Luchas de compañeras, luchas de mujeres sostenidas en distintos territorios, pero luchas también que se sostienen y crían en distintos planos, donde una de esas luchas se da a través del contar nuestras historias, del escribir, animarnos a retratarnos a través de las letras/palabras; esta es una tarea que han venido y vienen realizando, que llega a plasmarse en un libro: Relato en brasas, documento que ha sido escrito por las compañeras Angélica Becerra, Claudia Cuellar, Marie Jasser y Tanja Katharina, con quienes estamos en este momento para conversar precisamente de este libro escrita por ellas, escrito desde sus sentires y sus experiencias en el territorio que ellas vienen habitando.
Nos encontramos para conversar con Tanja y Angélica.
Angélica, nos dice: Nuestro libro, construido de manera colectiva a través de nuestro espacio de lucha que es Mujeres Territorios y Resistencia, que habitamos en Santa Cruz y que hemos escrito este libro nombrado Relatos en brasas, que contiene un conjunto de textos sobre los que queremos hablar.
Nosotras somos parte del colectivo Mujeres Territorios y Resistencia, estamos articuladas desde el año 2017-2018 aproximadamente, nos hemos articulado desde Santa Cruz, que bien sabemos es un territorio que está atravesado por diversos complejos, maneras de entender complejas sobre lo que vivimos en este tiempo, por ejemplo de ecocidio, entonces desde Mujeres Territorios y Resistencia en sus inicios nos articulamos viendo la necesidad y la urgencia de poder hablar, de poder decir, de poder accionar en las violencias que estamos viviendo en Santa Cruz y que de alguna manera se proyectan en todo Bolivia. Desde ahí es que nos articulamos, desde ahí hablamos y uno de los textos, por ejemplo, que en sus inicios nos ayudó a pensar fue precisamente cómo miramos las violencias articuladas y ahí nos convocamos leyendo libros como el Calibán y la Bruja de Silvia Federechi, que también nos ayudó/ayuda a pensar las violencias, la relación de la cacería de las brujas con el surgimiento del capitalismo, pero también eso con los extractivismos, la renovada casa de brujas que también estamos viviendo en la actualidad y por supuesto los procesos de fascistización que es algo que también abordamos en nuestras escrituras, en un contexto bien difícil como sabemos que es Santa Cruz particularmente, que es el territorio desde donde hablamos y desde donde estamos proponiendo diversos lenguajes y formas de crear para poder relatar nuestra realidad, narrar lo que estamos viviendo y también proponer otras formas de poder hacer memoria, de hacer memoria feminista, creo que lo que hacemos tiene mucho que ver con ello porque vivimos en ciudades que están siendo censuradas cada vez que son violentadas y donde también nuestros feminismos y nuestras luchas son amenazadas, entonces por eso nos parece importante tanto nuestro espacio colectivo como el libro que hemos producido también de manera colectiva.
Nosotras proponemos a través de nuestro lenguaje que por momentos es individual pero en realidad también es colectivo porque narramos desde diversas personas y con diversos lenguajes en formato de cuento, en formato de ensayo, en formato de crónica pero también en formato un poco más de ensayo académico, ofreciendo distintas miradas y maneras de decir. Creo que en Santa Cruz lo que vivimos por ejemplo que está muy bien relatado en el libro con la crisis del 2019, se vinieron una serie de paros cívicos violentos, el 2022, el 2023 pero junto con eso también una escalada de violencia y en ese tiempo por ejemplo veíamos estos polos avivados, estos polos bien fuertes que se disputaban la “verdad” y nosotras desde nuestra voz, de nuestras palabras, con el libro intentamos desmontar precisamente esas polarizaciones y esos absolutismos, esos autoritarismos también de la palabra que nos llevan a pensar de manera uniforme, de manera única, como si no hubieran otras salidas alternativas y en este caso nosotras proponiendo lenguajes feministas…..
Tanja, nos comparte: Agregar que el libro nace de la necesidad de contar una Santa Cruz distinta, nosotras nos activamos desde el 2017 y estamos viendo múltiples realidades en el territorio no solo en la ciudad porque creemos en eso, en la posibilidad de anclar lo que pasa en la ciudad con lo que pasa en los territorios en el campo y bueno Santa Cruz ha vivido desde el 2019 muchos procesos convulsivos, ha tenido muchos momentos violentos y ha tenido una narrativa formal, una narrativa única que nosotras disputamos mucho y en algún momento sentimos la necesidad de plasmar lo que estábamos disputando porque aquí se disputa también un discurso hegemónico de lo que se considera es Santa Cruz, Santa Cruz como ciudad opulenta, como el motor económico, como además la fórmula para salir con una economía mucho más grande, por algo se dice que es el motor de desarrollo del país y esa lógica nosotras la disputamos mucho porque vamos observando el territorio, vamos viendo lo que significa en realidad esa lógica económica, lo que significa hablar de modelo de desarrollo para los pueblos y para nosotras también en la ciudad. El año pasado perdimos más de 10 millones de hectáreas en el país y eso empezó aquí en Santa Cruz hace muchos años atrás con un proceso de quema del territorio y de quema también de comunidades y despojo de comunidades y de eso no se habla mucho.
Entonces como aquí hay un discurso que quiere plantearte la solución mágica desde Santa Cruz porque es el motor económico y porque se considera como un estilo de promesa, de modelo de país, nosotras decíamos no, hay una realidad que aquí no se está mirando y aunque sea desde un espacio chiquito como el nuestro hay que disputar esas narrativas, hay que empezar a escribir y hay que ver por dónde, por la escritura, por otros procesos, también puede ser por tener espacios de charlas colectivas, de fiesta, todo lo que podemos lo disputamos en distintas maneras y en este caso de ahí salió y surgió la idea también del libro….ponemos aquí la conversa completa junto a Tanja y Angélica para que sigas escuchando su participación…..
Este libro los puedes encontrar en
La Paz: