RUMILLAJTA EN WAYNA TAMBO: 1996 Por: Mario Rodríguez Ibáñez

Seguimos recordando los primeros conciertos realizados en Wayna Tambo después de nuestro nacimiento en enero de 1.995.

Uno de los que más recordamos, quienes fuimos parte del equipo en esos primeros años, fue el que protagonizó el grupo boliviano Rumillajta en marzo del año 1.996. Recuerdo muy bien que el pequeño local que teníamos por entonces, todavía en la calle Demetrio Moscoso, paralela a la avenida Antofagasta de Villa Dolores, detrás del histórico cine Pacajes que ya, para entonces, había sido derruido para construir una galería comercial, de esas que inundaban esa zona comercial alteña. Una pérdida irreparable a la memoria de las culturas y el cine en El Alto. Te decía, en ese pequeño local llegaban personas desde temprano, había expectativa. Se fue llenando. A la hora del concierto ya “no cabía ni un alfiler”. Recuerdo que no teníamos tarima, los grupos tocaban en el piso, alrededor de los pedestales de los micrófonos se acomodaron personas en el piso para seguir el concierto. Fue una noche mágica de música, de memoria antidictadura, de dignidad de los pueblos, de presencia de las culturas andinas al mismo tiempo que de diálogo latinoamericano, de irrupción de Abya Yala en ese pequeño espacio del Wayna Tambo de entonces.

Rumillajta nació en 1.980, cuando la dictadura puso a su versión más cruel, pero también ya estaba en retroceso. Jorge Laura (charango) fue su impulsor. Todavía recuerdo, estando yo con mi estrenada pubertad, que con mi familia fuimos a una carpa de circo instalada en lo que hoy es la plaza central de Satélite en El Alto. En medio del espectáculo circense de barrio popular presentaron a un grupo de música que tenía integrantes de la zona. Fue la primera vez que escuche a Rumillajta en vivo, sería el año de 1.981, todavía tocaba con ellos Edwin Rowert, a quien lo recuerdo bien porque era el amigo de mis hermanos mayores y fue a quien saludamos con orgullo, porque eran “los chicos del barrio” actuando en el circo.

Para 1.996 Rumillajta ya había sacado casi una decena de discos y se había paseado por escenario de Europa y el país. Expresa esa mezcla maravillosa entre mundo andino y luchas populares latinoamericanas. Cuando vinieron a Wayna Tambo el grupo estaba consolidado con una agrupación de lujo, tenía una solidez y versatilidad impresionantes. Jorge Laura en el charango, Adrián Villanueva en las quenas, Carlos Ponce en los sikus, Juan Carlos Cordero en la guitarra y Néstor Tintaya en la voz y la percusión. Fue la primera de varias visitas, siempre dispuestos al encuentro y al diálogo. Cuando les convocamos, casi siempre estuvieron ahí para acompañarnos.

De ese maravilloso e intenso concierto les dejamos la grabación de casi dos horas de música, disfruten de temas memorables como “Urupampa”, “Amazonas”, “Atawallpa”, “Mujeres y niños”, “El cóndor vuelve”, “Karallanta” o “Tempestad”, o déjense sorprender por otras canciones que brotan en este registro que originalmente se hizo en casetes, era 1.996, con un Wayna Tambo aprendiendo y brotando después de cumplir un año de vida. Pero, por sobretodo, sientan la intensidad del público, de ese encuentro abarrotado de gente alteña sintiendo la trayento de Rumillajta (pueblo de piedra), un encuentro con la memoria de nuestras ciudades y observatorios andinos como Tiwanaku, Iscanwaya o Incallajta. Los pueblos de piedra cantan…