Como ya mencionó, el trabajo con redes digitales no tiene sentido sino es integrado de manera complementaria al conjunto de nuestra estrategia, a todas las dimensiones de nuestras acciones. A partir de ello, podemos compartir algunas de esas complementaciones y aprendizajes:
1.1. Los medios masivos convencionales se potencian notablemente a través del uso de las redes digitales.
Como ya se mencionó en el año 1.995 nace Wayna Tambo en la ciudad de El Alto y lo hace como un centro cultural que siente desde el inicio la necesidad de una intervención en lo masivo a través de eventos culturales, programas de radio y publicaciones. Ese año nace nuestra revista “Rayazos”, luego transformada en “Los Muros”. También ese año nace nuestro primer programa radial de media hora de duración semanal, a los pocos años ya hacíamos programas de hasta
4 horas de duración diaria en emisoras amigas. En el año 2002 se consolida la implementación de un proyecto de radio alternativa propia, con gestión comunitaria que amplifica notablemente el trabajo de Wayna Tambo. Será nuestra primera radio de una red actual.
Hoy tenemos una red de radios, tres emisoras locales y una radio por internet. Ya la emisora digital nos ha permitido llegar más allá de las 4 ciudades donde nos pueden sintonizar por sistemas analógicos: El Alto, La Paz, Tarija y Sucre. En los conflictos sociales de agosto y septiembre de 2008, en torno al proceso constitucional boliviano, Yembatirenda – Red de la Diversidad de Tarija juega un rol parecido al de Wayna Tambo en El Alto en el año 2003, y de ahí emerge Sipas Tambo en Sucre. Desde un trabajo comunitario y militante, somos capaces de emitir 17 horas de programación diaria de esas radios, con más de 50 programas de producción propia, y lo podemos hacer en red intercambiando programas, músicas, programaciones y gestión.
Eso ocurre mucho gracias al uso de redes digitales y las posibilidades de intercambiar información y datos en formatos digitales. Transmitimos en vivo actividades en nuestras casas de las culturas, como debates, tertulias, conciertos, exposiciones y otros, y lo hacemos en red, lo que potencia la presencia de grupos locales, que saben que se les escuchará más allá de su ciudad. Compartimos casi simultáneamente registros en vivo locales, para ser emitidos en red. Compartimos música de grupos locales que dejan sus materiales en una radio, y que simultáneamente su material ya puede ser escuchado en otras ciudades.
Los programas de TV que producimos y emitimos en canales abiertos, también se fortalecen en sus contenidos por facilidades de compartir datos entre ciudades. Los programas tienen sus propios canales de youtube, así que los programas pueden ser vistos fuera de sus horarios habituales, ser visitados más de una vez, aportar interacción con la audiencia, ser usados por varias otras organizaciones e instancias educativas, etc.
Si a ello añadimos la presencia de nuestro periódico digital multimedia “Los Muros”, donde combinamos texto escrito, audios y videos, que aprovecha mucho material producido en las radios y programas de TV, nuestra llegada se ha amplificado notablemente, dando más usos educativos y organizativos a nuestras producciones.
Las revistas impresas han dejado de ser parte de nuestras producciones, sin embargo, la articulación entre radios, video, programas de TV, canales digitales por redes y un periódico digital multimedia es lo que configura la fortaleza de nuestra estrategia comunicacional. La articulación entre medios masivos convencionales y nuevas tecnologías digitales es la clave de ese fortalecimiento.
1.2. También se fortalecen nuestras actividades culturales presenciales.
La base de nuestro trabajo ha estado en nuestras Casas de las Culturas y el encuentro vivencial de personas a través de actividades culturales diversas con expresiones de música, danza, artes escénicas, audiovisuales, artes plásticas, literatura y otras. Para ello en cada espacio de trabajo se desarrollan los siguientes tipos de acciones en programaciones semanales sostenidas, encuentros en diversas expresiones artísticas, ferias culturales itinerantes por diversos barrios de las ciudades, festivales y eventos masivos con características de ser comunitarios, intergeneracionales, interculturales y de expresiones culturales y artísticas diversas.
Nuestrosmedios de comunicación masivos, peroconvencionales suelen transmitir nuestras acciones culturales en nuestras casas o en los barrios en los que trabajamos: conciertos, festivales, ferias, encuentros, debates, etc. Desde siempre, ese fue un plus de nuestro trabajo cara a cara, del abrazo presencial, base para que el resto de las acciones existan y tengan sentido. Pero, a esa experiencia le fuimos añadiendo redes digitales de transmisión simultánea y de divulgación del trabajo, desde las transmisiones en streaming, el youtube o el facebook. Eso nos ha generado una llegada en tiempo real más amplia, así como un registro inmediato como memoria de las acciones. Si a ello añadimos que solemos hacer notas de radio y notas breves de video de cada actividad, para ser compartidas por “Los Muros”, el impacto es sin duda mayor.
Las actividades locales y presenciales se sienten arropadas y acompañadas por la interacción a través de medios digitales, se siente que se llega a más, que se amplían las incidencias. Eso hace que los actores locales se fortalezcan, que ganen protagonismo, pero también que se reconozcan como parte de procesos más amplios, regionales, nacionales, internacionales. Eso fortalece el tejido local y la actoría.
1.3. Los procesos educativos se diversifican y amplían.
Somos un equipo reconocido por sus procesos formativos en diversos campos, desde políticos y culturales, hasta instrumentales en la comunicación y las artes. La Comunidad de Saberes y Aprendizajes es nuestro espacio abierto y amplio para ello. Pero más allá de los talleres presenciales que solemos hacer, desde procesos largos y sostenidos, hasta procesos de un solo día en la calle, en medio de una feria, el poder hacer circular en las redes digitales muchos de nuestros materiales formativos, ha ampliado nuestros territorios de llegada y el uso de quienes participan de nuestros procesos.
Hemos acumulado experiencia en este campo y estamos en la fase de construir una plataforma multimedia e interactiva de formación permanente para cursos nacionales y regionales sobre el Vivir Bien, los procesos urbanos y de cultura viva comunitaria. Sentimos que ya criamos suficiente para dar este paso nuevo.
Los procesos de sistematización y producción colectiva de saberes y conocimientos que se publican en la serie de libros “Cuadernos de Conversaciones”, también amplían su llegada por redes digitales. Normalmente sacamos una edición impresa base de 600 o 1000 ejemplares, pero la llegada es mucho mayor gracias a dejar en libre disponibilidad esos materiales no sólo a través de textos digitales, sino de audios de radio y de videos que elaboramos en base a esos trabajos colectivos. Así, además podemos llegar a lugares que de manera impresa sería imposible.
1.4. Las redes y tejidos se fortalecen.
Ya mencionamos como somos parte del tejido de Cultura Viva Comunitaria a nivel local, del país y continental, así como de tejidos urbanos con organizaciones de varios países de la región. Mucho del funcionamiento organizativo han funcionado por grupos de trabajo en diversas redes digitales. Algunas más mercantiles, otras más alternativas. Reuniones, procesos de coordinación, asignación de tareas, seguimientos, generaciones de acuerdos, etc., se facilitan en el trabajo en red y de tejidos por estos mecanismos.
Esto nos permite trabajar multiescalarmente de manera simultánea. Y eso se evidencia claramente en nuestras radios, con “El Hueco en el Muro” como el mejor ejemplo del aprovechamiento de las plataformas digitales. Nuestra estrategia pasa por fortalecer lo local, el territorio inmediato donde vigorizar experiencias comunitarias, pero desde ahí conectamos fácilmente con escalas meso y macro. Se consigue mayor incidencia, capacidad de aprendizajes e intercambios, solidaridades en las luchas y los trabajos, etc. Sin abandonar lo territorial local, conectamos fácilmente en tejidos organizativos que potencian nuestras acciones y nos hacen evidenciar que no estamos solos y solas. La movilización rápida en caso de atropello a los derechos, es sin duda uno de los mayores logros de estos procesos. Y al mismo tiempo, la actuación colaborativa en diversas comunidades, también rápida y ágil, para apoyar procesos locales, no sólo declarativamente, sino en trabajos concretos, es otro aporte notable de este funcionamiento.
Y, sin embargo, esto no fuera posible sin visitarnos, sin encontrarnos presencialmente, porque ahí se tejen las complicidades más profundas y las confianzas para saber que quienes participan de la red o el tejido, son “dignos” de nuestro apoyo decidido cuando lo requieren.
1.5. Los territorios y las comunidades también se apoyan en redes digitales para fortalecer su convivencialidad y pertenencia.
La comunidad requiere verse, escucharse, sentirse, abrazarse. Lo presencial nos junta, nos genera convivencia cotidiana, confianza y afectividad. Pero, comunidad que no tiene utilidad práctica tiende a disolverse. La comunidad es un ejercicio permanente de encuentro que nos es útil para reproducir y regenerar la vida. Cuidando al mismo tiempo los lazos intersubjetivos, el querernos y el “echarnos de menos”, aunque no siempre nos llevemos bien. Es vida misma, con sus subidas y bajadas, con sus avances y retrocesos, pero es el lugar de lo común, del bien común necesario para nuestra propia vida. Nuestra vida necesita de la comunidad. Y la comunidad se territorializa, aunque el territorio no sea un espacio delimitado claramente, sino abierto, flexible, incluso multiescalar. La comunidad también requiere de fortalecer las pertenencias al territorio, al colectivo, a la historia. Por eso si bien el territorio local y la vivencia comunitaria requiere de mucha presencialidad, también se fortalece con redes digitales de manera complementaria.
En los territorios donde trabajamos fomentamos la realización de líneas (o ciclos o espirales) del tiempo y la vida, la reconstrucción de la memoria barrial y la elaboración de cartografías que resignifiquen el territorio, nos permitan rehabitarlo desde nuestras historias, sentirlo más nuestro y, por tanto, tener más disposición de cuidarlo, así como a las personas que habitan en el mismo. Incluso personas que son más que seres humanos e incluyen la naturaleza, nuestras construcciones, nuestros lugares de convivencia.
Esas reconstrucciones de la memoria, esas cartografías solemos compartirlas en las radios en diferentes programas y microespacios, en exposiciones y actividades en nuestras casas, pero también en redes digitales de uso local. Las nuevas generaciones sirven de puente con sus familias, se facilita el encuentro intergeneracional. Más que amplificar la llegada, aquí lo central es tener otras herramientas que nos ayuden a anudar mejor los tejidos, hacerlos más fuertes, más propios. Y funciona. Hay avances en varias experiencias al respecto, aunque seguimos aprendiendo y afinando.
1.6. De la radio a las plataformas digitales, el podcast y el archivo digital
Sonido, ajayu que habita aquel fantástico cascaron, la radio, que en su lecho de polvo se encuentra el venerable monumento a la ruina como diría el poeta mexicano José Emilio Pacheco. La radio y el sonido son una molécula incompleta, el cuerpo se completa con nosotros/nosotras, el ser humano, que al tiempo de sentirnos incompletos uno de nuestros regalos para hacernos compañía fue la radio. Por generaciones fue nuestra fuente masiva de información, y claro, también de desinformación. La radio ha jugado un rol determinante al momento de relatar acontecimientos importantes en nuestro proceso como humanidad.
Hoy el fin es otro, invitarte a que conozcas el trabajo radial acumulado en más de dos décadas de radio Wayna Tambo y poco menos de Yembatirenda y Sipas Tambo. Se trata de un otro formato, uno al que se le llama podcast.
Compartir la(s) memoria(s) es un acto de desprendimiento, un salto a la confianza, un deber a quien nadie obliga, un reencuentro con lo antiguo que habita y mueve la vida. Compartir la memoria podría sentirse como dar acceso a algo… acceso a fibras, sentimientos, sensibilidades, reflexiones, percepciones, subjetividades, voces, privilegios, esfuerzos, broncas, risas, configuraciones. Damos paso a esas memorias acumuladas en más de dos décadas de trabajo comunicativo desde la radio, aquel monumento al sonido, terca compañera que confronta al silencio. Rebobinar la memoria es valerse de las plataformas digitales para que la radio expanda su voz desde el pasado.
1.7. La comunidad aprende a gestionar sus aprendizajes y usos
Y todo esto lo hicimos sin tener gente experta en temas de redes digitales. Lo hicimos aprendiendo colectivamente, dudando, preguntando, dialogando de manera intergeneracional. Nuestro equipo fue reacio, sigue siendo ante la digitalización de la vida cotidiana. Y, sin embargo, sentimos que era importante entrar a ese mundo. Así que aprendimos a comprender como funciona el sistema mundo y las redes digitales, para no entrar ingenuamente. Pero también a manejar herramientas. A tratar de comprender como podríamos dar pasos para romper la dependencia con las grandes empresas que lucrar con nuestras necesidades digitales. A tratar de tejer alianzas para avanzar en la soberanía tecnológica, muy complicado, pero pequeños pasos se pueden dar. Hicimos algunos experimentos, todavía no nos satisfacen del todo, pero ahí seguimos buscando.
Aprendimos a manejar nuestro periódico digital multimedia, todavía le falta mucho, a como quisiéramos que fuera, pero lo hacemos nosotras y nosotros. No tenemos gente experta contratada para esa tarea. Eso nos demora, pero genera mayor apropiación, mayores capacidades locales, mayor autonomía. Y eso lo valoramos profundamente.
No hay territorialidad sin comunidades fuertes. Y esas comunidades fuertes requieren darse condiciones para su autonomía, una autonomía que no significa soledad, sino el reconocimiento de nuestras riquezas y potencialidades, de nuestras capacidades, de nuestra totalidad de la vida o integralidad, pero al mismo tiempo de nuestras incompletitudes que hacen que nuestras vidas necesiten de las otros y de las otras para poder existir, ahí la importante de las redes y los tejidos. Redes y tejidos muy cotidianos, muy presenciales, muy convivenciales, pero que se pueden complementar maravillosamente con redes digitales.
Ese posiblemente es nuestro mayor aprendizaje: las redes digitales, para no caer en las trampas de los monopolios que las dominan, requieren ser parte de un entramado de tejidos comunitarios y territoriales, que son, en última instancia, el lugar privilegiado de las disputas con la expansión del capital, el colonialismo, el patriarcado y las dominaciones sobre la naturaleza Estas disputas funcionan en la medida que pasamos de las resistencias y las denuncias, a rehabitar con otros modos de vida la totalidad de nuestras existencias. Rehabitar desde lo territorial y lo comunitario también las redes digitales, pero no solo ellas, sino la totalidad de las dimensiones de nuestras vidas. Es decir, experimentando y vivenciando esos otros modos de vida del Vivir Bien, o del buen convivir. Encontrarse, relacionarse, abrazarse… si de eso no somos capaces, el trabajo con las redes digitales queda incompleto, se inutiliza, se subordina a quiénes las controlan y usufructúan con nuestra participación en ellas.
Por eso seguimos haciendo radio, tercamente radiales, pero con aperturas a estrategias comunicacionales más multimedias, más en diversos formatos, sin centralidades únicos, sino en procesos complementarios y recíprocos. Seguimos aprendiendo.
recordar lo que ha sido la Radio Chuquisaca en los años 60, 70, 80 que ha sido el referente fundamental del joven setentero. En los 80 han sido pues un par de emisoras, otras, que prácticamente nos han condicionado los gustos musicales a través de sus formatos que te vendían y muy poco escuchábamos, hasta que llegó FM Color el 85 que ha sido otra ruptura porque en los primeros años 80 era todo música en inglés, la entonces FM color entro con volapié y comenzó a hacer escuchar esos artistas que podían tenerlos en la casa en unos discos o eran totalmente desconocidos para nosotros tanto en castellano, en portugués; y llegaron los 90 un poco que se ha ido naufragando, yo creo que ha comenzado la crisis de la radio en Bolivia ya en los años 90 con toda esa línea de generar locución pro gaucha digamos, tenemos un montón de locutores que tienen ese acento, ese sentimiento donde se creen un poco más allá de los simples mortales que somos. Entonces con la llegada de la Wayna en este nuevo milenio se ha vuelto a hacer otras nuevas rupturas en la radiodifusión ya en un mundo mucho más fragmentado, en un dial donde tenemos más de 50 FM’s. Ahora es muy difícil lograr audiencias y mucho más ahora donde la radio ha dejado de ser un medio de comunicación de consumo familiar masivo, ahora se ha vuelto una radio como medio de comunicación un medio individual, ahora la gente escucha a través de los audífonos, a través del celular, ya no es a través de ese equipo donde estaba en la casa presente para que todos podamos socializar, entonces es un escenario bastante complejo el de ahora, pero mucho más desafiante para poder hacer comunicación con más calidad, con más cercanía a la audiencia donde a partir de lo que son los podcast se está revolucionando el mundo, se está revolucionando ese profundo sentir del dialogo que se debe tener entre los que participan en los programas de radio, pero también llegar de una manera más personal, más íntima y con más sentido a lo que es la audiencia y ese reto desde que ha surgido la Wayna Tambo lo ha asumido, lo sigue desarrollando en otros escenarios en los que estamos viviendo ahora como les digo con más posibilidades de hacer comunicación, más globalizante, poder llegar a audiencias en cualquier parte. Creo que es una de las emisoras que ha generado rupturas” (Jaime Tapia)
15. TODAS NUESTRAS ACCIONES SON COMUNICATIVAS, EDUCATIVAS Y CULTURALES A LA VEZ EN UN PROCESO DE COMUNALIZACIÓN
Los procesos de socialización son por los cuales aprendemos a vivir en sociedad, por los cuáles nos incorporamos a los repertorios cotidianos que nos permiten convivir con los otros y con las otras, pero también se nos incorporan criterios de valor, nociones de verdad, sentido de vida, creencias. Estos pueden ser transgredidos, sin duda, pero la socialización pone algunos límites o señaliza claramente los elementos estructurantes por donde nos movemos. Así aprendimos a ser individuos conectados por normas y necesitados de leyes cada vez más específicas que regulan nuestras convivencias. Si esto es así, ¿por qué no podemos reaprender a convivir más comunitariamente? ¿A hacernos cargo más
corresponsablemente de lo común? Por ello en el centro de nuestra estrategia están los procesos de comunalización, o de vigorización de nuestras vivencias comunitarias desde lo existente.
Para reaprender a vivir la comunidad necesitamos erosionar un elemento central de los procesos de modernización, la separación de las dimensiones de la vida en especializadas compartimentadas. Así, es clave retomar la experiencia que todo acto, que todo evento, que cada actividad que desarrollamos es al mismo tiempo comunicativa, educativa y cultural. Un taller no es solo educativo, sino profundamente comunicativo y cultural. Un concierto de música, una fiesta del barrio o una exposición fotográfica no son solo eventos culturales, sino profundamente educativos y culturales. Un programa de radio, un boletín barrial o un video no son instrumentos comunicativos, sino experiencias culturales profundas, y por supuesto, también educativas.
El hacer que toda nuestra estrategia sea asumida como, comunicativa, educativa y cultural es un primer paso fundamental, que rompe las formas clásicas de intervención institucional y organizativa, nos recoloca en una dinámica de trabajo distinta y potencializa exponencialmente lo que hacemos por la complejidad y riqueza de toda intervención.
Por eso, nuestras radios -Wayna Tambo, Yembatirenda y Sipas Tambo- no pueden ser comprendidas, vividas, experienciadas solo como radios, sino en su maravillosa interacción completaría con el todo de lo que sentimos, pensamos y hacemos como Red de la Diversidad. Esa la fascinación de la radio. Esos los motivos para seguir haciendo tercamente radio.
Cuaderno de Conversaciones #9 UNAS RADIOS A NUESTRO ESTILACHO….
Cuaderno de coversaciones 9-2023-Unas radios a nuestro estilacho