La provincia de Espinar queda ubicada en la región Cusco en el sur peruano, ahí se encuentra una de las minas más antiguas de esta región que explota el cobre, que ha reanimado su explotación, además, por lo que denominamos las transición es energéticas, es decir ese modelo de transición energética que intenta salir de la dependencia de la energía fósil hacia energías “más verdes”, pero que ha generado un proceso que podríamos llamar de recolonización en nuestros territorios a partir de la demanda energética y de otras energías desde el norte global hacia el sur global del planeta.
En esta región de Cusco, en esta provincia Espinar esta una de las minas más antiguas, justamente de esta región, de cobre, se trata de la Mina Tintaya que tiene más de 40 años de proceso de explotación y que ha pasado a la propiedad de la Minera Glencore de Suiza, esta mina que ha dejado de operar hace algunos años para trasladarse hacia dos nuevos tajos a cielo abierto a través de la compañía Minera Antapaccay.
En la misma región de la provincia Espinar en la región de Cuzco en el pero, esta mina ha dejado una serie de pasivos ambientales, ha dejado también una larga secuela de daños en las personas, en la movilización y en este traslado de poblaciones en la región, pero también daños muy profundos en el ecosistema, en la ecología y en la naturaleza de la región, para conocer más a cerca de lo que sucede en este territorio conversamos con doña Cristina Choque Castillo quien es parte de una comunidad vecina donde ha quedado el campamento minero de la Minera Tintaya y desde donde se opera actualmente en dos inmensos tajos a cielo abierto en la compañía minera Atapaccay.
Doña cristina nos dice: Soy de la nueva Comunidad Cocareta, nosotros estamos viviendo triste por culpa de esta minera, esta minero nos ha traído fracaso, contaminación con metales pesados en nuestra sangre, estamos muriendo con cáncer, nosotros nuestros ganados ya no tenemos, no tenemos economía para hacer curarnos, la minera no nos apoya en nada, no nos da empleo, nosotros estamos llorando, clamando triste, no tenemos agua dulce, antes nosotros teníamos 7 ojos de agua.
La minera se ha hecho su relave, se ha hecho desaparecer los ojos de agua, ahora el rio está muerto, ahora nos dan agua artificial, esa agua nos da para que tomemos, ahora estamos totalmente enfermos, nosotros queremos denunciar a esta minera pero no tenemos economía, para ir a su país, para publicar como estamos sufriendo, llorando, a nosotros no nos quiere escuchar sus trabajadores de esta minera, esta minera es una maldición para nosotros porque nos ha hecho fracasar nuestra chacra, nuestro ganado, nuestros hijos también trabajan en otros lugares, ya no viven acá porque aquí ya no hay vida….dejamos aquí la conversación completa junto a Cristina Choque Castillo y José de Echace….
