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La salud como convivencia equilibrada de muchas relaciones

Simple, porque no se trata de tener un control riguroso de esas múltiples relaciones en búsqueda constante de equilibrio, sino que se trata de saber conversar, es decir saber sintonizar con los ciclos de regeneración y convivencia de la vida para estar más próximos al equilibrio, es decir en estado saludable. En la sabiduría indígena, en vez de tratar de controlar la variabilidad climática para garantizar producciones extensivas, se busca saber combinar semillas, cultivos y diferentes momentos de siembra, para que la agricultura sintonice adecuadamente con ese clima caprichoso de Los Andes. Lo mismo ocurre en el cuidado del cuerpo y la alimentación por ejemplo, es decir se busca sintonizar lo que se come con la temporalidad de la regeneración de la tierra, en vez de tener dietas únicas para todo el año.

  • Así los estados de salud son movimientos permanentes, flujos, relaciones, convivencia en búsqueda de equilibrios que permitan la reproducción de la vida y sus condiciones de regeneración. No se trata de estar equilibrado como sinónimo de estático, sino de una búsqueda constante de equilibrios en las múltiples relaciones tratando de aminorar los desequilibrios. Y esto no se logra sin una capacidad de conversación, de sintonizarse con los otros y las otras, con todas las formas de vida, para permitir que la vida siga brotando para todos y para todas. Incluso inmovilizar los flujos, como suele pretender la medicina moderna occidental, para aislar la enfermedad, termina congestionando, lo que produce un desequilibrio que puede desarrollar enfermedad en la medida que ese desequilibrio se hace sostenido y demasiado asimétrico.
  • Al asumir la salud como un proceso de múltiples relaciones en permanente proceso de equilibrio, se asume que todo con lo que me relaciono está vivo, es vivo y por tanto con “derecho” a vivir. Por ello, los procesos terapéuticos de prevención y sanación asumen incluso a la enfermedad (expresión de uno o varios desequilibrios), como persona con quien relacionarse y buscar equilibrio. Por ello a la enfermedad no se la aniquila, no se busca matarla con la medicación, sino alimentarla para que se vaya satisfecha, para que siga su camino después de ser “bien atendida”, restableciendo así el equilibrio en la relación. Así, hasta la enfermedad es viva, por ello se la alimenta para que se retire satisfecha. Así la vida es una convivencia permanente con estados de equilibrio (salud) y de desequilibrio (enfermedad), sin que se genere una obsesión por eliminar la enfermedad, sino por atenderla para que no haga daño al estar satisfecha, como debe estar toda la vida: las aguas, las plantas, los animales, los vientos, los seres humanos. Así no hay ideal de siempre estar mejor en la salud, de colocar a los seres humanos por el resto de la vida, sino en convivencia algo más equilibrada con el todo, con procesos de avance y retroceso podríamos decir, de desarrollo y de decrecimiento también.Resultado de imagen para salud kallawaya
  • El tratamiento de una enfermedad (desequilibrio fuerte), puede exigir que la medicación también sea desequilibrada como compensación, para que en un proceso de tiempo se vaya restableciendo el equilibrio. Por ello la convivencia con el todo que está vivo no es asumida como siempre armónica, sino también con tensiones y conflictos, pero en búsqueda permanente de equilibrio complementario a través de procesos de reciprocidad. Por ejemplo, para el parto, cuando el bebé está en mala posición, se procederá a movimiento bruscos realizados con una manta, generando un desequilibrio corporal severo hasta que se reordene el mismo y coloqué al bebé en posición correcta.
  • Las medicinas preventivas y/o curativas son usadas en una combinación sabia entre elementos pragmáticos concretos (uso de hierbas, animales, minerales) y elementos simbólicos rituales. Esa combinación es la que garantiza eficacia de la medicina. A ella hay que añadir una tercera dimensión tecnológica o de dispositivos de salud, la estética. Es decir, el uso de la belleza en los elementos pragmáticos y rituales usados para los procesos de prevención y sanación. Esta triple relación, que incorpora lo ritual y lo estético en la sanación, permite generar estados de ánimo más equilibrados y comunitarios, incorporando al entorno en la restitución saludable de la persona, así el cuerpo deja de ser solo un artefacto al cual hay que intervenir, para retomar al sujeto y su estado de bienestar como un todo. También por ello, la medicina de los pueblos indígenas considera como central la alimentación y la ingesta de bebidas, en base a hierbas éstas últimas, porque son los alimentos y las bebidas las que cumplen el rol de acompañar saludablemente los proceso de flujos y relaciones entre todo el cuerpo y su relación del mismo con todo el entorno.
  • El manejo de la sabiduría proveniente de muchos y diversos pisos ecológicos, ecosistemas y culturas o pueblos. Por ello, no hay salud sin cuidado y crianza de la biodiversidad y la diversidad cultural. Por eso, tampoco se busca aniquilar ningún otro tipo de sabiduría en salud, sino que se busca convivir con esas diversas medicinas.
  • La salud corresponde a cada persona, pero también a cada colectivo o comunidad, es decir el cuidado del estado de salud también se hace a nivel comunal: por ello la importancia de fiesta como mecanismo de convivencia comunitaria, el cuidado del agua común, de la variedad y la diversidad de semillas, etc.
  • Así como hablamos de algunos elementos que podemos cosechar de la sabiduría Kallawaya, así podríamos hablar de otras culturas andinas que pueblan un territorio denominado ancestralmente como Qollasuyo (que podemos traducir como territorio de las medicinas o de la curación), o de la inmensa riqueza en plantas preventivas y curativas, para ingesta y rituales, que hacen parte de la rica biodiversidad de territorios amazónicos y de monte que cubren la mayor parte de Bolivia y que resguardan la mayor cantidad de pueblos indígenas del país.

    La Paz, septiembre 2017

     


    [1]                      Educador boliviano con espacialidades en temas de interculturalidad, vivir bien y ciudades. Integrante del equipo de Wayna Tambo – Red de la Diversidad. Correo: mario.reddiversidad@gmail.com.