Nos vamos a ir a esta suerte de conexión entre lo que estamos conversando estas semanas, sobre las resistencias territoriales, las luchas en defensa de nuestra riqueza, nuestra riqueza natural, la regeneración de nuestra vida, pero al mismo tiempo la manera en que se rehabita desde esa notable riqueza el territorio. Se defiende el territorio, se cría el territorio, se rehabita el territorio.
Lo vamos a hacer esta vez, yendo a territorios urbanos, donde las ciudades tienen mucho que ver con los consumos urbanos, las formas del desarrollo y de la noción de éxito urbanos que han generado modos de vida que afectan de alguna manera la sostenibilidad de los diversos territorios, nuestra vida integral, la conexión y la complementariedad entre lo urbano y lo rural, pero también dentro de las ciudades suele ocurrir estos tejidos de resistencia y de rehabitar el mundo desde el encuentro con aquellas riquezas que tenemos en esos territorios, como el agua. De eso estaremos hablando y por eso conversamos con una compañera y una hermana que varias veces nos visita, ha sido parte de acciones y de actividades en Wayna Tambo y la Red de la Diversidad, también del Tejido de Cultura Viva Comunitaria, vamos a conversar con Carla Canto, ella, en los pasados días de este mes de diciembre, ha generado una actividad donde hay escuchas, sonoridades, encuentros con las vertientes de agua en la región de Pasankeri, en Cotahuma, en el macro distrito de Cotahuma de la ciudad de La Paz. El lugar donde están las vertientes de agua más importantes que nutrieron a la ciudad de La Paz históricamente y donde todavía hay rastros de estas vertientes, donde hay sectores de las llamadas lavanderas que están en ese lugar de las vertientes y donde también se juegan tareas de cuidado de la regeneración de la vida.
Carla, nos dice: Contarles, este es un proceso que viene hace mucho tiempo ya y nace en la Argentina, con una experiencia que se llama la Tayka y con una experiencia de criarse con el río. Entonces, al llegar aquí a La Paz, se busca esas conexiones, inicialmente en el bosque de Bolognia. Esto tiene cierto enfoque que luego quizás se va un poco lejos de este sentir de la crianza y este tiempo la retoma atendiendo el llamado del río.
Es así que este año y el año pasado, pero especialmente este año, acompañándome de lo que es el Laboratorio de Antologías y Multiespecie, porque yo hago ahí trabajo investigativo sonoro, asiento más el tema de las relaciones con los cuerpos de agua. Inicialmente parte con el Choqueyapú, escuchas y sensibilidades más personales con mi hijo y yo, registros que se van haciendo, que luego desembocan también en participar en la fiesta del Larca en el Illimani, que es un ritual del agua y que también es un ritual ceremonial en Coni, que es una comunidad agrícola que alimenta a la ciudad con el deshielo del Illimani y con las verduras que producen, los frutos, etc. Es así que empiezan estas conexiones, son varias caminatas que ya hemos hecho y especialmente personales y de vinculación, muchas más, que luego van visibilizando, porque mi trabajo en general es bien de campo y es especialmente desde el canto y desde lo sonoro, que van habitando el territorio y ya de manera comunitaria este último tiempo, en estos ciclos de memoria visitando los cuerpos de agua. Inicialmente lo hemos hecho con el Choqueyapu y ahora nos ha tocado hacer la última visita a las vertientes de Pasankeri. Inicialmente hemos hecho, yo vengo haciendo ya varias visitas, pero así en grupo una, que es en una de las lavanderías comunitarias, Cotahuma tiene una historia muy bella en torno a las relaciones con las aguas subterráneas y es un poco así, a grosso modo, un poquito el proceso de cómo ya he llegado a Cotahuma.
Se cuenta que justamente el nombre de Cotahuma está referido a estos cuerpos de agua almacenados en pequeñas lagunas, por decirlo de alguna manera, en esta región, que generaban una fuerte cantidad de vertientes en todas estas zonas, recordarán también varios deslizamientos en estas zonas de Cotahuma justamente por las aguas subterráneas y la inestabilidad del suelo, pero también esta presencia de fuertes caudales de agua generó una vegetación muy particular en los alrededores de los sectores húmedos y que Pasankeri está ligado su nombre a la presencia de estas plantas para el pastado de llamas, pero también se dice que ahí se asentaron fuertes e importantes fábricas de pequeña escala, casi artesanales, de producción de pasancallas, de este rico maíz insuflado de nuestro territorio tan tradicional en departamentos como La Paz y que generaron un proceso de ocupación territorial. Esa ocupación territorial en muchos casos ha afectado varias de las fuentes de agua de esta zona, pero se mantiene la presencia de lavanderías comunitarias muy tradicionales en esta región….ponemos aquí la entrevista completa junto a Carla para que sigas conociendo más del trabajo que viene realizando…..