A Nina Uma la vimos nacer en Wayna Tambo, hace algo más de 15 años. Ella llegó como Elena Aliaga hace casi 30 años. Sí, ella llegó primero al naciente Wayna Tambo, en el año 1.995, cuando todavía nuestro local estaba detrás del mítico cine Pacajes de Villa Dolores en El Alto, esa nuestra primera casa. Llegó con sus amigas y amigos, para conversar, para jugar, para ir criando un camino compartido por casi tres décadas. Ella venía con un grupo de jóvenes de una parroquia cercana, casi los últimos aleteos del trabajo de la teología de la liberación en la misma, cantaba en el coro de la iglesia. ¿Cómo imaginarnos que luego de varios años, esa muchacha se convertiría en una de las voces más icónicas del hip hop alteño y revolucionario?
Elena se incorporó poco tiempo después al equipo de Wayna Tambo, aquí realizó acciones de gestión cultural, de la comunidad de saberes y aprendizajes, empezó a operar en la radio y luego a realizar sus primeros programas radiales, también hizo video dando sus primero pasos hacia la televisión. Aquí compartió trabajos, sueños y amores con Ukamau y Ké y, también, comenzó a rapear.
El 2011 coproducimos con ella su primer disco: “Ch’ama ch’ama”, tremendo trabajo bajo la dirección musical del querido Álvaro Montenegro. En ese disco apareció el tema “Mujer revolución”, ese que parafraseando sus rimas se convertiría en el sello característico de Nina Uma en acción, desde El Alto mujer revolución. Es que Nina es una suerte de cronista de la época, de sus cambios y transformaciones, de sus denuncias de las injusticias, de sus esperanzas, de lo plurinacional posicionado con raíces alteñas, desde su lugar de mujer que hace parte del caudal de la revolución.
A Nina Uma la vimos criarse y madurar tejida a otros proyectos propios y colectivos, desde talleres con mujeres de todas las edades para que hayan más voces femeninas y desde la despatriarcalización en la escena hip hopera –muchas veces machista-, en sus programas de televisión y radio, gestionando encuentros de mujeres artistas, visitando eventos por el país y el continente, tejiéndose en Cultura Viva Comunitaria y siempre estando en Wayna Tambo y la Red de la Diversidad, hasta Inti –su hijo- hace parte de ese maravillosos espacio como es la Escuelita del Vivir Bien de Wayna Tambo.
En Wayna Tambo festejó sus 15 años de música, sus 15 años como Nina Uma sin dejar de ser la Elena, empezó con la presencia de las niñas y niños de la Escuelita del Vivir Bien y siguió compartiendo con varias hermanas con quienes convivió en su camino musical, cerró con esa maravillosa presencia familiar de raíces afrobolivianas, para volver a la “energía fémina” que sigue criando, que tiene postas intergeneracionales para rato. Lindo compartir esos 15 años de música en Wayna Tambo, como no, en su casa también.
Con Nina volvimos a coproducir su segundo disco “Uywiri” del año 2020. Con ella compartimos otros trabajos discográficos fruto de sus procesos con otras mujeres, lindas muestras del valor del trabajo colectivo y comunitario. Con ella seguiremos criando y tejiendo.