Resultado de imagen para modernidad ciudad avanza

CIUDAD – INDUSTRIALIZACIÓN – MODERNIDAD: UNA HISTORIA A LA BOLIVIANA CUARTA PARTE – INSUBORDINACIÓN Y CONSTANCIA… VIVA LA PACHA (EL MUNDO)

En este momento dentro los diferentes sectores sociales que habitan las urbes de nuestras ciudades, existen diversos posicionamientos frente a la sujeción y subordinación a las políticas de expansión del “Capital”, desde aquellos que consideran que es imposible y poco práctico contrariarlo y es mejor inclinarse y complacerlo, o los que ven que estamos en una oportunidad inmejorable para hacer negocio con él, los hay también que son indiferentes a él en el criterio del “yo vivo de mi trabajo y no de la política”, y sin duda los que se oponen a él; posición con la que nos identificamos.

Consideramos que la ruptura de la sujeción parte de un proceso de desmontaje conceptual del “ser moderno” y de la aplicación de políticas alternativas de transición a un nuevo orden económico. Con respecto a lo primero, se ha interiorizado en las personas que el ser moderno está asociado a la adquisición compulsiva de artefactos que simplifican la vida, le dan confort y lo encumbran como ser exitoso frente a …, ocultando que detrás de esta “imagen”, funciona un sistema muy bien articulado que justamente busca por todos los medios exacerbar el consumo para incrementar sus utilidades y reproducirse ad infinitum, sin importar la secuela de consecuencias que genera con este proceder; de ninguna manera se plantea anular de forma absoluta el consumo sino el desmontaje se orienta a analizar críticamente que alcances van a tener nuestras acciones en eso de “cubrir nuestras necesidades” y el de construir de forma colectiva, socialmente, los mecanismos necesarios de regulación que atenúen las consecuencias ambientales, eviten generar grandes asimetrías de acumulación por parte de los proveedores en detrimento de las condiciones de vida de los consumidores. Sin duda que para ello es necesario poner al alcance de toda la población aquella información que describe los fundamentos de funcionamiento del sistema y denuncie activamente sus consecuencias sobre la población y la tierra.

Si bien en los últimos diez años la mejora en la apropiación de los excedentes de la renta petrolera por parte del Estado ha permitido orientar una fuerte inversión pública hacia la instalación de empresas de procesamiento de materias primas, algunas todavía en fase de construcción, tales como las de generación de energía eléctrica, petroquímica, procesamiento de minerales y otras menores como de papel o cartón; con el fin de que unas mas u otras menos posibiliten el ingreso de divisas a futuro, pero ellas no están orientadas hacia la ruptura de la dependencia sino mas bien son funcionales al crecimiento de otros emporios empresariales externos tales como el complejo industrial brasileño, argentino o peruano que se visionan como mercados de la energía eléctrica generada, o industrias de fertilizantes tales como la urea, – (en perspectiva fosfatos y cloruros potásicos) -, que estaría orientada hacia el mercado interno y también externo, estando demostrado que este tipo de tecnología al tiempo tienen efectos nocivos para el suelo deteriorándolo en sus características estructurales y reduce su fertilidad natural, por ello en este momento se está tendiendo a la utilización de materia orgánica derivada de procesos de compostaje como una alternativa sostenible de mantenimiento de la fertilidad del suelo, existiendo la posibilidad de aplicar políticas de inversión pública que favorezcan la instalación de plantas municipales seleccionadoras y de procesamiento de residuos sólidos orgánicos para la producción de composta, con tecnología que tienda a una alta utilización de mano de obra, en unidades de administración cooperativa descentralizada y articulada para su mercadeo con la organización campesina; dándole tónica a otra perspectiva de los procesos de manufactura, que en este caso se inserta dentro de un ciclo natural de descomposición a partir de una materia prima considerada deshecho y se constituye en un “problema ambiental” en las ciudades, pero que además está centrada en su circulación y distribución en un tejido social establecido.

El “Gran Hermano” es un ser vigilante y en acecho constante que pretende controlar el movimiento de cada una de las moléculas del ser social y mantenerlo sujeto a sus oscuros designios, es la insubordinación constante sin tregua del ser individual y del ser social a estos designios, la que nos permita visionar y construir “un mundo donde quepan todos los mundos”