Una explicación (no la única) se encuentra en las diferencias que hay entre Tarija y las ciudades del eje central.
Primero, el empresariado tarijeño que se adjudica obras a través de la Gobernación, no reinvierte en empresas de otros rubros del Departamento, en cambio el empresariado de los otros departamentos, sí invierten en empresas de otros rubros, porque son mercados grandes, tienen por tanto un consumo más grande, un mercado seguro, en cambio en Tarija el mercado es muy pequeño y los empresarios no pueden hacer reinversiones.
Hasta aquí una primera conclusión: La economía no depende solo de los recursos del Estado, sino también del empresariado privado, y en las ciudades grandes eso es posible, no así en ciudades como Tarija.
Y en el caso de las empresas tarijeñas el empresariado es muy dependiente de los ingresos del gobierno, lamentablemente; cuando por ejemplo la Alcaldía de La Paz licita una obra (llave en mano), se ejecuta la obra y al momento de inaugurarla la empresa se hace cargo de todo los gastos de inauguración, dos años después recién la Alcaldía paga a la empresa ejecutora, eso nos muestra que la empresa ejecutora es solvente, pero en Tarija una empresa se adjudica una obra y el empresario ni ha comenzado la obra y ya exige un anticipo del 20%, hace alianzas con otras empresas, se adjudican otras obras y terminan con varias adjudicaciones sin invertir un centavo, pero con el 20% de anticipo podían iniciar la obra adjudicada, sin tener liquidez económica para sostener las obras, en general las empresas en Tarija son unipersonales, muy dependiente de los recursos del Estado, el empresariado tarijeño no ha crecido, ni siquiera en el sector de la construcción que son la primera línea de financiamiento del presupuesto de la Gobernación, la situación es peor en los otros sectores económicos.
Segunda conclusión: si la Gobernación no paga, el empresariado tarijeño se muere.
Segundo, todo recurso del Estado necesita planificación, durante la gestión de Lino Condori en la gobernación tarijeña se comenzó a hacer una planificación mediamente participativa, posteriormente la planificación presupuestaria responde a la parte administrativa y ejecutiva, pero sin la participación de la ciudadanía.
Pero no solo es cuestión de planificar, momento donde se atiende a normas y “necesidades de la población”, porque al momento de la ejecución se producen cambios. Según un estudio, en el caso de la gobernación de Tarija se planificaba una cosa y en el presupuesto aparecía otra cosa, por ejemplo, en la planificación aparecen los sectores sociales y productivos como necesidad primaria, que deberían ser atendidos, pero en el presupuesto aparecían en primer lugar: caminos, es decir, en cada etapa se distorsiona el manejo de los recursos, se planifica una cosa, se ejecuta otra y aun más, en el proceso de control y seguimiento no se hacen las correcciones correspondientes.
Pero al margen de las posiciones políticas de las gestiones en la gobernación de Tarija, la inversión en general se hace de una sola manera y es “cemento”.
Fue así en la gestión de la Gobernación al frente de Mario Cossio, fue así en la gestión de la Gobernación al frente de Lino Condori y así ocurre en la gestión de la Gobernación departamental al frente de Adrian Oliva.
Los efectos gravitantes de la disminución de ingresos departamentales se manifiestan principalmente en el sector de la construcción y la agricultura, aunque en realidad hay que hablar de cadenas de sectores ligados a la construcción y la agricultura, por tanto hacemos referencia a un efecto multiplicador.
Buscando y ensayando más respuestas sobre la disminución y/o escasez de recursos y sus efectos negativos para el departamento de Tarija, hay que considerar otros factores, como la falta de ejecución de los proyectos que integran los POA, es decir, cuando se tiene dinero en las cuentas fiscales porque no se ejecutan los proyectos planificados.
Y en cuanto a la disminución de ingresos por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos IDH, también es importante saber que:
– En las últimas gestiones que no se han explorado más pozos, por tanto no aumentará la producción.
– Los pozos en explotación están disminuyendo su producción, por tanto, también los ingresos que genera.
– La disminución de la demanda de gas de países vecinos como Brasil y Argentina, que además de contar con nuevos campos de explotación, vienen acompañados por políticas de estado relacionado con la postura ideológica de los gobiernos de estos dos países.
Ahora, cuál el destino de los ingresos generados por el IDH?
Nos detenemos aquí un momento para responder la pregunta.
En términos simples, estos recursos, no se puede gastar “en todo”, está reglamentado por muchos decretos que indican ciertas prioridades de gasto y también la forma de asignación de esos recursos, el porcentaje más importante es para la gobernación departamental, luego las Universidades y los municipios.
Hay que poner en claro que el departamento de Tarija tiene tres fuentes de ingresos y estos por orden de importancia son: las regalías por la producción de hidrocarburos, el IDH y el IIH; de las regalías de la producción bruta de hidrocarburos, que salen de los pozos, valoradas a nivel nacional, el 11% le pertenece al departamento productor, por tanto van a las arcas de la gobernación, en cambio los ingresos por IDH deben distribuirse de otra manera.
De los ingresos departamentales las regalías representan el 80%, hay una dependencia de ésas regalías, sin embargo también se mantiene año tras año, una cuenta fiscal con saldos de proyectos que no se ejecutan al 100% en todas las gestiones y eso representa entre 10 y 20%.
Pero demás es importante poner en discusión, cuál el carácter de la estructuración de los sectores a los que se destinan los recursos del IDH.
La ley de hidrocarburos vigente, la 3058, limita las prioridades a infraestructura, caminos, educación y salud, electricidad y la actividad agropecuaria; por ejemplo, no se pueden usar recursos del IDH en gastos de funcionamientos como pagar sueldos al personal, aunque la Universidad “chille” indicando que no puede pagar sueldos, no puede hacer esos gastos, hay una reglamentación que acompaña al IDH. El uso de los recursos del Estado, están normados por leyes, no puede salirse de esos marcos de responsabilidad pública.
Ahora, lo que preocupa es, que si bien se pudieron haber destinado los pocos recursos a sectores productivos (fomentar pequeñas o medianas empresas en el área agropecuario), se hubieran generado más empleo, más ingresos y como departamento elevar la producción, pero no fue así, el desempleo en la actualidad es un problema grande y serio, la gente de Tarija sale a Santa Cruz y otros departamentos y también al exterior, porque a pesar de los incentivos desde el gobierno central subvencionando empleados, podría haberse generado empresas con recursos destinados al área productiva, pero no fue así, se invirtió más en “cemento”; entonces surge una contradicción en el caso de la gobernación de Tarija, cuando afirma que gastan recursos y sin embargo hay desempleo, si se gastan recursos, debiera ser para generar empleo, porque el hecho de tener empleo genera ingresos, aunque sea de subsistencia, garantizar por lo menos la sobrevivencia, en Tarija no ocurre así.
En esta parte de la conversación, se cuestiona la esencia y espíritu de la Ley del IDH, que favorece (por su estructura) al empresariado, para que pueda captar fácilmente recursos del Estado, todas las utilidades y beneficios se concentran para el empresariado privado. En el caso de Tarija, el empresariado se ha beneficiado con la adjudicación de jugosos contratos pero que no ha significado un fortalecimiento de sectores productivos.
Vemos en el departamento de Tarija infraestructura, puentes, asfaltado de caminos, etc., pero ha sido en menor medida a la de gestiones anteriores.
En los sectores de salud y educación tampoco se ha visto más infraestructuras sino las que ya se habían iniciado en la gestión de Lino Condori y que en la actual gestión solo se estaría terminando de ejecutar y entregar esas obras.
Pero de ninguna manera significa que esas “obras” de infraestructura haya modificado positivamente la vida de la población y por el contrario, que los niveles de satisfacción de necesidades y aspiraciones haya disminuido, es decir, que un número creciente de hospitales no significa que la salud de la población haya mejorado proporcionalmente, lo mismo en cuanto a educación, que haya más edificios construidos no significa que el nivel educativo de la población se haya elevado.
Por eso, otra de las conclusiones, es que la estructura de distribución de los ingresos departamentales beneficia a sectores empresariales que se adjudican proyectos, y que si aún su ejecución fuera del 100%, no alcanza para elevar el nivel de vida de la población.
Por eso es necesario modificar la normativa para que las inversiones beneficien a la población, es decir, invertir el orden de prioridades partiendo por el sector de la producción, social y luego infraestructura, en la actualidad las prioridades están ordenadas a la inversa.
Según una encuesta del 2012 para la elaboración del Plan de Desarrollo Departamental de Tarija, entre otras se preguntaba: cuál sería el orden de prioridades de inversión? y el resultado puso en primer lugar a la inversión en agua seguido por medioambiente, salud, educación y por último el de caminos, pero vemos que la inversión realizada según autoridades departamentales fue al revés; en Tarija, en temas de salud, por ejemplo, en vez de hacer el hospital oncológico (que es muy necesario), tal vez se podía apoyar, financiar proyectos de medicina preventiva.
Sobre esto, en el departamento y en general en todo el país, la inversión del Estado en sus niveles Nacional, departamental y municipal, está orientado a favorecer a grupos empresariales, porque la prioridad de inversión, es en caminos, infraestructura o lo que comúnmente se dice “cemento”, así sea en educación y salud, siempre las inversiones primeras son en “cemento” porque entre otras razones, son en esos proyectos donde se generan los “diezmos” que los empresarios están obligados a pagar por adjudicarse una determinada obra.
Con el gobierno del MAS debiera cambiarse la lógica de redistribución, de manejar esos presupuestos, etc., pero ese cambio no se produjo, la lógica con la que debiera trabajarse la estructuración de esto presupuestos van más allá de la de un manejo eficiente de los recursos.
Por ejemplo en el tema de la producción de quinua, uno de los sectores que desde el Estado ha recibido mucho impulso, trajo como resultado que la quinua sea más vendida en el exterior pero no se dio el incentivo para el consumo interno, incluso una consecuencia fue la elevación del precio al consumidor nacional. Desde la lógica gubernamental al apoyar este tipo de producción (quinua), no toma en cuenta la promoción de su consumo a nivel interno, salvo el de los productos de subvención por natalidad.
Podríamos terminar generando un monocultivo de la quinua, cuando sabemos que la producción de sobrevivencia, de familias y comunidades, tiene que ver con la diversificación, sin importar la cantidad de tierras que se tenga, en la medida que su producción sea diversificada permite la sobrevivencia familiar y también seguir subvencionando la alimentación de las ciudades.
En cuanto a apoyo a la producción, desde el gobierno hace mucho más esfuerzo hacia los sectores agroindustriales, como la ampliación de la frontera agrícola, beneficia principalmente la producción, no de alimento de consumo interno, sino para la exportación y de consumo industrial, por eso es importante que quienes están en el papel de legislar y fiscalizar, en el nivel departamental como nacional, tengan un mandato muy claro en ese sentido.
Entonces al cuestionar el carácter del IDH, por beneficiar a la gran empresa (y esto no necesariamente significa que se atenderán las necesidades de la población en cuanto a alimentación, salud, educación, trabajo, etc.), deben buscarse otras formas de organizar el uso de los recursos, lo que nos lleva a revisar la visión y concepción del Estado que queremos construir.
Pero continuemos el análisis desde otras perspectivas, surgidas en la tertulia.
El análisis en temas económicos, es parecido al manejo que se hace en la familia, en el hogar, cuánto es el ingreso? Cuántos los gastos?
En la economía de Tarija a través del PIB se puede ver una manifestación de crecimiento a lo largo del tiempo, en 1995 se tenía 293 millones de bolivianos, llegó a su pico más alto en 2014 con 4549 millones de bolivianos en promedio, posteriormente y por las caídas del precio internacional de los hidrocarburos nuestro PIB fue bajando aun más.
Aquí vale la pena detenernos para ver qué es y para qué nos sirve el PIB?
El Producto Interno Bruto, nos muestra en términos simples el crecimiento económico que tenemos (producción, los ingresos departamentales) y está relacionado a la cantidad de recursos que se reciben por diferentes conceptos entre ellos, el más fuerte, el IDH, que marca la diferencia que hay entre lo que se recibe desde el gobierno central, y para la economía Tarijeña, el IDH es gravitante y eso se ve en las estadísticas del comportamiento de la economía a lo largo del tiempo.
En Tarija (y en todo el país), se escucha y se repite que estuvimos en una época “de vacas gordas”, una frase muy manejada y que tiene su parte de verdad, porque se han recibido una gran cantidad de recursos y que lamentablemente hubo escasa participación de la población en la planificación del destino de esos recursos y mucho menos en el control y seguimiento a la ejecución de proyectos.
En nuestra economía familiar valoramos cada centavo que entra en la casa y se organiza su uso, pero cuando no hay una planificación de qué se hará con esos recursos ocurre los que ocurrió en Tarija y lamentablemente no se intervino como sociedad civil en esa planificación para definir qué hacer con esos recursos.
Hay prioridades para la población entre otros, alimentación, salud, trabajo, etc., y que eso genera a la vez un crecimiento económico porque generan ingresos económicos y sectores que mejorarán sus condiciones económicas y de vida.
Si existe planificación y no se hace un control y seguimiento de cómo se hacen las inversiones difícilmente se cambiará la situación de la población en general y eso es lo que ha ocurrido.
Pero habremos aprendido de la experiencia ahora que los recursos disminuyen? cómo se hace para que esos “escasos” recursos sean mejor invertidos? recordemos que la gobernación actual a cargo de Adrian Oliva, nos ha metido la idea de que estamos en una crisis tremenda aunque se perciba también que es una “crisis inflada”, que la gobernación tarijeña tienen más ingresos que otros departamentos y que la disminución no es reciente, que ya hubo disminución durante la gestión de Lino Condori, pero la tasa de crecimiento era positiva, no así en la gestión de Adrian oliva.
El hecho de no haber hecho pagos de deudas contraídas con muchas empresas, no significo que esa cantidad de dinero haya circulado en la economía departamental, las empresas al no recibir lo pagos han despedido gente y eso ha ocasionada que la economía departamental se desacelere, que haya mas bien un decrecimiento de la economía, las tazas de desempleo sean negativas en relación al 4% del nivel nacional.
Cuál sería la fórmula mágica para revertir esta situación? Que la gobernación deje de invertir en cemento? fomentar la microempresa? que cambie su enfoque e invierta en producción? fomentar la pequeña y microempresa? cual sería la forma inteligente de invertir recursos en Tarija en función de su contexto?
Parece que a futuro, cambiaran las relaciones, la forma de producción, los tipos de productos, porque tanto en las sub gobernaciones como la gobernación, se están optando por productos alternativos y rentables, por ejemplo, nogales, olivo, frutilla, que son productos que ya han iniciado esta etapa y hay buenos resultados, entonces permitirá decir que más adelante tal vez no se produzca alimentos para la ciudadanía? Se van a dedicar a ese tipo de producto más rentables? Solo generaran ingresos y van a comprar ellos mismo lo que pueden producir?
O es que van a mantener la lógica de lo que por años han estado haciendo?
La sub gobernación y la gobernación estarían predispuestos a apoyar este tipo de iniciativas?
No es solo el hecho de poner recursos, el hecho de cambiar actividades productivas implica educación, capacitación técnica, mejor si es en terreno, y eso incluye otro tipo de costos, otro tipo de gente predispuesta a eso.
Lo esencial es la vida, la sobrevivencia es lo importante para las familias y para eso necesitamos son alimentos y apoyar su producción a cualquier, es un otra conclusión de la tertulia.
En este caso el ámbito sobre el cual los recursos del estado pudieran apoyar son en infraestructura ligada a la producción, por ejemplo sistemas de riego que bien se podrían implementar que van ayudar en el aumento de la producción, por tanto de los ingresos, en productos, alternativos como productos básicos de la alimentación que tenemos en la canasta familiar, es fundamental la mirada desde ésa perspectiva.