- Un poco de Nuestra Historia
Sipas Tambo está en idioma quechua y significa “mujer joven en un lugar de encuentro”. Lo conformamos, desde sus inicios, un grupo de jóvenes el año 2009 en la ciudad de Sucre y desde aquel entonces fuimos itinerantes; caminamos de aquí para allá criando amistades diversas, distintas y con matices diferentes en sus diferentes recorridos.
Nuestros territorios de intervención fueron y son, plazas, parques, canchitas de barrio, plazuelas, mercados, calles, con actividades diversas como: conciertones al vivo, festivales itinerantes (Purak Tambo), ciclos de cine debate para niño/as y público en general, talleres de teatro, literatura, tertulias con sabor a coca, comunidad de saberes y aprendizajes, etc. Actualmente venimos recorriendo un camino de cuidados, crianza y acompañamiento con los barrios Alto Villar y Betania donde realizamos un trabajo territorial con lxs niñxs de la Escuelita del Vivir Bien.
Si bien el trabajo de la Sipas Tambo con la Escuelita del Vivir Bien se remonta a otras experiencias como en las zonas el Morro, barrio Villa Flores del D-2 y Chayanteños 2, desde 2019, no llegamos a consolidar el espacio de las escuelitas debido a desencuentros con lxs niñxs de esos barrios, que no podían asistir por actividades escolares y\o las iglesias cristianas que ocupaban la mayor parte de su tiempo, además de un factor intergeneracional que no reconocía y daba lugar a compartir espacios y experiencias con algunas mujeres del equipo que tenían menos edad. Superando estos obstáculos a partir de ese camino recorrido se logra un trabajo constante y sostenido en un inicio con el Barrio Alto Villar y desde finales del 2021 en el Barrio Betania, trabajos que forman parte del compromiso de cuidados comunitarios de la Red de la diversidad.
Trabajo de la Escuelita del Vivir Bien en Barrio Betania
Estos barrios que asumimos como nuestros territorios forman parte de los distritos 3 y 6 de la ciudad de Sucre, están ubicados en una zona denominada Lajastambo y Kuchu Tambo que abren paso a la carretera Diagonal Jaime Mendoza, mismo camino que une pueblos del Norte Potosí con la ciudad. Esta zona que es vista como muy lejana y olvidada de la urbe de la ciudad, desde otra perspectiva puede ser vista como una nueva entrada, que hace siglos la recorrían los Chasquis y la gente de a pie para acudir a las capitales (por el Camino del Inca), sin duda son territorios cargados de historias de resistencias y ancestralidad que hoy en día son ocupados y rehabitados por familias, en su mayoría migrantes de pueblos nortepotosinos que entremezclan lo rural y lo urbano y nos muestran otras formas de vida y organización.
- Escuelita Del Vivir Bien en el Barrio Alto Villar
El barrio Alto Villar se encuentra en el distrito 6 de la ciudad de Sucre, cercano a la parada de Kuchu Tambo, con otros barrios vecinos, cuenta con una escuela y un colegio en construcción, alberga alrededor de 80 familias quienes hasta el día de hoy cuentan con algunos servicios básicos pero carecen de agua potable. Este territorio se caracteriza por la masiva presencia de niñxs, ya que los padres y madres trabajan por el día o estacionariamente migran para hacerse cargo de sus tierras en sus pueblos generalmente ubicados en el Norte Potosí. Entre las actividades económicas a las que se dedican lxs vecinxs, podemos encontrar en el mismo barrio pequeñas parcelas de siembra y la crianza de animales. Es un barrio que brota de migraciones y se encuentra a más de una hora del centro de la ciudad.
La escuelita del Vivir Bien en esta zona, llega a partir del año 2020 en plenos días de cuarentena rígida en el país. El primer acercamiento se dio por el tejido de cuidados de la Red, cuando algunos jóvenes que vivían por la zona se nos aproximaron para contarnos sobre las carencias que tenían esos días de emergencia sanitaria, logrando resolver algunas de estas y asimismo acercarnos a otras familias del barrio que también necesitaban ayuda.
Con estas visitas del equipo, los lazos principalmente con las mamás y lxs niñxs del barrio hicieron que surjan ideas de ir a hacer actividades de forma más seguida, se convocaron a un par de reuniones con la junta vecinal para preguntar si las familias vecinas estaban de acuerdo con que vayamos a realizar algunos talleres con lxs niñxs y así fue como empezamos a instalar una pequeña Escuelita del Vivir Bien en las calles del Barrio Alto Villar. Con el principal interés y preocupación de los padres de familia porque lxs niñxs aprendan algo, ya que en esos tiempos se dio el salto a la educación virtual, que en el contexto del barrio nunca funcionó para lxs niñxs porque no tienen celulares ni conexión a internet.
Fue un camino largo, de visitas semanales, de acercarse a conversar con las mamás del barrio, compartir recetas para combatir el virus, intercambiar alimentos, preparar mates en fogones improvisados, hasta establecer vínculos con las familias y en 2021 ya de una forma más sostenida llegar al barrio con otras actividades para lxs niñxs.
Se empezó a subir al barrio una vez por semana y planificando pequeños talleres con lxs mismxs niñxs, a un principio con ayuda de algunos miembros del tejido de Cultura Viva Comunitaria Sucre, se preparaban actividades para que puedan aprender y compartir nuevas cosas, siempre vinculando el aprendizaje a las artes y su cotidiano vivir.
“Cada fin de semana, durante el año 2021 tomamos la ruta del micro FX o B hasta su parada final. En el camino podemos ver como la ciudad se va dispersando, como las calles y las casitas están más separadas y podemos sentir como el micro hace su máximo esfuerzo por subir cumbres hasta llegar a una donde solo se puede ver un horizonte de cielo… ahí es, ahí está la parada Kuchutambo y unos pasos más allá el Barrio Alto Villar.
Al llegar al barrio no hubo día que no nos vean a lo lejos y un grupo de niñxs corran acercándose a nuestro encuentro, es casi nuestro saludo, planificar el abrazo a distancia, chocar con fuerza y mirarnos con la complicidad de que hoy aprenderemos algo nuevo.
Nos reunimos al aire libre, en la puerta de la casa de la señora Delia, cuando hay sombra, o a veces en el cuartito vacío de una vecina del barrio, pero siempre contamos con el espacio amplio de la calle, las quebradas o los terrenos vacíos donde lxs niñxs y sus familias construyen su cotidiano que comparten con nosotras y nosotros en nuestras visitas, como los espacios designados para cocinar a leña o hacer watia, o el río donde lavan ropa o los terrenos donde se puede jugar mejor… cotidianidades que se convirtieron también parte de nuestras propias vidas de todo el equipo.
Me llegan a la mente por ejemplo, los recuerdos de los primeros días de agosto cuando lxs niñxs sugirieron cocinar y compartir algo para comer, debo decir que me parecía difícil hacer algo sin cocina, pero en el momento no paraba de sorprendernos cómo se organizaban entre ellos-as solos-as para armar una watia, para compartir la papa recién cosechada, para realizar el horno de piedras, para hacer la llajua… el trabajo de los más pequeñitos cargando piedras de barro con ambas manos y los más grandes caminando hacia la quebrada para conseguir leña. Esa tarea que parecía difícil de hacer entre inexpertos de la watia, resultó ser un gran plato de deliciosas papas, gracias a las reciprocidades trabajadas y construidas en el territorio del barrio Alto Villar, y este momento nos dejó a todo el equipo un gran aprendizaje de que es posible formar redes de cuidado, colaboración y reciprocidad, aprendiendo y fortaleciendo lo comunitario” (Fabiana Callapa, parte del equipo de la Sipas Tambo).
Actividades de la escuelita del Vivir Bien en Alto Villar
Se realizaron actividades de cuenta cuentos, elaboración de títeres, que ayudaron a que poco a poco lxs niñxs fueran aprendiendo nuevas formas de comunicarse con nosotros y comunicar lo que sucede en su entorno, la construcción de títeres desde su elaboración hasta sus presentaciones en las que lxs niñxs dejaban que fluya su creatividad y se abrían a contar en tercera persona muchos aspectos de su vida cotidiana.
A los talleres se fueron sumando cada vez más niñxs de diferentes edades, desde los 3 años hasta los 13, siempre con el interés de compartir y aprender cosas nuevas, aunque no contamos con un espacio físico cerrado para realizar las actividades, el hecho de tener una Escuelita al aire libre hace que esta misma se encuentre abierta para todxs quienes quieran participar. A veces ocupamos el cuarto vacío de una casa que nos ofreció una vecina, para los días en los que llevamos proyecciones o talleres que requieran un espacio cerrado, pero por lo general nos encontramos en la calle o en algún lugar con sombra.
- Escuelita del Vivir Bien en Barrio Betania
La Escuelita del vivir Bien en el Barrio Betania se encuentra en el distrito 3 de la ciudad de Sucre, es un territorio que al igual que el barrio Alto Villar se fue conformando a partir de la migración y la doble residencia de las familias, que habitan por algunas épocas del año sus comunidades y la ciudad para buscar oportunidades laborales y también vender sus propias producciones agrícolas y sus animales.
El Barrio está conformado por alrededor de 245 familias, existe una escuela primaria y tienen un espacio destinado a una feria que se realiza cada fin de semana desde el año 2020.
Nuestra intervención en el barrio se inició a partir de la conversación que tuvimos con el presidente de la junta vecinal del barrio Betania, don Guillermo Puma, quien nos compartió y manifestó que la junta vecinal trabajó construyendo un salón para reuniones y que podía ser ocupado por lxs niñxs del barrio que tenían ganas de aprender. Es así que en el mes de octubre iniciamos nuestro compartir de manera presencial con lxs niñxs del barrio Betania donde llevamos proyecciones del Festival Kolibrí y hubo una bonita respuesta por parte de lxs vecinxs y lxs niñxs.
Desde principios del año 2022, se decidió arrancar con la Escuelita del Vivir Bien, usando como sede el salón vecinal para que las niñas y niños, organizados por grupos de edad, puedan ser parte de este proceso de compartir educativo e iniciar un proceso de reconocimiento territorial del equipo con lxs niñxs del barrio.
“En muchas de nuestras ciudades, el área periurbana de los barrios se constituye por casas de muchos colores de todo tipo de material y tamaño. Pero también hay espacios verdes que en esta época nos traen ese aroma a Tierra mojada…..
Hoy nos dirigimos al distrito 3 del municipio de Sucre dónde la vida cotidiana va sucediendo como en todos los lugares, nos encontramos con grupos de familia, wawas unas cuantas ovejas, chanchos, vacas , tiendas abiertas, canchas llenas de wawas, jóvenes jugando un partidito o simplemente observando lo que los demás juegan, micros llenos de pasajeros que se dirigen a su destino con bolsas de mano o qepis en aguayos coloridos, calles de tierra, empedradas o asfaltadas así de diverso son las calles a los barrios.
Ya llegando a nuestro destino desde la ventana del micro visualizamos algunos árboles de durazno, manzana, molles, eucaliptos y parcelas con maíces, habas, arvejas, papas que van de a poquito entrando para luego ser consumidas.
Y llegamos al barrio Betania que se encuentra cerca al barrio Jerusalén y frente al barrio la Esperanza dónde se escucha música animada, a lo lejos nos indican que es el aniversario de dicho barrio donde cada año van celebrando los afiliados y afiliadas con comidita, partidito de fútbol o juegos tradicionales según el interés que tengan, dichas fiestas son acompañadas con la chichita o cerveza para celebrar un año más de encuentro.
Las celebraciones se dan en casi todos los barrios con matices distintos o iguales pero toca celebrar y encontrase eso es lo que importa nos indica don Guillermo dirigente del barrio Betania.
Y después de una larga conversa, planificación de actividades con los directivos del barrio concluimos nuestra estadía en el lugar para retornar a nuestros barrios tomando la línea #125…” (Madela Pacheco, parte del equipo de la Sipas Tambo, sobre el cómo iniciaron las actividades de la Escuelita en el Barrio Betania)
Trabajo de los-as niños y niñas en el barrio Betania
Para conocer el barrio y comprender su conformación, conversamos mucho con lxs niñxs y para saber parte de su historia fue de mucha ayuda el presidente de la junta vecinal, quien nos dio visitas al barrio acompañados de lxs niñxs contando historias de los sitios emblemáticos y las fechas importantes que acontecieron desde el año 2003 cuando se fundó el Barrio Betania. En esa visita trabajamos cartografías del barrio como una forma de que lxs niñxs y nosotros nos hagamos, reconozcamos y seamos parte de la historia del barrio y el territorio.
Con todas las actividades realizadas en el barrio buscamos con ellxs profundizar las pertenencias al territorio y la comunidad.
- Metodologías de Intervención o acción
Desde el año 2021 nos reunimos una vez a la semana para ir al Barrio Alto Villar, ya con una idea más clara y organizada del trabajo educativo con lxs niñxs, con muchos temas variantes pero relacionados con el fortalecimiento de la identidad de lxs niñxs y su territorio.
La planificación de actividades para la Escuelita del Vivir Bien, en ambos barrios, las realizamos con lxs mismxs niñxs, quienes tras una reunión dinámica y conversaciones, nos sugieren las cosas que les gustaría hacer y\o aprender, la mayoría de estas se correlacionan con el juego y la alimentación donde encontramos una estrategia para conectarnos mejor con lxs niñxs y sus familias.
Para el trabajo en las escuelitas, contamos con un equipo intergeneracional con el que coordinamos las actividades a llevarse a cabo semana tras semana, esta diferencia de edades entre las participantes es una de las virtudes del equipo que nos ayuda a planificar acciones diversas. utilizando distintas metodologías y dinámicas con lxs niñxs, hemos visto la necesidad de dividir el grupo en 2 según sus edades. Existe un grupo de 2 a 8 años y de 8 años en adelante, variando lxs participantes en algunas actividades, ya que siempre les preguntamos si se sienten cómodxs con la complejidad de las tareas. Pese a esta separación por grupos, buscamos incorporar actividades en las que niñxs de todas las edades se correlacionen.
Como equipo diverso, también tenemos posturas en cuanto a nuestras militancias que son parte de nuestras vidas y por lo tanto forman parte de lo que compartimos con lxs niñxs, por ejemplo podemos mencionar el tema del feminismo que de distintas formas sale a relucir y guiar distintas acciones en las que buscamos inculcar en lxs niñxs el respeto y valoración hacia las mujeres, la búsqueda de equidad en las tareas de cuidados y fortalecer específicamente la participación de las niñas en todos los ámbitos.
La idea que nos planteamos como equipo Sipas Tambo en el trabajo con la Escuelita del Vivir bien, es aprender y compartir todo lo que sabemos con lxs niñxs que en muchas ocasiones son ellxs quienes nos comparten sus conocimientos sobre plantas medicinales, agricultura, cuidado de animales y del idioma quechua, de ahí que pudimos realizar muchos talleres y productos que se tratan de aprendizajes nuevos y conocimientos que ellxs mismxs tienen por herencia de sus culturas y sus familias.
A lo largo de este par de años compartimos desde los usos y costumbres del barrio distintas actividades hablando sobre alimentación, agricultura y reciprocidad que fortalecen su comunidad, siempre intentando involucrar a txs lxs vecinxs del barrio. Como fue con la actividad del Purak Tambo (Festival de encuentro), el cual se organizó en coordinación con el barrio, compañrxs del tejido de Cultura Viva Comunitaria Sucre y el equipo del colectivo Sipas Tambo. Dentro de esta actividad se organizó una fiesta colorida con música, baile, teatro títeres, exposición de productos como papa, haba, maíz, trigo y cebada, donde se puso en práctica el trueque, con intercambio de productos y\o servicios de las personas visitantes con lxs vecinxs del barrio.
Como parte de estas estrategias para fortalecer la identidad y territorialidad de lxs niñxs, tomando en cuenta que los barrios están próximos al ex Botadero Municipal, se realizaron en varias ocasiones, talleres de reciclaje utilizando la misma basura cercana al barrio para hablar de temas sobre residuos plásticos, biodiversidad y medio ambiente. El reciclaje es una acción muy recurrente en la estrategia con lxs niñxs con quienes construimos un camino de valoración y conciencia sobre los residuos y la transformación de lo que otros ven como basura en nuevos materiales, de los que ellxs pueden sacar provecho y hacer macetas, juguetes, títeres, etc. Esta estrategia también nos ayuda a construir vínculos de reciprocidades, donde lxs niñxs aportan con materiales reciclados y algunas cosas que tienen en desuso.
“Para nosotrxs este espacio se convierte en un lugar donde podemos aprender entre todxs desde el intercambio de experiencias como también la transmisión de saberes y aprendizajes que hemos heredado de nuestrxs ancestros, pero que a la vez venimos adquiriendo en el relacionar diario que surge con cada encuentro.
Este sitio destinado al aprendizaje convoca a wawas entre 4 y 14 años, con quienes organizamos las actividades del día y el tema sobre el cual vamos a trabajar, estos han ido desde el conocer la historia de nuestro barrio, el uso de plantas medicinales, como reciclar la basura que producimos hasta como plantar los alimentos que consumimos, este último tiempo decidimos ceder una parte del tiempo para destinarlo al aprendizaje/reforzamiento del quechua, ya que muchas de las wawas se estaban olvidando de su idioma ya que al estar en la ciudad lo van dejando de hablar, esto nos parecía importante relacionarlo a la historia de nuestro Barrio y de dónde venimos, quienes somos y cuál es nuestra identidad.
Con el tema de reciclaje no solamente se trata de volver a dar una segunda oportunidad a las cosas que ya consideramos basura, sino que cuestionar el consumismo que se traduce en la cantidad tan grande de basura que viene de las grandes ciudades y el cómo esto afecta a nuestro barrio, como venimos abordando este tema desde nuestro territorio, pero también con las instancias públicas, que soluciones o medidas se deben tomar para frenar este problema
El generar vínculos de reciprocidad para el equipo desde un principio fue y es muy importante, ya que nuestro objetivo al visitar los barrios y realizar actividades, no es regalar cosas o demostrar actos caritativos, sino probar que entre todxs podemos ayudarnos mutuamente, ya sea para construir productos o realizar actividades y de esta forma fortalecer nuestros lazos de comunidad con los barrios”. (Haydé Gómez, parte del equipo de Sipas Tambo) .
Otra de las actividades fue el festival “Pujllarikuna”, que significa “nos jugaremos”, el cual consistió en el rescate de los juegos tradicionales que practican lxs niñxs en el barrio; como el trompo, las pepas, la soga y otros. Donde lxs niñxs nos compartieron, el cómo habían aprendido los juegos, en qué temporada se juegan, cómo es la construcción de cada uno de ellos y cuáles son los pasos para el desarrollo de cada juego. Dentro del festival se compartieron audios de cada uno de los juegos que grabamos con las mismas voces lx niñxs.
- Hablemos de dispositivos de saberes y aprendizajes
Por varios meses la escuelita del Vivir Bien del barrio Alto Villar nos ha dado alegrías y frutos que nos llevamos como aprendizajes, cuyos productos mencionados también quisimos colocarles un soporte para que los conozcan todas personas y puedan ser difundidos. Así fue como nació también el primer fanzine colaborativo de lxs niñxs del barrio alto Villar llamado KUCHUTAMBITO MÁGICO.
Las wawas del barrio Alto Villar nos sorprendieron con su creatividad y aptitudes en las distintas formas de expresión cultural y artísticas que nos demostraron semana tras semana en el transcurso de las actividades realizadas, de ahí que vimos necesario mostrar sus creaciones en un fanzine, donde ellos sean libres de expresar con sus propias palabras, signos, dibujos y cualquier otro recurso, lo que creen piensan y sienten, siempre vinculados a su territorio y su cotidianeidad.
En esta primera publicación casera se encuentran las creaciones de 10 niñxs que quieren, de la forma más sincera, acercarnos a su cotidiano.
“No somos científicos para hablar de eclipses, ni sabemos muy bien de matemáticas para explicar sobre números…¨ nos decían al pensar de qué sería su fanzine, dudosos por un momento y luego decididos a hacer algo, en este fanzine lxs niñxs demuestran que tienen muchas cosas que enseñar y que ningún matemático, ni científico sabe, y es sobre la vida de en su propio barrio y a partir del fortalecimiento y re apropiación de su territorialidad, ellxs escriben sobre la wathia, sus familias, sus mascotas, sus juegos y también nos enseñan su lengua materna quechua.
El fanzine Kuchutambito Mágico, trajo mucha alegría en los niños y así mismo los fortaleció, al verse que son creadores capaces de interpretar y contar sus vivencias y las de su entorno, además que la venta o el trueque del mismo, resulta ser también una estrategia económica para auto sustentar el trabajo en el barrio y poder adquirir nuevos materiales para seguir creando y criando.
Hoy tenemos 2 números de fanzines creados por lxs niñxs. Entre estos uno que se dedica a enseñar el idioma quechua con dibujos y el segundo que explica cómo es la preparación de la wathia. Si bien la venta y truequeo de estos nos ha ayudado a conseguir materiales para seguir realizando actividades con lxs niñxs del barrio, esperamos con esta lograr un trabajo más autosostenido también para cubrir otros costos y ampliar la Escuelita del Vivir Bien.
Pese a no contar con un espacio específico en el Barrio Alto Villar, la escuelita la desarrollamos en sus mismas calles, lugares que nos permiten realizar muchas actividades al aire libre para compartir con lxs vecinxs, como en muchas ocasiones fueron las Wathias, en las que nos facilita su elaboración, el hecho de que las calles del barrio aún no están asfaltadas. En estas wathias compartimos momentos de encuentro con las familias del barrio, para acercarnos a la tierra, sus producciones y conversar sobre diversos temas para así comprender mejor las redes de cuidado y colaboración que practican en sus comunidades y que las trasladarían a sus mismos barrios.
Otros dispositivos que utilizamos y se ven presentes en la mayoría de las actividades que realizamos, son los juegos, mismos que planificamos y construimos previamente y que también en algunas ocasiones los realizamos con lxs niñxs. La creación de juegos de mesa, visibilizan el entorno y territorio al que pertenecen y les ayudan a distinguir sus características o las mismas historias de conformación y transformación de los barrios, saber qué cosas tienen cerca, observar mejor cuales son los cambios en su entorno, las personas que tienen alrededor, los ciclos que atraviesan conjuntamente…
En estas actividades lúdicas es interesante que lxs niñxs se sienten muy atraídxs y emocionadxs de verse a si mismxs y ver las cosas y lugares que pertenecen a su cotidiano al cual le toman cada vez más cariño y una alta valoración.
Para realizar muchos de estos juegos de mesa, en el proceso de crearlos y trabajarlos, pudimos compartir experiencias educativas con fotografía, retrato, dibujo, pintura y cuentacuentos, lo que contribuye a que estos juegos sean originales y un motivo para que lxs niñxs se sientan orgullosos y también co creadores de su propio entretenimiento y disfrute.
- Las Escuelitas del Vivir Bien y el territorio
Lo territorial es indispensable para establecer nuestro trabajo, a partir de este se conforman todas las experiencias que relatamos anteriormente, es imposible pensar realizar cualquier actividad sin pensar en lo que existe en cada entorno y forma de vivir, que en algunos sentidos es muy distinta a la vida que podemos percibir los integrantes del equipo Sipas Tambo.
Los Barrios, el territorio que habitan lxs niñxs de las Escuelitas del vivir Bien, son sitios desde los que ellxs consolidan sus identidades y viven desde sus propias experiencias ancestrales, originarias de sus pueblos y saberes que son de gran valor. Es por eso que este 2022 como equipo decidimos dedicar los aprendizajes especialmente para reforzar la pertenencia territorial de lxs niñxs, por medio de actividades en los que ellos-as aprendan y disfruten. Por esos motivos es que nos comprometemos a construir conocimientos, reavivando, valorando y aplicando la sabiduría que se aprende al vivir en comunidad y con la tierra.
En muchas ocasiones nos ha tocado aprender de sus modos de vida y costumbres vinculadas al territorio, como mencionamos el caso de las Wathias, que es una actividad que no se podría realizar en las urbes o ciudades llenas de asfalto, ni se podría ejecutar sin una comunidad que colabore y aporte su trabajo o alimentos para compartir en esta forma ancestral de cocinar.
Muy a menudo cuando compartimos wathias con lxs vecinxs del barrio Alto Villar, podemos ver la forma de organización que tienen inconscientemente, donde unxs son lxs que recolectan piedras, leñas y los más grandes son quienes se encargan de encender el fuego y como también están presentes lxs personas mayores para guiar la construcción de los hornos y proveer los alimentos, las papas, habas, ocas, que son de la producción trabajada con sus propias manos. Es interesante también ver como todos los elementos necesarios y materiales son extraídos del mismo entorno o alrededor.
Algo parecido sucede cuando llevamos a cabo actividades que tienen que ver con agricultura o hablar sobre alimentación, podemos aprender mejor de estas cosas e intercambiar saberes con lxs niñxs porque las mismas están presentes en el mismo territorio, en sus huertas o sus chacras.
- Anécdotas, enseñanzas y aprendizajes
El trabajo territorial con las Escuelitas del Vivir Bien se empieza a realizar por los vínculos al trabajo de cuidado comunitario y llega a convertirse también en parte del cotidiano de cada integrante del equipo que llegamos a relacionarnos con los barrios e involucrarnos en sus procesos y transformaciones, incluso recomponiendo nuestros propios vínculos familiares. Muy a menudo invitamos y sumamos a nuestros parientes, hermanos, hijos y amigos a las actividades de los barrios, donde ellos también pueden intercambiar experiencias con lxs niñxs. En algunas ocasiones estos encuentros suceden por el interés en el trabajo que realizamos y por las ganas de aportar también en el compartir, talleres, cuentos o juegos.
Recuerdan las compañeras que estuvieron desde las primeras veces visitando el Barrio Alto Villar, cómo eran sus primeras impresiones con lxs vecinxs, la primera señora con la que tuvieron un contacto cercano, que en días de pandemia había perdido a su esposo y estaba de luto junto a sus 5 hijos menores, acompañar este proceso de duelo, crecimiento y cambios, es algo que también marca nuestras vidas personales y se convierten en vínculos fuertes y sinceros de apoyo, contención y comprensión mutua, como es confiar sentimientos personales, consejos de vida o compartir recetas para curarse y cuidarse del virus que esas veces estaba en discusión.
Este es un proceso sanador que a las integrantes más jóvenes del equipo también les ayudó a observar de alguna manera sus propias infancias. la forma en la que la vivieron y las cosas que les gustaría cambiar. Hablando acerca del aprendizaje curricular en las escuelas, o las relaciones que se tenía con otrxs niñxs, experiencias que siempre estuvieron cercanas a la competencia, calificaciones o a ser los mejores. Pensar en estas cosas, permitió crear nuevas formas de llevar adelante las actividades con lxs niñxs, empezamos incluyendo muchos juegos y dinámicas para potenciar el compañerismo y la participación de todxs de forma igualitaria y según pasa el tiempo podemos observar como algunas actitudes en ellxs van cambiando porque se graban en ellos de forma espontánea y natural.
Aunque estas dinámicas que señalamos, a un principio las realizamos de manera intuitiva, suponía un reto buscar en internet, ver vídeos, consultar libros y adaptarlas al contexto y el mensaje que queríamos dirigir con lxs niñxs, aprendiendo así nuevas formas creativas de jugar, realizar actividades grupales colaborativas, esto a un principio fue un reto, porque en las escuelas u otras actividades que tienen con grupos de iglesias, ellxs adoptan por costumbre recibir premios o regalos a cambio de poner atención o esforzarse por realizar alguna actividad. Fue y aún es un desafío en algunas ocasiones hacer frente a esto, pero cada vez más niñxs, observamos que encuentran mucha felicidad, alegría y libertad en el compartir y construir cosas y llevar a cabo adelante las actividades en comunidad con la satisfacción y premio de estrechar sus lazos y aprender cosas nuevas.
Al trabajar cada semana, notamos que no existen fórmulas aseguradas o cronogramas estrictos que seguir para compartir aprendizajes, muchas veces cuando llegábamos con alguna actividad planeada, ya sea por el clima, el estado anímico de los niños, etc, a veces la cambiábamos por otra, por un paseo al barrio, por algún juego o por simplemente conversar, porque lxs niñxs necesitan que les escuchen. De estas conversaciones como equipo, aprendemos muchas cosas a tomar en cuenta para planificar las actividades que realizamos, ya sea porque los niños nos cuenten que extrañan a su familia, que están de viaje sus padres, nos dan indicios de que es época migratoria, que sus papás están trabajando en el campo y tienen que cuidar a sus hermanos más pequeños o nos muestran su anhelo por cocinar y compartir algo para comer. Escucharnos mutuamente y dedicar tiempo para crear estas conversaciones ha sido una pieza clave para establecer relaciones horizontales entre el equipo y con lxs niñxs.
Nos sorprende en ambos barrios como los vínculos con las familias, principalmente con las mamás, fueron evolucionando y cómo al día de hoy contamos con ellas y su ayuda para realizar actividades y asimismo como fueron estrechándose lazos en los que ellas confían en nosotras para el cuidado hasta de sus niñxs más pequeñxs. Todo esto forma parte de un proceso, por eso existe compromiso y voluntad para continuar trabajando con lxs niñxs de los barrios Alto Villar y Betania, para seguir acompañando, creciendo y criando en estos territorios.