En el transcurso de esta semana el Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de Bolivia ha decidido revisar las medidas cautelares de Fernando Camacho, Marco A. Pumari y Jeanine Añez principales responsables de las masacres de Senkata y Sacaba el 2019, donde 20 vidas humanas fueron arrebatadas a manos de las FFAA, se registraron 184 personas heridas y 224 personas detenidas, hechos dolorosos registrados en nuestra historia que no pueden quedar impunes.
Para conversar respecto a cómo se ha recibido esta noticia por parte de los familiares de las víctimas de la masacre de Senkata estamos junto a Iveth Saravia parte de la Comunidad Inti Phajsi.
Iveth nos comparte: Desde el año pasado que inició el juicio a Janine Áñez y a algunos de sus ministros, no todos, y parte de los comandantes del Ejército, Fuerzas Armadas, Aviación y la Policía, estuvimos haciendo un acompañamiento a la asociación que ha estado impulsando este juicio.
Fue un camino incluso doloroso por todos los testimonios que tenías que volver a escuchar, de lo que la gente ha vivido, incluso de las acusaciones de Janine Áñez y todos sus ministros, un camino muy complicado que estuvieron llevando ellos, con la ilusión, la esperanza de poder encontrar justicia, que a los culpables se los pueda castigar, con lo que corresponde según las leyes. Un camino que empezó recién el año pasado y que terminó prácticamente con la anulación de ese proceso y la liberación de los comandantes, de las personas que estaban detenidas por el caso Senkata. Eso generó mucha frustración, mucho dolor nuevamente en las víctimas.
Ya dicen que se han lavado con la sangre de nuestros muertos, que han sido pilatos, dejando liberadas a esas personas. Incluso han manifestado a los acusados que van a levantar procesos contra el Estado porque ellas son ahora las víctimas, de victimarios pasaron a ser víctimas. Entonces esto nos demuestra que nuestro sistema de justicia es para quien tiene plata, es para quien tiene el poder y no para el pueblo.
Está pasando lo mismo que el 2003. Si miran, mucha gente, son 67 muertos el 2003 que no han encontrado justicia por el tema de la masacre. Y lo mismo ahora son diez aquí en Senkata que tampoco han encontrado justicia.
Lo peor es que nuevamente tú ves en las redes, en los medios de comunicación, ese racismo, esas palabras agresivas que vierte mucha gente. Si tú miras las redes y miras lo que queda todavía resguardado del dos mil diecinueve en las redes, son los mismos hechos, son los mismos discursos agresivos, violentos, discriminatorios hacia la gente. Entonces el pueblo nuevamente pone la sangre, el pueblo nuevamente pone a los muertos.
No hay justicia para ellos. Entonces es lo que están sintiendo las hermanas, los hermanos de la asociación, que han hecho un camino insulso, que ha sido un camino en el cual no han tenido apoyo de nadie, han impulsado un camino desde donde ellas creían que podría ser, que les han vendido la idea de que van a encontrar justicia, que el juicio va a ser importante, que va a proseguir, y que el juez va a dictaminar lo que corresponde para dar justicia a la masacre de Senkata, pero no ha sido así. Es muy doloroso volverlas a ver, escucharlas, pero ahí estamos.
Ellas no se van a rendir, ellas han decidido seguir el camino, van a buscar otros mecanismos, pero nos muestra cómo opera nuestro sistema de justicia. Que vengan de acuerdo a lo que pinte el color político, a lo que digan intereses hegemónicos, a lo que digan las personas que tienen dinero…..ponemos aquí la conversa junto a Iveth para que sigas escuchando su intervención….