Pedro Andrade comparte junto a nosotrxs la música que produce en base a los instrumentos de viento, desde un trabajo de investigación profunda: El soplo del Viento y la Quena, rastreo de un instrumento musical prehispánico.
Pedro nos dice: Este trabajo lo inicio luego de que yo fuese parte del Grupo Ruphay hasta el año 81, el 82 hago mi renuncia al grupo y me dedico enteramente a la investigación de instrumentos aerófonos, en esa ocasión no había un ámbito en el cual uno se pudiera desenvolver porque no estaban dadas las condiciones en el estado boliviano como para poder dedicarse a un ámbito que hasta hoy en día está un poco descuidado, de tal manera de que yo empecé a trabajar en bibliotecas.
Es así que yo llego al INAR en la década de los 90 y encuentro un par de quenillas que habían descubierto recientemente en la Colina de Akapana, la entonces directora del INAR, la Dra. Soniel Conini, me hace mucha referencia a estos instrumentos y después de un tiempo a esta parte hago mis estudios e investigaciones alrededor de los maestros luriris de la Comunidad Walatha Grande, ellos tenían por trascendencia familiar y sobre todo cultural Aymara, de realizar instrumentos e irlos a ofrecer a las distintas ferias que existían en el campo, a las distintas ferias que existían en la ciudad de La Paz, por ejemplo a las Alasitas donde llegaban con sus ataditos, se instalaban y ahí ofrecían una variedad de instrumentos aerófonos de la zona del Altiplano.
A raíz de eso ellos hacen una Wint’aña, que hace referencia a un lugar donde van, se dejan sus cositas, llegan de rato en rato, entonces este lugar lo establecen en la Garita en la Calle Juan Granier, ahí encontrábamos maestros luriris que hacían en su especialidad el trabajo y para todas las comunidades del Altiplano boliviano y para el exterior también.
Esto del exterior lo explico de la siguiente manera, hay un trabajo de un colega antropólogo ramiro Gutiérrez que empieza a realizar hace unos 10 a 20 años atrás, el actualmente es director de la EBIN en Oruro, entonces ramiro empieza a trabajar con los maestros de Walatha y en esos sus trabajos encuentra de que la relación familiar en estos constructores de instrumentos era de generación en generación y se perdía en el tiempo, encuentra un trabajo tan minucioso en relación a las tecnologías que ellos tienen para poder realizar estos instrumentos: cuchillos, qalsuña, phiañas, todos estos pequenos cuchillitos que ellos construían para poder horadar, Entonces el realiza el seguimiento a los Tupos que ellos tenían, cada maestro y mientras más años, tenía, mas Tupos de corte de instrumentos, encontraba hasta 100, 200 en cada persona……dejamos aquí la entrevista completa junto a Pedro para que sigas escuchando su intervención….