Adriana Abundis es actriz de teatro callejero hace más de 35 años y la encargada de la «Casa Cultural Calzada», un espacio cultural que se encuentra en la zona de la calzada independencia, en Guadalajara, México.
El nacimiento de este espacio cultural se presenta en el contexto de la pandemia, cuando Adriana y sus tres hijos alquilan una bodega abandonada, en una zona comercial. Además de ser estigmatizada por la violencia, la infraestructura es de aproximadamente 500 mt2, se encontraba inhabitable, después de un gran trabajo por refaccionarla ahora cuenta con un foro de actuación, un escenario para conciertos, la cocina y la administración.
Adriana nos comparte: En la pandemia nadie podía ir a ningún lado y este espacio fue un salvavidas para muchas personas que acudieron a realizar reuniones y actuaciones con medidas de seguridad, la calzada se divide en dos Guadalajaras, la del oriente y la del poniente donde se encuentra el centro cultural, icono de una colonia muy popular en la cual el comercio ha desplazado a todo, en tres a cuatro años de trabajo se continua incentivando para que la población asista sin tomar en cuenta la estigmatización por encontrase al otro lado de la calzada, el lugar es justamente donde se quería llegar para intervenir el tejido social y hacer una integración comunitaria, que hasta la fecha no se ha alcanzado completamente. Estoy plenamente convencida que la cultura debe ser parte integral de la formación del ser humano, la meta propuesta es la de sembrar la cultura, por eso se comenzó haciendo un análisis sobre las condiciones desde hace 30 años, donde la cultura en Guadalajara no ha mostrado avances, el impacto es que hay una sociedad que adolece de una espiritualidad importante.
Hoy las escuelas no tienen disciplinas desde las artes y el gobierno solo llega a una elite con eventos culturales donde asisten personas de afuera y el proyecto social no tiene esta integralidad, estos años el Centro Cultural Calzada lleva adelante acciones que encaminen a esa meta en un entorno complejo en el que son pocas las personas que asistan con gran interés a las actividades artísticas. Cuando hablas de cultura comunitaria, se estigmatiza esta idea sin saber que el teatro comunitario no es solo la formación actoral sino también es espiritual, por lo que el reto más importante es ver los frutos de lo sembrado, se debe volver a abrir el surco en tierra seca, picando piedra, por lo que algunos debemos convocar y motivar a las personas para que asistan. En el espacio cultural Calzada, hay niñas/niños y gente adulta, la interacción es interdisciplinaria porque hay personas que hacen varias tareas de acuerdo a lo que se requiera, a la vez que es autogestionario, les toca a todos hacer todo desde la difusión hasta la puesta en escena, danza, entre otras; el amor y la cultura son el aceitito para que se realicen las acciones y se pueda apreciar todo lo bonito en el interés de los participantes y son una medicina para tantas enfermedades que se presentan en la sociedad…
Te dejamos aquí la entrevista completa en el Programa de radio “Artes para Respirar”, para que la escuches completa.
