“¿CÓMO PUEDEN DORMIR TRANQUILOS CON TODO EL DAÑO QUE HICIERON?» Por Soraya Maicoño, integrante de Pu Lof Cushamen

“Cuando algo no se resuelve, pasa el tiempo y sigue sin resolverse, indefectiblemente se repiten las tragedias. Eso es lo que está pasando con respecto al Estado y los pueblos originarios. Mientras se siga sosteniendo la mentira del país emergente, y que esto era un desierto al que había que conquistar a costa del genocidio de nuestro pueblo, este tipo de situaciones como las que ocurrieron con Santiago no van a cesar.

Lamentablemente a partir de la tragedia de Santiago- tragedia de la que es responsable el Estado- comenzó a visibilizarse la lucha del pueblo mapuche. El caso de Santiago tuvo enorme repercusión porque era un argentino blanco, eso provocó un gran movimiento y porque quizás, también, era el primero o el más conocido de los desaparecidos del gobierno de Macri. Sin embargo en nuestro pueblo tenemos muchísimos hechos de desaparición y muerte, de muchos hermanos, en diferentes territorios, y esto jamás se visibilizó.

Particularmente, lo de Santiago fue un antes y un después en mi vida. Yo todavía no puedo creer la mente perversa de quienes llevaron adelante todo ese día represivo: Bullrich, Noceti, Cané, los gendarmes. Pienso: ¿cómo puede dormir tranquilos con todo el daño que hicieron? ¿Pueden sentirse seguros? ¿Pueden no preocuparse cuando sus hijos van o vuelven de algún lugar? Porque realmente ellos saben de lo que son capaces de hacer, y por lo tanto eso le puede pasar a cualquiera. Yo me acuerdo ese día, cuando nos dejaron detenidas durante horas a pocos kilómetros de Pu Lof, que cuando los gendarmes volvieron, se notaba claramente su nerviosismo. Nos dieron vuelta el auto, nos secuestraron objetos. Recién después entendí por qué: acaban de hacer algo terrible.

¿Qué pasa con estas personas? ¿Cómo pueden ser tan deshumanizadas? ¿Cómo alguien por entrar a una fuerza se puede convertir en un ser sin alma, y que -por un sueldo miserable- genere tanto daño?

Yo siempre supe que la maldad existía, pero después de lo de Santiago y de lo de Rafael pude tomar conciencia en carne propia de lo que es capaz de llegar a hacer la maldad encarnada en el poder. Ese poder que le da al político la posibilidad de manejar hombres y mujeres -de diferentes fuerzas- a los que les entregan armas para que maten en su nombre. Es lamentable. Y eso no ha cambiado. Ahora se está viendo con el caso de Facundo.

Pero a pesar de todo ese mal, de tanta oscuridad, con Santiago también surgió una luz de gente consciente que se movilizó. A diferencia de Rafa, hay que decirlo. Por Santiago aún no hay justicia real – de hecho se siguen burlando jurídica y políticamente de su familia- pero sí hubo justicia social. Y esto es muy importante, en algún punto puede ser reparador. No así para el pueblo mapuche, que sigue perseguido, porque las causas no cesaron, el lonko Facundo Jones Huala continúa preso, hay gente en la clandestinidad y por estos días también el Estado, en este caso en Chubut, también es responsable de la terrible situación climática que está padeciendo las comunidades por las limitaciones que se le pusieron a las personas para circular.

Chubut se puso muy rígido con los permisos y la gente no tuvo posibilidad de salir a comprar para tener los forrajes y el pasto para los animales. Ahora con la nieve de más de un metro cincuenta la gente no sólo está perdiendo sus animales, que es su sustento, sino que están encerrados por la nieve sin poder salir. Hay campañas en Esquel, Bolsón, Maitén y otras ciudades para llegarse a Curramapu, Ñorquinco y otras zonas donde la gente está aislada, sin comida, sin medicamentos, sin forrajes.

Por eso a tres años de lo de Santiago no solo que la situación no ha cambiado, sino que se puso peor en algunos casos. El avance de las empresas extractivistas por sobre los territorios no solo no se detiene, sino que se ha sobredimensionado. Incluso en una situación como esta se gasta e invierte mucho dinero en patrulleros, en comisarías, en camiones para Gendarmería y se nombra más personal policial en vez de pensar en la gente. Acá en Chubut, como en otras parte del país es evidente que la prioridad es invertir en las necesidades de resguardo de los empresarios. Como Benetton, del que nadie más habla”.

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