Somos experiencias culturales con incidencias en lo educativo, lo comunicacional y otras esferas de la vida como el hábitat, la salud, la economía, el cuidado de la naturaleza, la política, etc., de base comunitaria, independientes, autónomas y organizadas que nos agrupamos, desde el año 2012, en el Tejido de Cultura Viva Comunitaria de Bolivia y de Latinoamérica. Desde este Tejido señalamos lo siguiente:
Tres consideraciones iniciales importantes:
- La emergencia sanitaria y sus consecuencias económicas y sociales tiene su origen en una crisis múltiple y compleja de ya larga data que puede denominarse crisis civilizatoria con implicaciones en las crisis climática, ecológica, alimentaria, del agua, del trabajo y la sobreexplotación de la mayoría de la población, de concentración de la riqueza, etc.
- Esta situación se ha visto agravada por los modelos dominantes que priorizan la expansión del capital y la concentración del poder, la riqueza y el control, por sobre el cuidado de la vida para todos los seres que habitan el planeta.
- Esta situación de largo tiempo se ha visto agravada por políticas y lógicas que refuerzan la desigualdad y criminalizan a los sectores más desventajados de la sociedad para enfrentar la emergencia.
Cuatro sentidos fundamentales que hacen parte de nuestras propuestas:
- Las acciones que desarrollamos y desarrollemos se orientan en dos pies complementarios a la vez: La democratización amplia del acceso, las posibilidades y las condiciones de reproducción y cuidado de la vida para toda la población por un lado, y la transformación profunda de nuestros modos de vida y horizontes civilizatorios desde los sentidos de la diversidad del Vivir Bien desde perspectivas desantropocéntrica, descolonizadora, despatriarcalizadora y desmercantilizadora de las relaciones como el otro pie complementario y simultáneo.
- Buscamos redefinir la relación de la sociedad con el estado, desde lo comunitario, hacia la gestión corresponsable de lo público desde el horizonte del bien común. Una gestión corresponsable nos desafía a fortalecer nuestras capacidades de autonomía y singularidad de nuestras experiencias culturales, así como de nuestras propias redes y tejidos de articulación que fortalezcan la gestión comunitaria del cuidado, de lo común y de lo público. Una gestión corresponsable desafía repensar el estado desde sus tareas de cuidado y protección social que priorice políticas de equidad y de confianza sobre la capacidad de gestión de la gente, por sobre las políticas que refuerzan las desigualdades y el control represivo en beneficio del gran capital. Una gestión corresponsable nos exige, más allá de nuestras diferencias, articular algunos campos de acción conjunta que coloquen en el centro el cuidado y la reproducción de la vida para todas, todos y todes, incluyendo a la naturaleza y a nuestra memoria ancestral, sin perder nuestras singularidades.
- Las reciprocidades exigen un mínimo de equidad e “igualación” (no homogenización), de los sujetos que reciprocan. En nuestro país y en el mundo contemporáneos, tenemos que reconocer que esas relaciones al interior del conjunto del sector cultural, de éste con las instancias del estado y de éste con los intereses del gran capital son desequilibradas, asimétricas y desiguales. Por ello, no todas las formas de colaboración se dan en condiciones de reciprocidad. Por tanto, requerimos de políticas de redistribución que generen condiciones más democráticas para el cuidado y la reproducción de la vida, ahí comprendemos nuestras relaciones de corresponsabilidad con instancias del estado.
- Fomentamos los procesos culturales en relación corresponsable con todas las esferas de la vida. Hoy, ante la situación que estamos viviendo nos parece central implementar estrategias y acciones que retejan relaciones del sector cultural con:
- El hábitat, el medio ambiente y la naturaleza en ricos sistemas de vida que combinan nuestra biodiversidad y plurinacionalidad.
- La gestión y el habitar convivencial de los espacios públicos (calles, plazas, parques, mercados, campos deportivos, etc.).
- La movilidad, el transporte y vialidad como espacios culturales comunicativos y de encuentro.
- La educación, la comunicación, las artes y las culturas en sus sentidos más amplios y sus responsabilidades en los procesos de socialización y comunalización.
- La salud entendida de manera holística e integral, así como diversa e intercultural.
- La alimentación y las relaciones entre campo – ciudad en una simbiosis corresponsable de factores de producción, producción, acopio, distribución, acceso y disfrute saludable.
- La seguridad y convivencialidad, protección y amparo, el cuidado de los cuerpos y los territorios.
- Las economías, más allá de las lógicas del capital, para la redistribución y las reciprocidades.
- La política y la gestión de lo público y el bien común.
PROPUESTAS DESDE EL TEJIDO DE CULTURA VIVA COMUNITARIA
LA EMERGENCIA
Desde nuestra corresponsabilidad como Tejido de Cultura Viva Comunitaria hemos implementado los TEJIDOS DE CUIDADOS en cinco líneas complementarias:
- VÍNCULOS DE CUIDADO COMUNITARIO
Redes de colaboración y cuidado comunitario. Recoge demandas o necesidades de personas o familias por su delicada situación económica, sus dificultades de desplazamiento y/o de abastecimiento. Conecta a gente que puede ayudar en sus barrios o zonas cercanas. Promueve el trueque, el intercambio, el ayni y la reciprocidad.
- ACOMPAÑAMIENTO Y ATENCIÓN EN SITUACIÓN DE CRISIS
Atención, contención y acompañamiento en situaciones de crisis personal/familiar, ofrece una escucha respetuosa y sensible, que contenga emocionalmente y apoye en el proceso crítico. Ofrece información pertinente y oportuna sobre instancias donde acudir y activa de redes de apoyo comunitarios.
- SABERES EN ALIMENTACIÓN Y CUIDADOS INTEGRALES DE LA SALUD
Recopila y comparte consejos, recetas y sabidurías para una alimentación saludable y el cuidado integral de nuestra salud en textos, audios y audiovisuales.
- CONVERSACIONES SOBRE LA CRISIS SANITARIA Y LAS ALTERNATIVAS POST CRISIS
Recopila y comparte informaciones y debates sobre la crisis sanitaria actual y las desigualdades, así como las alternativas en nuestros modos de vida, relaciones y horizontes civilizatorios para rehabitar el mundo criando esperanzas desde lo existente.
- ESTRATEGIA COMUNICACIONAL
A través de una red de radios y diversas plataformas digitales.
Lo que le proponemos al Estado:
- FONDO DE EMERGENCIA PARA ARTÍSTAS Y GESTORXS CULTURALES EN SITUACIÓN VULNERABLE
Garantizar el acceso de artistas y gestores culturales a los bonos y canastas compensatorias ante la situación de emergencia que se vienen asignando.
Facilitar el registro y acceso de éstas personas a estos beneficios a través de las instancias de cultura de los diferentes niveles del estado.
De manera conjunta con otros sectores vulnerables y en situación difícil, lograr una ampliación de estos fondos en tiempo y cantidad de recursos, así como en mecanismos que faciliten su acceso.
Prestar atención especial a artistas populares de sectores no urbanos, personas que en muchos casos no pasaron por los registros de artistas.
- FONDO DE EMERGENCIA PARA CENTROS CULTURALES Y ORGANIZACIONES CULTURALES DE GESTIÓN COMUNITARIA
Fondos de “salvataje” en la emergencia para Centros Culturales y organizaciones, grupos, colectivxs y elencos culturales y artísticos que tengan trabajo sostenido con grupos poblacionales territoriales o sectoriales y que liguen significativamente el mismo con otras dimensiones de la vida como los mencionados en el punto 4 de los sentidos de nuestra propuesta: hábitat, salud, alimentación, etc.
Estos fondos deben ser considerados desde el 13 de marzo, fecha de las restricciones para eventos públicos, hasta la conclusión de esta medida.
Para experiencias con 3 años o más de existencia, se debería contar con un monto mínimo equivalente a dos salarios mínimos nacionales por cada mes mientras duren las restricciones.
Para experiencias de menos de 3 años de experiencia, el monto no debería ser menor al equivalente a un salario mínimo por mes mientras duren las restricciones.
Este fondo debería continuar por al menos 6 meses más luego de levantadas las restricciones para eventos públicos, para así garantizar un tiempo de recuperación de estos espacios y agrupaciones, disminuyendo gradualmente el monto de apoyo en ese lapso de tiempo.
Para acceder a este fondo se tiene que implementar de manera urgente un registro de Centros Culturales y organizaciones, grupos, colectivxs y elencos culturales y artísticos. Como base se cuenta los registros de artistas que se implementó los pasados años, los registros de proyectos que participaron del FOCUART de La Paz y sus formatos anteriores, del premio Eduardo Abaroa, el Programa de Iniciativas Urbanas y otros. A estos registros se podría ampliar con mecanismos sencillos de inscripción y verificación de la existencia real de esos Centros Culturales y agrupaciones.
Este debe ser un mecanismo ágil y rápido, ya que se trata de la emergencia.
Los Centros Culturales y Agrupaciones que se acojan a este beneficio deberán presentar un proyecto mínimo de trabajo sostenido en su territorio o sector poblacional con quienes YA trabaja tanto para el momento de la emergencia y como de la post emergencia.
Desde el Estado se debe disponibilizar recursos de emergencia de manera concurrente. En casi todos los países existe legislaciones de emergencia para ello y Bolivia no es la excepción.
SOSTENIBILIDAD
Desde nuestra corresponsabilidad como Tejido de Cultura Viva Comunitaria venimos desarrollando una serie de acciones de trabajo en Red y colaborativas en reciprocidad lo que nos da una capacidad de autonomía fuerte pero insuficiente. En temas económicos hemos generados mecanismos concretos como un sistema de pasanakus (este año en 4 grupos nacionales y locales), redes de trueque y ayni, mecanismos de redistribución de ingresos cuando alguno de nuestros integrantes obtiene recursos por proyectos o en proyectos presentados en Red, sistemas de comercialización que fortalecen nuestras producciones locales (ferias y qhatus), etc. Un tejido de articulaciones continentales fuerte.
Estos avances deben abrirnos a una mayor relación con otras redes, agrupaciones, colectivos y personas del sector cultural. Requerimos constituirnos en sujetos con capacidad de agendamiento, de negociación, de incidencia. Para ello, promover en el encuentro de varias redes y articulaciones culturales, así como de sus propuestas que ya están circulando, para la construcción de unos acuerdos mínimos.
A las instancias del Estado les proponemos:
- Renta básica universal para todas las personas por el derecho mismo de nacimiento. Tendencia creciente mundial que busca garantizar una vida digna mínima para todas las personas.
- Garantizar que al menos el 4%, por la importancia de la(s) cultura(s) en el tejido convivencial y las redes de cuidado y gestión de lo común, de los ingresos nacionales y de las diversas autonomías, sean destinados a cultura, de ello el 0,4% para Cultura Viva Comunitaria.
- Ampliación y generación de Fondos Concursables para proyectos culturales en todas las instancias del estado. Éstos deben garantizar la autonomía y soberanía de lxs participantes y estar normados para que no dependan de los vaivenes de cada administración con fondos claramente asignados para ello.
- Generar fondos para procesos culturales sostenidos y larga duración, de manera de generar procesos de incidencia e impacto más profundos. Desde el Tejido de Cultura Viva Comunitaria venimos proponiendo tres modalidades:
- Fondo para Puntos y/o Tejidos de CVC
Se trata de un fondo permanente por procesos de 3, 5 u 8 años que otorga el Estado a experiencias de CVC para su trabajo sostenido. Todos los Puntos y/o Tejidos de CVC acreditados se hacen merecedores para acceder a estos fondos de manera regular y estable por el tiempo determinado. Recursos que recibirán anualmente y podrán ser usados libremente por estas organizaciones, pero deberán rendir cuentas claras sobre ese su uso en función de los objetivos de cada Punto o Tejido de CVC. Estos fondos buscan garantizar la permanencia y los procesos de mediano y largo plazo de las experiencias organizativas y los territorios, garantizando su consolidación.
- Espacios concertados
Se trata de espacios culturales y públicos bajo responsabilidad del Estado que son cedidos en administración temporal a actores del sector cultural para la dinamización cultural. La administración temporal podrá definirse en diversas modalidades: unos días por semana, unas semanas por mes, unos periodos al año. Los espacios concertados tendrán una duración de 3, 5 u 8 años con procesos de evaluación permanente para garantizar un buen proceso y la consolidación del trabajo realizado. También considerar la sesión de espacios públicos en forma de comodato para el desarrollo de proyectos culturales, así como el uso de espacios públicos no convencionales.
- Iniciativas de Articulación de CVC
Se creará un Fondo Concursable para Iniciativas de articulación entre Puntos, Ch’askas y/o Tejidos de CVC. Se trata de un fondo que apoya una actividad o proyecto por vez, sin necesidad de continuidad en el tiempo, pero que articulan obligatoriamente a dos o más experiencias culturales.
- Garantizar el derecho universal a la creación, producción y disfrute cultural. Para ello definir mecanismos de “bonos culturales” para que población pueda usarlos en formación, producción y disfrute cultural artística a través de mecanismos compensatorios en el pago de impuestos, la incorporación a una parte del salario (como los bonos de transporte o alimentación), el gravamen especial al consumo suntuario, impuestos a la riqueza, impuestos o tasas a sectores de industrias culturales de gran capital, impuestos especiales para las ganancias del sistema financiero u otros, de manera que garanticen que el conjunto de la población tenga el derecho al acceso cultural. Estos “bonos culturales” deberían poder ser usados por fuera de los circuitos culturales comerciales de gran escala, de manera de favorecer las iniciativas pequeñas y medianas.
- Garantizar mecanismos que protejan la soberanía de creación y la producción cultural artística del país en los espacios y mecanismos de exhibición. En este campo abrir el debate sobre las plataformas digitales que son mecanismo altamente concentrados y globalizados que lucran con lo que compartimos hoy en día. La soberanía de pantalla, de escenario, de espectáculos, de espectros y tecnológica son temas centrales en el mundo de hoy.
- Garantizar mecanismos de protección de las trabajadoras y trabajadores del sector cultural, debido a la ampliación de las formas de precarización del trabajo y su flexibilización.
- Retomar la discusión ágil y urgente de la Ley Marco de Culturas de manera participativa y amplia.
- Generar mecanismos y recursos concurrentes entre diversos niveles estatales y de gobierno para facilitar la sostenibilidad del sector cultural.
- Que las diferentes instancias del Estado garanticen nuestra libertad de creación, así como la libertad de información, crítica y disidencia frente a las medidas de control y persecución represiva que se implementan.
CONSTRUCCIÓN DE HORIZONTES COMUNES FUTUROS
Nos reafirmamos en las consideraciones y sentidos propuestos inicialmente en este documento y ponencia.
Mario Rodríguez
Tejido de Cultura Viva Comunitaria de Bolivia
Mayo 2020