APUNTES RESPECTO A LAS POSIBILIDADES DE ORGANIZACIÓN DEL CAMPO POPULAR EN UN ESCENARIO POST ELECTORAL Por: El Hueco en el Muro

Esta semana vamos a tener distintas miradas, recogiendo análisis, impresiones a propósito de los resultados electorales conocidos el domingo 17 de agosto por la  noche y que se están oficializando parcialmente, cerrando los cómputos a nivel departamental.

No quisiéramos detenernos principalmente en los resultados o intentar explicar por qué la victoria en primera vuelta de Rodrigo Paz y del capitán Lara, o la composición de esos votos y de la asamblea legislativa.

Queremos trasladar el foco de esta conversación hoy a qué ocurre con ese sujeto colectivo, que es de ese sujeto popular, multidimencional, que marcado fundamentalmente por una suerte de histórica marginalidad en el país, de un estado que se construyó y configuró gran parte de la noción de participación política, de políticas económicas, de maneras de entender la salud o los contenidos en educación, etc., en todas las dimensiones de la vida, a espaldas de esa gran mayoría de la población, que tiene una procedencia fundamentalmente de pueblos indígenas distintos, que tenemos una presencia de eso, lo indígena, en nuestras vidas, en nuestra memoria, en nuestras familias.

Ese sujeto que fue el que sostuvo las resistencias y las luchas también a la crisis del neoliberalismo de finales de la década de los años 90, ese sujeto que fue quien finalmente optó en términos electorales, en los momentos electorales, asumiendo que sus luchas principales no solo fueron las electorales, sino fruto de unas resistencias y de luchas que significó masacres contra ese pueblo, optó en términos electorales por dar un giro al país con la elección del movimiento al socialismo y de Evo Morales a finales del año 2005, lo que significó la inauguración de lo que en Bolivia se denominó, con distintos nombres, eso que genéricamente se puede decir el proceso de cambio boliviano. ¿Qué sucede con ese sujeto?

Quien es quien sostuvo luego las múltiples victorias electorales del movimiento al socialismo y que en este escenario electoral se ha encontrado con ese movimiento al socialismo fragmentado, peleado, dividido en una guerra intestina brutal, de “enemigos a muerte”, que ha generado desconcierto electoral en ese sector. ¿Qué significa su comportamiento electoral? Y ahí deseamos plantear algunas preguntas de las cuales no tenemos todavía datos suficientes para comprender lo que está sucediendo, pero intuir algunos elementos de reflexión y de discusión de qué va a suceder más allá del resultado electoral del día domingo.

Un primer elemento a plantear es que lo que venía electoralmente de ese legado del movimiento al socialismo en el poder, que se constituyó en la expresión política, en la expresión partidaria, en la expresión electoral, y por tanto en la expresión de gestión del gobierno, o sea, de quien administra el gobierno, el movimiento al socialismo se convirtió en esa expresión de ese campo popular plurinacional que podríamos decir, vino primero como cuatro tendencias al momento electoral que terminaron diluyéndose en tres tendencias, pero podríamos decir cuatro marcantes de esa configuración inicialmente, la candidatura oficial de lo que hoy se ha constituido el movimiento al socialismo en términos oficiales, legales, como sigla partidaria, que sería el oficialismo del gobierno con la candidatura de Eduardo del Castillo.

La candidatura de Andrónico Rodríguez, que expresaba un ala de este sector, que también decidió alejarse no solo del ala Arcista, del ala del gobierno, del movimiento al socialismo oficial, sino también del Evismo como tendencia, y lanzó una candidatura propia que en algún momento del proceso electoral apareció con mucha mayor expectativa de lo que después logró. Rápidamente se diluyó esa candidatura en su fortaleza,  apareció en algún momento con mucha intención de voto, pero rápidamente se diluyó, y ahorita no vamos a analizar los causales de esa disolución de esta suerte de alternativa electoral, pero ha conquistado una votación cercana al 10%, según datos oficiales, que significa también una base social que votó en una idea en parte,  de gente que apostó básicamente a tener en el parlamento alguna representación fuerte de este campo o de lo que quedaba de retazos de ese movimiento al socialismo dividido y fragmentado.

Desde quienes votaron al movimiento al socialismo como sigla, posiblemente primó una suerte de sectores alineados, porque todos los sectores tienen sectores alineados que sí están convencidos de esas alternativas políticas, pero también primó una suerte de nostalgia por el sostenimiento de la sigla del movimiento al socialismo, como intento de sostener y recomponer desde ahí ese histórico instrumento político que sirvió, como decíamos, a este campo popular plurinacional en sus luchas, en sus intereses, en sus dignidades, en su historia, en su memoria, a partir de las victorias electorales del año 2005 y poco antes ya la del 2002, con mucha fuerza en el simbólico político.

¿Qué va a ocurrir con estas dos propuestas electorales, con la base social? No nos interesa en este momento la discusión sobre qué va a ocurrir con los partidos y la expresión política. Recordemos que el movimiento al socialismo, oficial como sigla, tiene una estructura partidaria, pero en gran parte está sostenida por el entramado de la burocracia del Estado, y una vez perdido el Estado y no teniendo la manera de repartir también empleo público, que es una manera de fidelizar militancia, la posibilidad de su disolución es mucho mayor en términos partidarios, aunque la sigla no se haya disuelto…..ponemos aquí la intervención completa del Hueco en el Muro, para que sigas escuchando las intervenciones expresadas en ese espacio……

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente de la imagen de portada: https://www.contactosur.net/la-construccion-de-movimientos-sociopoliticos-como-imperiosa-necesidad-para-el-campo-popular/