En Ecuador conversamos con Pablo Ospina Integrante de la Organización Comisión de Vivencia, Fe y Política, docente de la Universidad Andina y desde estos dos espacios una persona muy comprometida con las Luchas de los Movimientos Sociales en Ecuador y el continente, nos encontramos con él para que nos comparta lo que está pasando políticamente en ese país, un panorama después de las elecciones con el triunfo y la elección presidencial de Daniel Noboa.
Pablo nos dice: El Ecuador vive todavía el escenario político post-progresista, a diferencia de Bolivia aquí una vez que Rafael Correa abandonó el gobierno en el año 2017ny se peleó con su sucesor, ese movimiento no ha podido reconstruir una mayoría, una hegemonía política como la que tuvo durante 10 años de bonanza, bonanza petrolera, bonanza del precio de las materias primas, entonces él había empezado a perder apoyo a partir del 2014 precisamente, cuando comenzaron a hacer las políticas de ajuste porque se acabó la bonanza, empezaron a bajar los precios y se acabó la base material que permitía el tipo de políticas de esos gobiernos.
Entonces durante el gobierno de Lenin Moreno y luego de Guillermo Lasso se afianzaron, ratificaron, profundizaron las mismas políticas de ajuste y reducción de déficit fiscal que habían empezado el 2015, es así que el asunto es que desde ese momento el progresismo Correista está en una situación de empate por el cual tiene un apoyo social y un apoyo electoral de aproximadamente entre ¼ y 1/3 del electorado lo cual le da para ser la primera mayoría y tiene un voto además muy fiel y homogéneo, o sea el que vota por el presidente vota también por el diputado, vota por el alcalde, tiene un voto muy fiel, lo cual le da una consistencia de un partido de primera minoría, además fortificado por el hecho de que es un partido extremadamente centralizado, todas las decisiones importantes las toma Rafael Correa y no tiene prácticamente ningún tipo de discusión dentro de su movimiento, entonces esto hace que sea un partido fuerte, pero en cambio tiene un rechazo que le impide ganar en segundas vueltas, por ejemplo en los gobiernos locales no se hace segunda vuelta entonces ganan en los niveles locales, pero en la presidencia de la república, ya van dos intentos en el año 2021 con Andrés Arauz y ahora en el año 2023 con Luisa Gonzales en que sin ganar en primera vuelta es incapaz de ganar en segunda vuelta y la gran paradoja es que el voto que hace a la derrota en segunda vuelta del Correismo es un voto que tradicionalmente ha estado en las zonas que en Ecuador votan por la izquierda o la centro-izquierda que son las de la Sierra y de la Amazonia, zonas donde precisamente Rafael Correa ganó por primera vez su primera elección en 2006, pero lo que ha ocurrido es que todo el electorado Correista se ha hecho cada vez más costeño y cada vez de las zonas más conservadoras, que han sido tradicionalmente de un voto más conservador que han estado ligados a partidos de la derecha, al propio Álvaro Noboa el padre de Daniel Noboa o el partido social cristiano y en esas zonas es donde el Correismo tiene su principal electorado…..te dejamos aquí el análisis completo con Pablo Ospina que nos aporta elementos valiosos para la conversación en torno a este tema….
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