Las calles, Las Ferias, se tornan en esos espacios de transito de la ciudad, representando la aceleración de los modos de vida. Se siente el crecimiento del parque automotor, la cooptación de la acera por parte de las “caseras” y “caseros”, no nos sentimos parte del territorio, porque solo estamos “de paso”, estos modos de vida nos van despojando del territorio, aunque lo estemos pisando.
Ahí transitamos por senderitos, abriendo paso, pisando la ciudad antes que ella nos pise. Encima de los q`epis, entre las polleras, a un costado del puesto, cruzando la calle entre los vehículos y camiones se acomodan, a veces invisibles para la ciudad, tratando de reconocerse en un espacio diverso y “adulto”. Y es que es necesario el reconocimiento del territorio para poder disputarlo, para poder pensarse otra ciudad.
Cuando preguntamos a los niños y niñas que hacen parte de la Escuelita del Vivir Bien ¿Qué es ser niño, niña? La mayoría, sino es que todos, respondieron que es “Jugar”, esa esencia desde donde se reconocen pero también desde donde disputan los espacios públicos.
¿Podemos Jugar entre bocinazos?
Cuando salimos a la calle a bailar, a una “caravana” de música hasta la plaza, a cantar y recorrer la feria, nos topamos con bocinazos, detenemos por unos minutos la feria, la calle, hacemos que quienes están corriendo, se detengan, respiren y miren la ciudad, esa del que somos parte, esa que en muchos momentos nos termina pisando. Y cuando detenemos la ciudad lo hacemos desde el juego, desde las rondas y el baile, desde la música “la bulla” como le dicen algunos, pero sobre todo desde la risa, porque nos encontramos, nos miramos y sabemos que por un momento estamos tomando las calles que se nos han sido negadada.
El reconocernos en el territorio es importante, nos abre nuestra percepción de sentirnos parte de, pero tambien corresponsables del mismo, de querer cambiarlo. Los niños y niñas, las “wawas” están haciendo ese ejercicio, de pensarse la plaza, el parque, las calles, la feria, mirando de otra forma ese territorio del que se van reapropiando.