EL TARWI REHABITA LAS FERIAS Por: Mario Rodríguez Ibáñez

En el marco del 3er Encuentro de la Red del Tarwi, de la cual somos parte varias organizaciones de la Red de la Diversidad, organizamos e implementamos ferias itinerantes en diferentes barrios de La Paz y El Alto en el mes de septiembre del año 2020. Inti Phajsi y Wayna Tambo de El Alto, integrantes de la Red de la Diversidad, asumimos la tarea movilizadora para estas ferias realizadas en las zonas de Alto Tacagua y Pasankeri Norte Antofagasta en la ciudad de La Paz y en las zonas de Senkata y Villa Dolores en la ciudad de El Alto. Además de las mencionadas, participaron otras organizaciones e iniciativas de la Red K-Motes del Tarwi como Flor de Tarwi de Copacabana, Asociación Suma Jhata de Sahuiña, Emprotac de Carabuco, Deli Tarwi de Escoma, Musa de El Alto, La Luna, Kulli Pankara, Esbel T, Gira Luna de La Paz y Chiri Kutik de Cochabamba.

En medio de un escenario de emergencia sanitaria y confinamientos, rehabitamos las ferias populares, con medidas de bioseguridad, pero fundamentalmente con sabiduría ancestral, con abrazos comunitarios, con alimentos y medicinas para fortalecer nuestros sistemas inmunológicos y nuestra soberanía, con cuentos y músicas, con la radio en la calle, con diálogos y conversaciones. La gente que hace parte de estas ferias, pudo, además, intercambiar y truequear sus saberes, recetas, medicinas, consejos, historias de los barrios con bolsitas que contenían diversos alimentos elaborados en base a tarwi y que fueron aportes de las distintas organizaciones de la Red del Tarwi.

Nos cuidamos sí, pero el cuidarse no significa aislarse, sino reencontrarse para compartir sabidurías, consejos, cuidados. Tejer comunidad que cuida los cuerpos, las familias, las comunidades y los territorios. Cada conversación, cada encontrarse entre dos o tres personas, o en pequeños grupitos de diálogo, cada escucha a la distancia, cada escucha desde las casas aledañas, cada escucha a través de nuestras radios de la Red de la Diversidad, son maneras de hacer brotar procesos educativos, comunicativos y culturales para fortalecer lo comunitario en nuestras ciudades. Así lo local hace parte de los procesos globales, debate con las tendencias de las múltiples crisis en el mundo, para mostrar que otros modos de vida son posibles, que otros horizontes civilizatorios son posibles,  que otras redes de cuidado y amparo son posibles, que otras alimentaciones ya son parte de nuestras vidas, que las alternativas anidan y son parte de nuestras vivencias cotidianas y comunitarias, de nuestra sabiduría ancestral y de los brotes de tantas nuevas iniciativas, que se potencian si nos articulamos en redes y tejidos.

El tarwi rehabita nuestras ferias para recordar que siempre estuvo, que seguirá estando y que junto a otros alimentos como la cañawa, la quinua, el amaranto, el isaño, las decenas de variedades de papa o de maíz, hacen parte de nuestra posibilidad soberana de alimentarnos cuidando la madre tierra. El tarwi, esa maravillosa leguminosa andina, nos invitó a esos encuentros y abrazos, fue nuestra anfitriona, hermana y hermano, madre y padre, abuela y abuelo, maestra y maestro que nos ayudó a rehabitar nuestras ferias en tiempos de pandemia, pero no de distanciamiento social o comunitario, sino de proximidad cuidadora de las personas y los territorios.