CUARESMA PAICHEÑA Por: Beatriz Vaca Villa

El miércoles de ceniza, en Paicho, dejamos el erke, tomamos el violín, las coplas de Pascua, y empezamos la cuaresma, 40 días que disfrutamos de mucha fruta, duraznos de varios colores, nueces, higos negros, manzanas amarillas, uvas, y variedad de alimentos, choclos, achoschas, papas, alimentos, tomates, cebollas, zapallos, queso, llujllu, carne…. todo fresquito, cosechamos para consumir en el día. El río con mucha agua, el sol radiante para deshidratar la fruta y nuestro cuerpo, la alegría de las Paicheñas y Paicheños que disfrutamos cosechando los frutos del sudor de nuestro trabajo, de la tierra y de Dios, agradecemos con nuestras mejores coplas entonadas en las huertas, cerros, caminos y casas. También vigiliamos todos los viernes, no comemos carne, compartimos los mejores frutos con Comadres, Compadres, familia, y llevamos al mercado de Tarija, con las manos negras, callosas, pero con los ojos cuajados de esperanzas que nos compren y valoren nuestra producción.

Las jornadas empiezan a las 4, 5 de la mañana y concluyen a media noche, porque debemos alzar y deshidratar, secar toda nuestra fruta para tener vida todo el resto del año, «hay que ser como la ardilla, acumular en tiempo bueno, para comer en tiempo malo», solía repetir mi abuela Filomena, que nos envolvía de amor y chistes con sus ojos azules.

La noches de pela de durazno, son para planificar el trabajo del día siguiente de acuerdo a nuestras edades y fuerzas, de tal manera, que al levantarnos al otro día, es solamente a cumplir nuestra tarea, desde los niños, niñas, hasta los mas viejitos, nadie descansa, hasta el jueves y viernes Santo, porque esos dias, son de guardar, acompañamos a Jesús en su dolor, ayunando, y evitando quitarle nada a nuestros árboles, es prohibido, trepar o garrotear los durazneros, parrales, para bajar la fruta, porque estaríamos garroteando al Señor como lo hicieron hace mas de 2.000 años; yo esperaba con ansias los días santos, para descansar y no recibir ningún mandado, y todos en casi silencio…

El trabajo, la cosecha y la alegría concluye el 3, 4 y 5 de Mayo, con nuestra Gran fiesta de La Cruz y Pachamama, donde la abrimos y le entregamos bidones, litros de vino, singani, chicha, libras de coca y cigarros, de rodillas agradeciendo por estar vivos para cosechar nuestros frutos, y el compromiso de seguir produciendo donde estemos, siempre y cuando nos de vida.

… – Ojala, todo el año sería cuaresma -, solemos decir los Paicheños y Paicheñas
Tja, 17-02-2021