La agricultura tradicional generalmente está asociada a una temporalidad cíclica climática, en el que se generan dos tipos de cultivos: – Una es a riego natural y la Otra es atemporal al riego natural. Pero el desarrollo de los cultivos están en función al clima, en este caso en nuestro país los cultivos están ligados a la ocurrencia del tiempo frio y del tiempo cálido, contemplando también la temporada de lluvias.
En este tipo de agricultura tradicional toma en cuenta estos ciclos tanto de temperatura como de régimen de riego y provisión de agua, así como su ubicación geográfica, cabe decir que siempre toma muy en cuenta estos dos aspectos fundamentales de ciclo, es decir no pueden sembrar en cualquier momento, sino que están regidos por el ciclo natural climático, donde respondiendo a ello iniciaron a desarrollar una serie de adaptaciones en los cultivos, un proceso de miles de años; este tipo de agricultura tiene como principal característica el ir adaptando las miles de especies a las condiciones climáticas en las que se encuentra su contexto y se desarrolla la vida.
Para ello toman en cuenta, por una parte, las semillas, es decir utilizan una gran diversidad de ellas, que corresponden a las condiciones climáticas; esta diversidad genética de especies (se ha encontrado y habla de las miles de variedades del maíz, adaptadas a diversas condiciones temporales). Cabe mencionar también que la agricultura tradicional está dedicada fundamentalmente hacia el consumo para la sobrevivencia, entonces tiene y genera una diversidad de cultivos, donde la provisión y manejo de las semillas se da a través del intercambio, estas adaptaciones siempre se han realizado entre los pueblos por medios de los intercambios, para ir viendo que semillas se pueden utilizar y van cambiando, seleccionando a su vez cuales semillas se adaptan al régimen y ciclo bioclimático del contexto y territorios que habitan. Entonces es muy interesante el desarrollo de la agricultura tradicional en ese manejo de la simiente y la diversidad bilógica que existe.
Por otra parte el manejo de la fertilidad del suelo, donde las mismas son superficies relativamente de medianas a pequeñas, se han desarrollado al menos tres formas de manejos; 1.- El incorporar un tipo de abono, generalmente del tipo animal o vegetal, que pretende restituir la fertilidad que va perdiendo gradualmente la tierra. 2.- El manejo de la rotación, como se utilizan diversidad de especies de semillas, también rotan los cultivos, es decir en una determinada superficie se van cultivando una temporada una especie siendo reemplazada por otra en la siguiente temporada. 3.- El descanso, muchas veces dejan descansar el terreno para que recupere la fertilidad. Todas estas estrategias de la agricultura tradicional tienen como función principal la provisión de alimentos el autoconsumo, pero también la generación de excedentes para intercambiar con otras regiones, otros productores, otras zonas, para complementar su alimentación y diversificar su alimentación y en este último tiempo para la venta.
En base a este primer acercamiento a la manera de producción tradicional, planteamos las siguientes cuestionantes que trataremos de responder en los siguientes artículos, porque nos reafirmamos en “El aprender a criarnos con la tierra, cuidar las semillas y especies nativas, es también una forma de criar vida”:
1.- ¿Como vemos las formas actuales de agricultura en el país? Monocultivos, maquinarias, uso de agroquímicos… ¿Existe algún beneficio de cultivar la tierra de esta forma?
2.- ¿Se conservan aún los ciclos del agua y rotación de tierras en la producción actual? Hablemos de comunidades, ¿Por qué es importante respetar estos los ciclos de producción?
3. ¿Existen experiencias esperanzadoras de producción actual, comunidades que garantizan la reproducción de la vida? ¿Conocemos de Comunidades que tejen redes de cuidado y amparo colectivo a través del trabajo y crianza con la tierra?