LOS DISCURSOS SE TREPAN SOBRE CIERTAS BASES MATERIALES O TIENEN UN ARRAIGO MATERIAL DE PODER Conversamos con Sebastián Moscoso

Estamos con Sebastián, con quien vamos a conversar respecto a los discursos de las ultraderechas conservadoras y cómo estos mismos están siendo adoptados y asumidos dentro de nuestro imaginario social ¿qué hacemos frente a estos discursos de odio que se están generando hacia el otro, la otra?  

Sebas nos dice: Soy profesor de Biología en colegio, de Geografía y a veces cuando me dejan también doy un poquito de Historia de Bolivia, tengo el privilegio de enseñar en un colegio donde se nos permite articular las materias, pero al mismo tiempo también soy militante de una organización de la Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional y  como ética de maestro siempre se trabaja dentro del aula y se trabaja fuera del aula, trabajamos diferentes aspectos. Yo trabajo diferentes aspectos como educador y como militante, pero persiguiendo un mismo horizonte

En ese sentido hay una proliferación de discursos conservadores, discursos racistas, clasistas, homófobos, lo que llamamos en general discursos de odio, de convertir a otro sector, algún enemigo interno como el culpable de lo que está ocurriendo y como tu enemigo, ¿no es verdad? Atraviesa un proceso de deshumanizar a este enemigo interno. Pero para mí es importante señalar que los discursos de odio no tienen igual cabida en todos los momentos o en todos los lugares.

En ese sentido ahora están teniendo particular cabida porque estamos en un proceso que lo permite, es decir, estamos en un momento geopolítico, económico, global que permite que estos discursos de odio cobren legitimidad, es decir, generalmente hay discursos de odio en la sociedad o hay discursos de separación o de opresión dentro de la sociedad pero son en momentos de crisis donde estos discursos pueden tener algún tipo de cabida, y no hay que perder de vista que estamos en un momento de agotamiento del orden neoliberal, de alguna manera, en una crisis de la hegemonía de Estados Unidos que ya no tenía que había estado perdiendo desde principios del dos mil y que se ha visto más en amenaza con el auge de China y de estas potencias, entonces lo que vemos es una salida hacia la derecha ante la crisis de la hegemonía global y peor aún, ante el surgimiento de esta crisis económica global que viene, como se ha caracterizado siempre, a la etapa del imperialismo como una etapa de crisis, guerras y revoluciones, revoluciones todavía no hay, pero sí que hay revueltas y sí que hay crisis. Ahora estamos viendo como nunca un resurge del militarismo y del armamentismo, se está hablando de la Tercera Guerra Mundial, entonces estos discursos de odio son, como solemos ver, una salida de emergencia del sistema hacia derecha para no señalar claramente cuál es el enemigo, cuál es la causa de las crisis, cuál es la causa de las guerras y en ese sentido, por eso estamos viendo cómo en países de América Latina vuelve a resurgir el racismo, cómo vuelve a resurgir los discursos antiinmigrantes, sobre todo contra latinos y contra las comunidades árabes o islamitas en Estados Unidos y en Europa, el sionismo como probablemente la encarnación más brutal de esta etapa de estos discursos de odio, de este surgimiento de una internacional de derecha y de la deshumanización del otro, el genocidio en Gaza es probablemente la cristalización de toda esta porquería.

Es un genocidio que lo estamos viendo en las pantallas de los celulares, que está cristalizando este mensaje de odio, pero que los mensajes de odio no vienen solos sino que se trepan sobre una estructura de poder, se trepan sobre una estructura económica y para nosotros ese es el imperialismo. El sionismo, esta idea de que los judíos tienen derecho a un estado-nación en algún lugar del mundo o propiamente en ese lugar del mundo y que es un es un es un estado-nación que no puede permitir al otro, tiene cabida porque hay potencias imperialistas, en su momento Gran Bretaña y ahora Estados Unidos que tienen intereses económicos en el lugar, este genocidio que ya viene desde 1948 con diferentes exacerbaciones cobra ahora una aceleración aprovechando la crisis global y aprovechando esta destrucción del orden mundial que se había establecido con el neoliberalismo y con estas instituciones del pacto de Bretton Woods que en algún momento habían ganado cierta legitimidad. Se decía el fin de la historia, decía Fukuyama. No es verdad, hay un orden global establecido o como decía Jim Klamert, el neoliberalismo es el fin de las utopías.

La utopía del neoliberalismo es un mundo sin utopías, ese orden aparente se empieza a caer a pedazos, entonces vienen estas crisis, vienen estas guerras, viene la exacerbación de estos discursos de odio, de esta deshumanización del otro. Entonces, como primer elemento para mí sí es importante que comprendamos que los discursos se trepan sobre ciertas bases materiales o tienen un arraigo material de poder…..ponemos aquí la entrevista completa junto a Sebastián para que sigas escuchando su intervención….