Vamos a hablar de la crisis medioambiental y para ello nos hemos citado a este encuentro de conversa junto a Stasiek Czaplicki quien es economista ambiental, investigador y activista.
Stasiek nos comparte: Primero tenemos que entender de que hay un contexto de cambio climático que se va agravando. Hace como 15 años, cuando empecé a estudiar estos temas, teníamos un fenómeno del niño o la niña cada tres a cuatro años. Desde el 2019 hasta la fecha, todos los años ha habido o el niño o la niña, no ha habido un solo año sin uno de esos fenómenos. Ya se ha vuelto prácticamente algo muy regular. Y con el niño y la niña justamente vienen estos fenómenos que son justamente de exceso de lluvia en alguna parte del país y sequía en otra parte del país, a la misma vez que, digamos, ha sufrido una zona sequía de forma recurrente, el año siguiente, si llueve, pues se inunda porque los ecosistemas están frágiles, porque no absorben ya el agua como lo solían hacer, y todo eso se agrava en el sentido que justamente los ecosistemas están más degradados. Entonces, ahí para ponerlo en contexto, los incendios no son un fenómeno específico a Bolivia, evidentemente, todos los bosques tropicales del mundo están sufriendo más y más incendios desde el 2019 hasta la fecha.
Sin embargo, mismo dentro de todos los bosques ecosistémicos, Bolivia sale puntero. ¿Por qué? Porque justamente a diferencia de los otros países, excepto de repente Brasil en ciertas zonas, Bolivia está con un proceso de desmonte que se va agravando y a la misma vez que el Estado no está a la altura para justamente tomar medidas de prevención o para parar los incendios, y a su vez favorece este gran hecho.
Entonces, para ponerle ahí un par de datos a esta historia, desde el 2019 hasta la fecha estamos hablando de cerca de 36 millones de hectáreas incendiadas. No son las mismas, muchas veces los incendios vuelven a ocurrir en los mismos sitios que ya han ocurrido, y eso es muy agravante porque justamente en la medida que eso ocurre, normalmente cuando hay un incendio se puede regenerar el ecosistema, pero si se vuelve a quemar y se vuelve a quemar y se vuelve a quemar, no ocurre aquello, eso en proporción del país debe ser como unas 120 millones de hectáreas, si no me equivoco, es harto.
A su vez, el desmonte, que es justamente el hecho de estar tumbando bosque y ecosistemas no boscosos para plantar sobre todo pastizales para la ganadería, soya, esos son como el 70% del desmonte, eso es lo que agrava, fragiliza el ecosistema, termina también despojando por ende también las comunidades rurales, porque en la medida de que tú, por ejemplo, haces un sistema de vida alimentario productivo o con extracción de productos forestales no maderables y otros, el que haya incendios de forma recurrente, hace que el campo viva una crisis, entre otras crisis que hay en el país, en esa medida, entre incendios que suspenden los colegios, entre incendios que obligan a la biodiversidad, fauna, a después ir a los campos de producción agrícola para justamente tratar de alimentarse, entre la crisis de cuando ocurre que se te quema justamente, las zonas donde extraías productos forestales no maderables, pues mucha gente termina obligada a migrar, termina obligada a ir a buscar su vida en la minería de oro y otros elementos que hacen que sea un ciclo muy preocupante.
Respecto a quienes son los que originan estos incendios lo que me preocupaba era que yo vi hace unos años unas encuestas de opinión pública, que si bien no eran muy bien hechas, nos mostraban una fotografía un poco distorsionada de la realidad. Nos decían que básicamente el problema de los incendios es un problema de interculturales, por un lado, y en términos de fenómeno del chaqueo mismo. En los hechos concretos, no es que se esté chaqueando más que antes y de ninguna forma, lo que sí está ocurriendo más que antes es el desmonte por la ganadería y por la soya, ahora, a eso dicho, hay que tener en cuenta lo siguiente. En el caso de los incendios, justamente, si bien pueden originar en un predio, se pueden esparcir por cientos de kilómetros más y afectar a 20 mil predios más, por decir una cifra. La idea es que, justamente, no es porque has sido afectado tú por un incendio, quiere decir que tú lo hayas realizado. Entonces, para eso hay los estudios que se dicen de cicatriz de incendio, que básicamente miran dónde origina el incendio y dónde va avanzando, eso existen, pero nadie los quiere publicar porque tienen mucho miedo de lo que pueda decir. Sin embargo, algo que queda bastante claro es que, a lo largo de los últimos años, lo que es superficie quemada en predios termina mostrándonos que más del 30% ocurre en predios empresariales y privados, medianos que se denomina. Los predios interculturales representan el 18%, pese a que la opinión pública tiene una noción de que ellos serían los principales actores detrás de eso. No quiere decir que están exentos de culpa, evidentemente. Ahora, lo que es muy interesante es que, a su par, hay los datos de desmonte que casi no ocurre donde ha habido incendios. El desmonte ocurre en otras zonas y el desmonte no es un hecho fortuito. Quiere decir que no puede ser un accidente, básicamente, tú tienes que invertir mucho dinero, traer maquinaria y realizar esa actividad de desmonte después para ir a cultivar soya, sorgo u otros productos de ese tipo o pastizales. En ese caso, sabemos que el desmonte, o sea, la deforestación en el país, es del orden de 60 a 70% en predios empresariales y de medianos, que quiere decir que pueden ser también empresariales. Entonces, realmente, ahí queda muy en claro que el desmonte, sin lugar a duda, es un hecho empresarial y privado que está en creciente magnitud. Y es él que después, a su vez, cuando se descontrola con quemas que salen de control, que genera los incendios que tenemos en el país. Entonces, la imagen había sido muy diferente sobre los datos y lo preocupante es que esos datos todos los tienen. Los tiene la CAO, los tiene la ANAPO, los tienen las organizaciones sociales campesinas, los tiene el gobierno, los tiene las ONGs y nadie discute esos datos porque están blancos y negros. Sin embargo, no es muy común querer publicarlos porque justamente genera de repente ruido versus una política pública que expande y promueve justamente la deforestación y que en términos, digamos, de quién al final tiene la culpa, evidentemente son los propietarios de esos predios, pero más allá de los propietarios son las cadenas de valor que generan eso, son los sectores que generan desinformación, es el gobierno que da las políticas públicas, el crédito, tolera la deforestación ilegal, todo eso junto que es en realidad el responsable de los incendios y del desmonte.
Hice justamente un estudio para CIPCA que se llama Desmitificando la agricultura familiar y la agricultura familiar versus qué, versus justamente el empresarial. Entonces la idea era un poco de ver primero de dónde vienen los alimentos del país, porque mucho se dice estamos desmontando, la agroindustria está creciendo, pero es para la seguridad alimentaria del país? Falso, completamente falso. ¿Por qué? Porque la canasta básica alimentaria boliviana se concentra en 24 cultivos y de esos 24 cultivos en realidad la mayoría no está producida por las grandes empresas, la gran mayoría está producida por la agricultura familiar indígena, campesina, periurbana y que es la que justamente aporta a estos productos que de forma concreta son subsidiados. ¿Por qué? Porque el trabajo que realizan esas personas que lo producen no está remunerado a la altura del esfuerzo, por un lado, la otra gran pregunta sería de decir, bueno, no alimentan como decían, porque los alimentos en Bolivia se producen en mayoría en los valles cochabambinos, paceños y de Santa Cruz también y no de Santa Cruz, solamente como dice en la narrativa del agro, pero lo que sí hacen las grandes empresas del agro es pagar impuestos, generar empleo. ¡Mentira! ¿Cómo es eso? Tenemos cerca de 880 mil unidades agropecuarias en el país, ya es casi un millón de familias, de empresas pequeñas, medianas, de todo tipo. Los soyeros en el país son cerca de 14 a 17 mil, es poquito. A su vez, los ganaderos de Santa Cruz son como 33 mil y los del Beni son cerca de 9 mil, entonces, demográficamente no es de donde vienen los ingresos del campo boliviano, sin lugar a duda.
A nivel de empresas es aún peor, porque justamente me puse a mirar sus datos oficiales de esas empresas y calculé que las grandes empresas soyeras, ganaderas y de la caña de azúcar, que es el tercer gran sector, pagan menos del 1% de impuestos de sus ventas. En otras palabras, tú, yo, al pagar el IVA, al hacer todo lo que hacemos y pagamos nuestros impuestos, pagamos en proporción mucho más que esas grandes empresas……ponemos aquí la entrevista completa junto a Stasiek para que sigas de cerca su intervención…..
Fuente original de la imagen de portada: https://es.mongabay.com/2019/04/bolivia-gobierno-soya-transgenica/