Carlos Rodrigues Brandão, educador popular nacido en Brasil en 1940, nos cuenta sobre esos primeros años del movimiento de educación popular y de cultura popular, su relación profunda, así como con la comunicación y la investigación acción participativa. Nos desafía a la necesidad de seguir profundizando un trabajo más interconectivo e integrativo de todas las dimensiones de la vida.
Sobre las relaciones entre educación y cultura, Carlos Rodrigues Brandão nos dice:
Sería bueno empezar reconociendo una situación extraña. Es así: en el intervalo entre fines del siglo pasado e inicios del presente, ya se ha dicho y escrito mucho sobre la cultura, especialmente entre aquellos que, como yo, estamos siempre involucrados en lo que llamamos “un concepto antropológico de cultura”. Afortunadamente o no, hay muchos, incluso hay un número casi infinito. Esto a pesar del hecho y el asombro de que algunos científicos sociales y sus vecinos nieguen la existencia o utilidad de la cultura y, por tanto, la necesidad científica de tratar con ella y con sus ideas y conceptos. Mucho se ha escrito y me imagino que ya se ha avanzado mucho. Esto a pesar de que, según otros, hemos dado un largo paseo por las mismas cosas y no estamos muy lejos de donde estábamos… cuando empezamos.
Por otro lado, como pretendo describir a continuación, existe, hasta hoy, en Brasil y en otros lugares, una producción muy pequeña pensada y escrita sobre lo siguiente: las relaciones entre cultura y educación; la forma en que la educación es y participa en la cultura (o, para decirlo más “de moda” entre los antropólogos: cómo son las educaciones y cómo participan en sus culturas); las alternativas, vocaciones y estrategias peculiares a través de las cuales las diferentes culturas crean y difunden diferentes tipos de educación: sistemas educativos, teorías y prácticas pedagógicas, formas propias de las relaciones enseñanza-aprendizaje, formación del educador, valores, normas, principios, gramáticas sociales y reproducción del conocimiento códigos, etc.; cómo clasifican a los actores sociales que participan en tales procesos y cómo clasifican a sus egresados, es decir, aquellos y aquellas que “estudian” algo, que real o aparentemente “saben” algo y que se “gradúan” en algo, y que son ya o se integrarán en alguna pequeña comunidad especial o incluso en una cofradía de “especialistas en algo”, entre el chamán guaraní del sur del país, la campesina del interior de Santa Catarina, el joven técnico en electrónica, el licenciado en fisioterapia y el doctor en etnomusicología.
Quiero decir esto. Demasiadas ideas y escritos sobre cultura; se escribe y se piensa demasiado sobre la educación; hay muy pocas ideas sobre las relaciones entre educación y cultura. Vayamos allí, paso a paso.
(Tomado del texto “CULTURA E EDUCAÇÃO. A EDUCAÇÃO COMO CULTURA)