En este andar de 30 años que venimos celebrando como Casa de las Culturas Wayna Tambo esta semana hemos decidido abordar diferentes temas que hemos venido trabajando como Wayna Tambo y Red de la Diversidad.
Estamos compartiendo, nos estamos encontrando con compañeros, compañeras del camino, pero que también nos están ayudando a recordar, a mirar el trabajo, todo lo que se ha hecho a la memoria, pero también a desafiarnos y a encontrarnos con las nuevas posibilidades, con los nuevos contextos. Y para charlar de uno de estos temas estamos con Martín Céspedes, con quien vamos a hablar de lo que está aconteciendo en los espacios culturales desde la gestión cultural.
Martín, nos dice: Aquí estamos prestos para hablar sobre este tema, que es la gestión cultural desde los espacios culturales autogestionados, desde lo que hacemos como narradores de cuentos, como actores, en un panorama complicado.
Ahorita permítanme, denme la licencia para ser pesimista, porque la verdad está todo así como enrollado, está como oscuro, no solo en el mundo, sino en particular también en nuestro país, en nuestro ámbito artístico y de gestión.
En el siglo pasado, y no es broma, estamos hablando de los 90, ya soy viejito por si acaso, fui aprendiendo a gestar cosas desde mi primera escuela, por llamarle así, que fue el Taller Cultural de Derecho de la Facultad de Derecho de la UMSA.
Yo no estudié Derecho, nada, ni lo haré, ni me caen los abogados, pero por alguna razón del destino, pues ahí caí, para fundar lo que fue el Taller Cultural del Derecho. A finales de los 90, el tema de los espacios culturales universitarios era muy fuerte. Recuerdo que había en arquitectura, hasta ahora hay, aunque tiene sus aristas, pero había en arquitectura, había en medicina.
En Derecho era muy fuerte el tema de los espacios culturales, de la gestión, de los talleres. Y creo que la universidad en esa década fue como una especie de escuela para muchos, en el ámbito del gestionar y en el ámbito también de formarse artísticamente. De hecho, muchos de los grupos y de artistas, gente dedicada ahora al cine, al teatro, a la música, a la danza folclórica, surgieron ahí, en el Taller Cultural del Derecho, que era un pequeño espacio, teníamos un aula propia.
Ahora sería imposible, cómo ha crecido esa facultad, pero nosotros llegamos a tener un aula propia, que nadie nos la tocaba durante algunos años. Y llegamos a instalar luces, telones, lo volvimos un teatrito, muy precario, pero lo volvimos.
Entonces fue eso una escuelita, porque empezamos a articular. La gestión es articular, entonces nosotros articulábamos con la Orquesta Sinfónica, se articulaba con festivales, y ahí íbamos al Festival Internacional de Potosí, de Sucre, se articulaba con la Escuela de Folclores de Valero Oficial también. Incluso también se trajo con la Facultad del Derecho a Piero, en un concierto memorable que hubo ahí en la Facultad del Derecho el 99, creo el 98, a Piero, con Los Kjarkas, la Orquesta Sinfónica, que también actuó en el Luis Espinal.
Entonces empezó de ahí como que atisbar esto de cómo es organizar las vainas, estas actividades, y luego cómo gestionar como espacio cultural con cierto impacto. Entonces creo que desde ahí fue muy interesante, porque luego surgieron, no sé si a propósito de nosotros o paralelamente, otras iniciativas, que curiosamente también me llevó luego a ser narrador de cuentos, porque luego se abrieron espacios formativos en el monobloc, y en uno de esos llevaron a un narrador de cuentos, Humberto Castelblanco, y ahí todos tuvimos nuestro debut, ¿dónde? Pues en la Wayna Tambo.
Eso sí, yo lo tengo muy presente, muy en la memoria, el 99, con varios narradores, narradoras que hasta el día de hoy siguen, o están en el teatro, o están en escena todavía, Claudia Coronel, Regis Guachalla, mi persona, varios. Y entonces ahí la Wayna, nos estrenamos en la Wayna, fue nuestra primera función, a partir de ese taller que se desarrolló en la UMSA, que se gestionó desde la UMSA.
Esa articulación, creo que intuitiva, fue la escuelita, que después nos formó para ir de a poco, y con el paso de los años, ir desarrollando otras cosas, como ya festivales, el Octave Internacional de Cuentacuentos en 2005 surgió, y bueno, otros eventos, fuimos partes también del Festival Popular de Teatro en Julio de la Vega, durante algunos años, y de ahí se fue creciendo la bola, como una bola de nieve, estos serían como los orígenes de nuestra experiencia personal, de ir explorando estos mundos, tener contactos, articulándonos, ya nos articulábamos con el FITAZ, ya les decía, el Festival Internacional de las Culturas, con otros eventos, y tener cierta presencia fuera de la universidad….dejamos aquí la entrevista completa junto a Martín para que sigas escuchando su intervención….