“Comemos gracias a las ollas populares”, dice el albañil que construye casas ajenas y no tiene casa. “Anoche no dormí porque tenía hambre”, nos comenta Daniel, a quien lo echaron de su casa que alquilaba porque no pudo pagar, y de paso, le robaron todos sus muebles. “No quiero volver a vivir en la calle”, nos cuenta Jesica, en patas, con frío y barro por la lluvia que golpea su techo de bolsa de plástico. “Paragua, te vamos a hacer un agujero”, dice un guaraní con brazos grandes de tanto pico y pala, y cemento y fratacho de la construcción. “Qué fácil, vos porque tenés casa, capo, con aire acondicionado y estufa”, le responde un vecino a un funcionario que trajo “una solución” que no conforma a nadie que también quiera tener una casa. El funcionario pone una valla para dividir y se queda del lado de “los buenos”, los que imparten justicia social, los que quieren que los vecinos se conformen con una salida miserable, ellos, los funcionarios y funcionarias, trajeron vallas, y se escudaron con la policía, armaron una escena y, junto con los medios amigos, crearon un discurso que los victimiza. Los buenos se juntaron con la yuta, esa que impide meter bidones de agua al barrio en plena pandemia. Esa yuta que incauta la mercadería para las ollas.
Los funcionarios y funcionarias, tan buenitos ellos, que dividen a los barrios, que llevan verdura podrida. Y como se la rechazan, gritan “¡ustedes son violentos!”. Buenitos ellos, que resulta que tienen miedo de la “violencia” de los vecinos y las vecinas. Funcionarios y funcionarias que son parte responsable de la violencia estructural que padecen los vecinos, las vecinas, los niños, las niñas que duermen en una choza de nylon. Misericordiosos ellos, los funcionarios y funcionarias, que se acuerdan dos meses tarde de lxs vecinxs, y van a sacar la foto para la opinión pública y sus aplaudidores que quieren que los pobres se conformen con un bolsón de verdura podrida, y capaz algunos pesos para alquilar una piecita y vivir hacinadxs. Buenitos, los funcionarios y funcionarias nacionales y populares que con su código penal en la mano ofrecen una “salida pacífica”.
¡Qué atrevidos los pobres! ¿Cómo van a pedir comida en buen estado? ¿Cómo van a tomar su pedazo de tierra para vivir? ¿Cómo van a exigir agua y comida? ¡Qué atrevidas las pobres! Que están buscando una vida libre de violencias. ¡Qué atrevidos esos pobres! Que juegan a la pelota en patas, porque no hay calzados para esos pies chiquitos. ¡Qué atrevidos los pobres! Que te abrazan fuerte, o que te invitan un mate, o que te convidan la poca comida que tienen y te dicen “gracias por visitarme”. ¡Qué atrevidos esos pobres! Que no aplauden a esos funcionarios y funcionarias que funcionan para mantener el estado de las cosas. ¡Qué atrevidas las pobres! Que le dicen “vos no sos mi compañero” al demagogo que le dice “compa” con una valla adelante. ¡Qué atrevidos los pobres! Cómo no les desplegaron la alfombra roja a los funcionarios que vienen a traer un parche para tapar una herida de fuego. ¡Qué atrevidos los pobres! ¿Cómo no aceptan las condiciones dadas? Que no son otra cosa que la miseria planificada. ¡Qué atrevidos los pobres! ¿Cómo se van a cansar de dormir en la calle, debajo de un puente o en un pasillo o en una vereda techada? ¡Qué atrevidos los pobres, los “delincuentes” que toman su tierra para vivir, su tierra para cosechar, su tierra para “hacer una casita para mi abuela”, como dijo Eduardo de 23 años. O como dijo otro vecino: “Esto es para mi pibe”. O como dijo el otro vecino: “Que Berni me dé una pieza de su mansión y yo me voy, pero con $50.000 que me ofrecieron no hago nada”. Qué atrevidos todos ellos, todas ellas, lxs pobrxs. ¿Cómo van a exigir dignidad? ¿Cómo no se conforman con las migajas? ¡Qué atrevidos los pobres! Qué atrevidos quienes reivindican la justa acción de tomar lo que les corresponde. Ojalá fuésemos todxs así de atrevidxs. Funcionarios, funcionarias: lxs vecinxs exigen su tierra para vivir.
Los responsables de dar una solución son: Axel Kicilloff, Gobernador de la Provincia de Buenos Aires / Andrés “Cuervo” Larroque, Ministro de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires / Blanca Cantero, intendenta de Presidente Perón / Juan Marino, Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires / Estela Díaz, Ministra de Las Mujeres, género y diversidad sexual de la Provincia de Buenos Aires / Lucía Portos, Subsecretaria de Políticas de Género y Diversidad / Rubén Pascolini, Subsecretario de Hábitat / Martín Rizzo, Juez a cargo del Juzgado de Garantías N° 8 de Cañuelas, ordenó el desalojo de la toma / Sergio Berni, Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, a cargo del operativo represivo y de desalojo con 500 policías bonaerenses.
Nombres y apellidos encarnados en puestos, cargos, funciones, ministerios: sitios que la miserabilidad del poder construye cuando intenta contener y regular las inequidades de un sistema que de por sí es violento y desigual. Lxs vecinxs de la recuperación apelan a todas las herramientas de lucha, agotando todas las posibilidades y, a la vez, creando nuevas. Quizás, lo digno de esta pelea sea imposible de encontrarlo en los pasillos de los Ministerios, en los murmullos de la clase gobernante. Ellxs, lxs vecinxs, saben que están luchando por algo necesario y vital. Discuten con el sentido común, con la bajada de línea de los medios de desinformación: “No es toma. Yo vivo en un barrio. Estoy acá con mi familia”. Saben que están acá, pisando este suelo, por niñeces libres, por hogares sin violencia, por tierras para habitar. Ojalá también sepan que su atrevimiento contagia y que es un ejemplo de lucha y de vida.
Cobertura colaborativa entre La Obrera Colectivo Fotográfico, La Chispa Prensa, Matanza Viva, Aislamiento Represivo, Ancap y Periódico Gatx Negrx.
Fuente: https://periodicogatonegro.wordpress.com/2020/09/29/que-atrevidos-los-pobres/?fbclid=IwAR08_Yr-zyKSZDjK4IE00oxzmzqbjR2HidRIlh6JcDc5uhAvzpRQ5swzuEg
