Ya son 4 años que venimos trabajando, como Wayna Tambo, es la zona Pasankeri Norte Antofagasta. Cuatro años de criar y cuidar los brotes de un proceso comunitario pasito a paso. Pasamos en medio las cuarentenas complicadas, pero seguimos asistiendo y acompañando al barrio en esos momentos complicados. Algunos momentos trabajamos más intensamente junto a Inti Phajsi, también integrante de la Red de la Diversidad y con otros colectivos que son parte del Tejido de Cultura Viva Comunitaria. Esos acompañamientos también nos ayudaron en este caminar.
Este 2.021 estuvimos en la zona casi cada 15 días, con una mini feria y la radio callejera para abrazarnos con la gente y seguir brotando acciones de cuidado. Hicimos una serie de mini talleres de preparado de alimentos ancestrales y nutritivos, así como aproximamos a la gente esa oferta de alimentos saludables. También realizamos preparados en base a nuestras hierbas tradicionales (qhoras) para mejorar el sistema inmunológico de la gente, degustaciones, preparados y otros. El mercadito de la zona, su acera de ingreso, nos sirvió para estos mini talleres e intercambios. Las caseras aportaban con ingredientes, con el agua hervida, con la licuadora para los preparados, etc. Una bonita interacción y encuentro.
Con las niñas y niños desarrollamos una serie de juegos cooperativos, de aprendizajes a través de lo lúdico. También con ellas y ellos realizamos un taller permanente de música comunitaria ancestral. Por ello, este año a través de los juegos en la calle, fortalecimos la comprensión de la rica biodiversidad y la pluriculturalidad del país, así como la importancia del tiempo cíclico, los climas de ese tiempo regenerativo, los frutos de la pachamama y la música que acompaña cada parte del ciclo.
La radio callejera llevó literatura, ya que también salió nuestra biblioteca ambulante, acompañamiento organizativo, participación de vecinas y vecinos, historias del barrio y mucha música.
Es un proceso de pasito a paso, de cariñosa crianza, que poco a poco va asentando las semillas en el lugar, un proceso propio de organización cultural comunitaria en la zona. Es muy lindo ver a niñas que ya están 2 o 3 años con nosotrxs, sentir que crecen y que de apoco se van haciendo cargo de los procesos. Con la música del taller de música comunitaria festejamos este otro año vital de encuentros y trabajos en la zona. Surgen preguntas y desafíos, pero fundamentalmente, ganas, tercas ganas de seguir los encuentros. Todavía tenemos un pedazo de año para seguir en el barrio. A finales de noviembre celebraremos con una comunidad comunitaria, el 2.022 ya va apareciendo en el horizonte…
