El “Hueco en el Muro” es el programa bandera de las radios Wayna Tambo, Yembatirenda y Sipas Tambo, una revista que posiciona las voces que vienen desde la Red de la Diversidad y sus articulaciones más próximas, damos a escuchar nuestras opiniones, pero salidas desde nuestro cotidiano, como parte de territorios concretos, desde nuestra posición como vecinas y vecinos que están informado y están opinando sobre eso cotidiano; no escuchabas al analista clásico, no escuchabas a la intelectual distante, no escuchabas al periodista de siempre, sino a quien escuchabas y escuchas es a personas que sienten y tienen su posición sobre la realidad y lo hacen también con argumentos desde su pertenencia al territorio local. Tratamos de romper ese imaginario sobre que las personas de lo local no están informadas, porque Wayna Tambo, Yembatirenda, Sipas Tambo se está hablando desde El Alto, Tarija y Sucre, desde lo local sobre lo local, la región, el continente, el mundo, sobre diversos temas con profundidad y complejidad, pero en lenguaje sencillo. Es desde lo local hablando del y al mundo, donde nos hemos sentido cómodas y cómodos para hacer comunicación.
El “Hueco en el Muro” es la revista de noticias, opinión, debate, reportajes, entrevistas culturales, políticas, sociales, económicas y de gran parte de las dimensiones de la vida que, como contamos antes en este documento, nació cuando apenas hacíamos un programa de radio en otra emisora amiga. Precede a las radios, pero se queda con ellas hasta el día de hoy.
El 2005 “El Hueco en el Muro” tenía una fuerte llegada al público, habíamos coordinado para que haya diferentes perspectivas en cada programa, todavía seguía funcionando el tema de las llamadas, se llamaba o se invitaba a alguien para hablar del contexto del país, porque creíamos que era importante el seguir hablando y debatiendo para tener diferentes perspectivas de lo que pasaba en el país, después se vino la Asamblea Constituyente e igualmente teníamos que seguir trabajando, para seguir viendo cómo se encaraba este proceso que era de la gente, apenas comenzaba, no era que ya estaba todo hecho. (Nina Uma)
“El Hueco en el Muro” pasó por diferentes momentos, a veces se trataba de un programa local, con algunos segmentos en toda la red, o compartiendo informaciones o pasándonos entrevistas o notas. Otras veces teníamos parte del programa en red nacional y otra parte en contenidos y emisiones solo locales. En épocas hicimos un Hueco nacional en la mañana y Huecos locales en la tarde. A momento sentimos que necesitamos programas propios locales para complementar al “Hueco en el Muro”, así nacieron programas como “Desde la Yemba”, “El Qipi del Sipas” o “Radio Casa –de Wayna Tambo-”.
Finalmente consolidamos un programa en red, con muchas voces locales, lo que lo ha enriquecido notablemente. Hoy el programa se hace con gente desde El Alto, Sucre, Tarija, Cochabamba y Santa Cruz de manera regular, en la co- conducción, también participan gente de otros lugares y hasta gente más “nómada” en varios momentos, eso nos permite unas perspectivas amplias territoriales, complementarias, sin perder eso local que es la característica del programa, es decir hablar desde el territorio propio en el que se habita.
Ese proceso nos ha llevado por algún tiempo a realizar el programa grabado; mejoramos en producción, pero perdimos en frescura. El escenario pandémico llevó a que este y otros programas, así como la facilidad del acceso digital en casa para producir y editar, se consolidaran como programas grabados.
Entonces con este salto a la digitalización de las cosas con las computadoras, lo cual estamos segurxs que no solo nos ha pasado a nosotrxs como radios, ya que a partir de esta digitalización los programas que producías en cabina, en la radio, ya lo podías hacer desde tu casa; ya no era tan costoso como en un inicio cuando charlábamos de los minidiscos, el minidisco mismo, sino que en tu computadora, teníamos reporteras que descargábamos en casa, para posteriormente editar el programa y enviarlo, ya no era tan complicado como cuando veníamos a las cabinas de emisión y producción, el armar canción por canción. En los espacios de la radio teníamos un aparador de discos grande y escogíamos que discos íbamos a poner y decidíamos que canción poner e incluso los programas se traían sus discos, entonces el operador o la operadora tenia todos esos trabajos. Entonces con ese salto a la digitalización hemos ahorrado tiempo para varias cosas, porque el venir desde tu casa para grabar y después irte significaba tiempo y recursos económicos, ahora sentimos que es más rápido, con los celulares, dispositivos móviles, etc., ya que a partir de estos ahora ni reporteras necesitamos. No nos percatamos ese costo del ahorrarnos tiempo y recursos económicos, nos preguntamos constantemente ¿qué estamos perdiendo ahora?, y es precisamente eso de encontrarnos, ahora puedes tener la posibilidad de contactarte con gente de otros países, pero hay esto del contacto con la gente, de sentirte en un espacio como este, de tener el micrófono, es diferente, ha sido y es importante el charlar cara a cara, y no como ahora se hace más alejado. No sé en qué medida esto se hace posible por los ritmos de la ciudad que cada vez son más acelerados. Por eso creemos que la radio va cambiando, va quedando, si viésemos todo el recorrido de la radio hasta nuestros días, pues es bien bonito, pero justo ahora no sabemos en qué momento está el mundo de lo digital, nos puede hacer llegar a otros continentes en tiempo real, pero esta globalización nos aleja, nos aísla. (Omar Alí)
Todo esto que fluye desde la experiencia nos lleva a una reflexión necesaria desde este hacer radio, en donde comenzamos a cuestionarnos a partir de haber dejado de hacer programas en vivo por un buen tiempo. Hoy estamos consolidando al “Hueco” en vivo y en red nacional, usando plataformas digitales, pero sin perder la frescura de lo del momento.
Este proceso también está contribuyendo para que busquemos retomar espacios colectivos, presenciales, vivenciales, donde los programas se encuentran en cabina con los equipos de otros programas, se restablezca el diálogo, el tejido, el sentirse comunidad. Los tiempos han cambiado, ya no es tan fácil o “inevitable” el encuentro como antes, por ello exige estrategias, modalidades, motivaciones.
Mientras, “El Hueco en el Muro” sigue siendo el programa clave donde abordar estas y otras conversaciones. Es nuestro programa primero, la voz colectiva y diversa de la Red de la Diversidad.