Iniciamos el mes de Marzo con una fecha muy potente que convoca a la diversidad de voces, organizaciones, movimientos, comunidades de mujeres a organizar y celebrar el 8M a nivel mundial que desde hace muchos años atrás una fecha para detenernos y ver como caminan y se entretejen las diversas luchas que sostenemos, criamos y cuidamos las mujeres desde nuestras resistencias y re-existencias.
Avances, retrocesos, desafíos y propuestas que se plantean desde la diversidad de voces de Mujeres, para esto conversamos con Nina y Keila que hacen parte de la Articulación de Mujeres y Feministas Pluridiversas de La Paz y El Alto, quienes comparten con nosotras percepciones desde el trabajo que vienen realizando.
Es necesario hacer un análisis del estado de situación de las luchas feministas desde la experiencia de accionar en territorios diversos del arte, música, literatura, pintura, etc y respecto a esto Nina nos comparte: Para comenzar a grandes rasgos creo que la agenda, por decir, en Bolivia es casi la misma que en Latinoamérica, podríamos decir que los gobiernos progresistas que tienen un fundamento un poco menos conservador que los gobiernos de ultraderecha que han estado gobernando en los últimos años en distintos países y que luego ha retornado el progresismo, de alguna manera están en deuda con las mujeres, nos solo con el movimiento o con la agenda feminista sino con las mujeres como tal, hay un tema estructural que es el patriarcado y no hay reforma que pueda acabar con el mismo, nos hemos dado cuenta que distintos gobiernos, distintos presidentes, aunque esté una mujer en el poder eso no garantiza nuestros derechos, nos garantiza el respeto a nuestras vidas, a nuestrxs cuerpxs, seguimos siendo una cifra para un estado, seguimos siendo la noticia roja en los noticieros, no existe un análisis un poco más contundente respecto a las víctimas, familias de las víctimas, lxs hijxs, lxs huérfanxs del feminicidio que es una temática, una bomba de tiempo que ya viene como consecuencia y siento que ese es un tema en deuda sobre el que toca trabajar mucho más allá de los estados sino con las sociedades; el tema del aborto, el fin de la violencia machista, la transformación social que estamos pidiendo y en la que venimos trabajando desde distintos flancos, por así decir, ya sea desde el arte, desde la agricultura, el acompañamiento en el tema de salud, educación…hay mucho por transformar pero a la vez es como una pata coja, las mujeres estamos hace mucho tiempo ya organizadas en distintos grupos de distintas índoles y creemos que les hace falta a los compañeros empezar a organizarse y hablar sobre esto para poder también asumir la responsabilidad política de lo que implica esta masacre lenta que es el feminicidio y que está presente en todo el mundo, no es un tema de subdesarrollo o primer mundo.
Contribuyendo con el tema Keila nos dice: Siento que hay muchas cosas que hablar respecto al movimiento feminista dentro de El Alto y La Paz que son los lugares donde más he activado desde colectivas feministas y siento que, por ejemplo en El Alto está presente este tema, que desde mi perspectiva, estanca un poco al movimiento feminista que está relacionada a la institucionalidad ONGista, más o menos, que se le está dando al discurso feminista y que se le ha venido dando desde hace tiempo; si bien es un trabajo importante que realizan estas instituciones han generado una especie de fachada sobre los derechos de las mujeres, sobre el discurso de la igualdad de género, sobre como el estado maneja el proceso burocrático del denunciar violencia, las violencias que sufren las mujeres, el tema de las clases sociales; siento que se han levantado varias colectivas que tienen diferentes perspectivas porque pertenecen a diferentes clases sociales o asumen una conciencia social diferente, cuando hablamos de una agenda feminista, no sabía que había una agenda feminista así como plantea la ONU o el PNUD, de estos objetivos que se plantean a largo plazo, pero siento que el movimiento feminista necesita cuestionarse mucho internamente desde poder visibilizar tal vez un feminismo más comunitario, un feminismo que quizá en algún momento que ya no se llame feminismo, que ya en algún momento soltemos esta herencia un poco eurocéntrica de estos términos que arrastran también algunas colectivas de feminismo liberal. Es muy interesante plantear que se viene para los movimientos feministas, las colectivas que ahora activan en El Alto y que se cuestionan todos los días porque en El Alto nos solamente es reunirse para poder activar, movilizarse, sino también es una relación colectiva comunitaria de entender cómo es que mi compañera se está relacionando, que dificultades tiene, como nos reunimos, como nos integramos a las comunidades barriales, a estos discursos del derecho a decidir, entonces a mí me deja con muchos cuestionamientos internos dentro de los mismos movimientos feministas y siento que necesitamos todavía impulsarnos más, que este sistema en el cual vivimos no nos arrastre a solamente las 94 mujeres asesinadas el año pasado, las 12 que asesinaron este año…profundizar estos cuestionamientos, las categorías que se manejan en el feminismo y las acciones que hacemos como feministas….
