemos que aportar. Entonces toca sistematizar estas ideas, visibilizar el trabajo y la habilidad que tienen las wawas dentro de las comunidades.
“Como padres y madres de familia es necesario también conversar sobre el grado de influencia en cuanto a los contenidos pedagógicos que está incluida en la currícula que vienen desarrollando los/as profesores, que es justamente ahí más que la influencia lo que podemos hacer como padres/madres organizados/as en las Juntas Escolares es sugerir que se tomen en cuenta dentro los avances de contenidos donde se puedan observar otros campos que involucren la creatividad e investigación que despierte la curiosidad de los/as estudiantes y que los/as mismos/as se involucren es ese proceso de aprendizaje. Es preciso incluir otros temas en esta currícula, por ejemplo el tema de la violencia que es un tema que involucra a toda la comunidad no solamente educativa, pero lastimosamente estos temas son dejados en segundo lugar, desde nuestro trabajo coordinado con la dirección de las unidades educativas podemos sugerir que se incluyan otros contenidos pero no podemos interferir en el diseño e implementación de los mismos, podemos proponer que se modifiquen algunos contenidos, pero esto implica que sean planteados en instancias superiores en procesos muy marcados de burocracia” (Maria Isabel Portillo, Junta Escolar Macrodistrito Sur de La Paz).
Más allá de todas las disposiciones, los discursos que se generan a partir del tema educativo, en plena crisis sanitaria, el buscar encontrar formas de crianza comunitaria desde lo educativo con niños/as y adolescentes representa un trabajo y una discusión necesarias para generar espacios territoriales que permitan procesos de discusión, reflexión, análisis y debate respecto a este gran tema.
El trabajo que se viene realizando desde el proceso de vincular un espacio educativo de crianza de las niñas, niños y adolescentes con su territorio que se convierte en un camino y una propuesta y apuesta para mirarse y re-pensarse otro tipo de educación, ya que de las críticas más grandes que pueda darse al sistema educativo formal vigente, más allá de que sean públicas, privadas o de convenio, es que terminan desvinculando a los niños, niñas y adolescentes de su propio territorio, terminan generando una suerte de islas que ya no responden en sí a lo que está aconteciendo en sus contextos más próximos; cuando miramos y nos corresponsabilizamos del territorio y queremos ver hacia dónde vamos es necesario mirar también desde la crianza de y con las wawas.
Cuando hablamos del Vivir Bien miramos esos horizontes que nos marcan una forma de trabajo en el espacio, entonces si el Vivir Bien es compartir y no competir, nuestras estrategias pedagógicas, nuestras estrategias de trabajo diario no incluyen actividades que impliquen la competencia que establezcan ganadores y perdedores; es decir tenemos que ir marcando un ritmo, unas formas de trabajo, ejes articuladores donde lo primordial es vincular el aprendizaje, nuestrxs cuerpxs con el territorio y lo que esto implica,
Conversar, asumir y trabajar el tema de la alimentación es un espacio fundamental en el proceso educativo, también el acompañamiento pedagógico que se vincule con estas otras temáticas tan importantes, lo cual llega a convertirse en un reto para nosotrxs.
Es gratificante y esperanzador el reconocer que existen otros espacios educativos que están repensando estas otras formas de mirar la educación que nos vincula con el territorio, trabajar temáticas amplias que se desarrollan en nuestros contextos próximos hablamos de salud, alimentación, arte, cultura, identidad, etc., como parte fundamental en los procesos de crianza con las wawas.