1er. Festival Cultural Descentralizado Tejido de Cultura Viva Comunitaria Tarija: Primeros pasos

Finalizar la caravana supuso también expresar algunas de las impresiones y entre éstas estuvo la de continuar haciendo actividades: menos palabras más acciones. Para el mes de abril se agendó un Festival, uno que descentralizara el acceso a las expresiones artísticas del centro de la ciudad –cualidad predominante del Abril en Tarija– hacia otras zonas, pero que también se visibilizara a otros actores artísticos y culturales, no contemplados dentro de la agenta oficial. Así surge el 1er Festival Descentralizado que se mueve dentro de la lógica de una feria itinerante que se alimenta de cada uno de los aportes de los colectivos, desde la exposición y venta de cuadros, pintura al vivo, cerámica al vivo, obras de teatro, venta de libros, hasta muestras audiovisuales, demostración de tai chi, socialización de cultivo de huertos urbanos, música al vivo y aptapis. Durante el trayecto de la organización y la coordinación se fueron sumando otros colectivos además de los ya mencionados: el Ají de Letras, Almita Yoga, Los huerteros Anticapital. Hablamos de trayecto porque en la medida de acrecentarnos tomamos relevos; la repartición de las responsabilidades es importante, así como acordar cómo se irán desenvolviendo las actividades y cuál el posicionamiento ante la institucionalidad y las formas en que negociamos con ella tanto el apoyo logístico como el apoyo en insumos. ¿El apoyo de la institucionalidad pública es imprescindible? Esa es una pregunta-debate constante y quizás uno de los hilos a desenredar y un nudo ya de por sí hecho, anudado; porque la institucionalidad estatal tiene, al menos en teoría, una función de protección de la diversidad, fomento a la creatividad y consolidación de la participación ciudadana pero a su vez los entes burocráticos tienen una tendencia de absorción paternalista y las propuestas ciudadanas se pierden dentro de los laberintos de las gestiones. El Festival descentralizado se postula a sí mismo como una propuesta alternativa, de manejo autogestionado, con intervenciones a territorios poco visibilizados y dirigidos a un público también itinerante, así como espacios no considerados como “espacios culturales” sino más bien “peligrosos” o “abandonados”: el Parque de las Flores, en la feria del Barrio Tabladita y por último la plaza Narciso Campero, cerca al barrio Luis Espinal. 3 intervenciones en 3 semanas. 3 ferias, 3 territorios con su población y dinámica particular y una suerte de continuidad que aspiramos a desarrollar en base precisamente a la experiencia vivida y a los aprendizajes con la gente y, también, al interior del Tejido.