EL MUSEO DE LA SEXUALIDAD Por: La Pesada Subversiva

Una propuesta pensada y trabajada desde el activismo de la disidencia
sexual y las diversas miradas feministas sobre el sexo y la sexualidad.
Se trata de un museo que viene a responder a dos cuestiones de carácter urgente.

Por un lado, reconocer que una sociedad incapaz de hablar sobre sexualidad de manera explícita pero además desde un enfoque a favor de las diversidades, los feminismos y las disidencias sexuales-culturales-políticas-artísticas, es una sociedad incapaz de transformarse. Por eso planteamos este “Museo de la sexualidad” como una forma de interacción política con los otros y las otras, donde el único lenguaje de entendimiento, diálogo y discusión es la sexualidad y el cuerpo sexuado.

La museografía sexual de esta muestra no se apega a valorizaciones “higiénicas” de las obras y mucho menos morales, es decir no se pretende contar la historia de la sexualidad, sino exponerla en su punto más sincero, el placer. Tampoco se pretende exponer obras hermosamente elaboradas que lo único que transmitan sea belleza. Este museo emerge su creatividad desde las grotescas sombras de lo perverso, grotesco y prohibido.

Por otro lado, no podríamos pensar y reflexionar sobre el cuerpo sexuado sin hablar de la construcción de la violencia en torno a la sexualidad. Soñamos la sexualidad como un territorio contra-disciplinario y no violento, donde la pasión no esté atada al ejercicio de poder del macho y limitada a la heterosexualidad. Este museo pretende abrir un debate sobre diferentes temas: la censura del cuerpo y del ano, la pornografía, el aborto, la política sexual y las configuraciones sexuales transfeministas, diversas y disidentes.

Proponemos este trabajo reconociéndolo como un “museo imposible”, haciendo una crítica a los paradigmas que componen el propio concepto de “museo” y preguntarnos ¿Cuál es la función de un museo en la sociedad actual? No pensemos entonces en un edificio capacitado de paredes para colgar obras, sino en un espacio dotado de práctica política y artística donde las nuevas nociones sobre la sexualidad están por construirse e inventarse. Nociones alejadas de la heteronorma, la violencia, el machismo y el tabú, pero apegadas al placer, el deseo, la pasión y la experimentación corporal.

Esa debería ser la función principal de la institución del museo hoy; la producción de subjetividades disidentes, la ampliación de espacios discursivos que impulsen el respeto a las diferencias y la instalación de sujetos políticos subalternos. Es decir el arte y los museos deberían ser el escenario de discusión sobre aquello por lo que el movimiento de maricones, travestis, trans y feministas luchamos y resistimos hoy en día.

El museo ilustrado del siglo XVII ha muerto, se queda obsoleto frente al contexto de la pandemia que arrasa el bienestar humano, pero el arte sigue vivo, nuestro propósito es demostrar que desde las transgresiones sexuales se puede seguir luchando contra el sistema patriarcal, con cuarentena, pandemia, fascismo o militarización. Por eso proponemos este museo como una trinchera para cuestionar el ejercicio de poder que se frivoliza en medio de la crisis sanitaria.

Este museo es una insistencia para que las prácticas políticas, sexuales y artísticas vuelvan a conectarse.

Fuente: https://museodelasexualidad.weebly.com/