Conversamos de trabajos de investigación desarrollados por compañeras que vienen accionando también en y desde la lucha de las mujeres, queremos hablar de estos diferentes procesos y resultados que también están muy implicados en estas luchas y que aportan muchos elementos para seguirnos conversando, para seguirnos reconociendo, para seguir tejiendo nuestras historias. Por ello nos encontramos con una hermana muy querida para nosotros y nosotras, que ya nos ha acompañado en anteriores oportunidades, conversamos con Aurelia Canelas, compañera investigadora y parte de luchas feministas y que acompaña también diversidad de luchas en territorios que defienden la madre tierra, el agua y la vida que habita esos mismos territorios.
En esta oportunidad vamos a conversar sobre una de sus investigaciones publicadas que lleva por título: “Ahora me trabajo, no le pido nada a nadie” ejercicio de derechos económicos de las mujeres en el Norte Amazónico de Bolivia.
Aurelia nos comparte: Esta es una investigación que ha sido propuesta en realidad por el Instituto para el Desarrollo Rural IPDRS y está hecha precisamente en el Norte Amazónico, en el Sena, en las comunidades del Sena, en Riberalta, en Gonzalo Moreno, es una investigación que trata, ha intentado ver primeramente estos temas de la violencia hacia las mujeres, el poder comprender cuáles son las formas de reproducción de la violencia estructural hacia las mujeres en estas regiones y de ahí intentar también ver cómo están vinculadas a esto y eso tiene que ver el título, cómo las mujeres han ido cambiando formas de vida, cómo las mujeres han ido existiendo en estos territorios, entonces es una investigación que trabaja mucho con población casi centralmente campesina indígena y con mujeres que están insertas en estos territorios que son, como todos sabemos, de recolección castaña.
Estos son los territorios que producen, de donde se colecta la castaña y también son zonas donde hay bastante explotación de oro, sobre todo en Riberalta y explotación forestal en otros sitios, es una investigación que ha buscado a través de conversaciones con mujeres, porque en realidad este trabajo nace del profundo diálogo con las hermanas de todos estos territorios, viendo e identificando con ellas estos problemas centrales de violencia.
Entre las cosas que para mí han sido bien interesantes de descubrir es como la recolección de la castaña, por ejemplo, es un elemento absolutamente extractivo, es una economía extractivista de bosque, y que precisamente es este factor el haber empezado a ser, o sea, el hecho de que la almendra ha empezado a tener un boom en el mercado internacional hace 50 años, es decir, dentro del Estado Republicano, que es el que va a permitir a las mujeres insertarse en cadenas de trabajo.
Hay que recordar que esta es una zona donde había explotación gomera, la explotación del caucho y de la goma eran una explotación importantísima. En la época de estas barracas y de este sistema de explotación, las mujeres no tenían absolutamente derecho a nada, las mujeres eran no sujetos. Da el sentido que, por ejemplo, se definía la situación de las mujeres en tanto sus vidas, cuando ellas empezaban la menarquía, y se las destinaba a casarse con hombres mayores, normalmente 10 años, 15 años mayores que ellas, eran trasladadas y cambiadas de un sitio al otro, no tenían absolutamente bien. Hay testimonios todavía de mujeres que recuerdan esto de la década del 70 más o menos, del 80-70, que ellas recuerdan como, por ejemplo, ellas no tenían ni ropa para cambiarse, tenían lo que llevaban puesto y su vida era trabajar, trabajar cocinando, trabajar cuidando, trabajar en esto de la goma, trabajar en todo tipo de salud, no tenían derecho absolutamente a nada. Incluso hay unos testimonios muy, muy duros de hermanas que cuentan cómo sus mamás, su misma familia, las botaban de la casa para que se vayan con los hombres que habían elegido, y eso tenía que ver con que en una situación de tanta precariedad y esclavitud, las mujeres significaban un gasto, o sea, los hijos significaban un gasto dentro de la familia que la familia no podía cubrir.
En esos testimonios se relata cómo en esta especie del habilito que se llama, que es cuando vas a la tienda, normalmente del barraquero o de un asociado, a comprar las cositas que podías con lo que ganabas haciendo la goma y el caucho, pues las mujeres no elegían absolutamente nada, era el varón el que iba, recogía lo que él creía necesario para la casa y le entregaba a la mujer para que ella, “administrara” un tiempo X, entonces, la situación de ellas en cuestión de violencia era terrible porque no solamente era violencia física, psicológica, sino que también había violencia sexual, ellas no tenían ninguna posibilidad de decir nada sobre sus cuerpos, entonces tenían, empezaban una vida sexual a los 12, 13 años, tenían muchos hijos y entonces su vida era realmente muy sacrificada, muy dolorosa. Es precisamente cuando en los 80 se empieza con la castaña, que cae el boom gomero y entonces al caer el boom gomero e iniciarse esta economía de la castaña, se empieza a contratar a las mujeres para que las mujeres quiebren la castaña, la nuez de la castaña, muchos hombres pierden trabajo y es ahí que ellas empiezan a insertarse en el ámbito laboral y de manera muy natural, yo digo de manera muy natural, escuchando sus relatos, empiezan como a cambiar muy muy de a poquito la situación en la que vivían.
Definitivamente el narrar las historias es una cosa muy importante, yo creo que para todos y todas, pero particularmente para las mujeres, porque es una historia negada, es una historia oculta, es una historia que no es historia, y eso lo había visto también con hermanas en el pueblo Takana, que ellas te cuentan y te dicen es que nosotras no aparecemos en la historia, en los registros, no están, entonces para ellas sí es importante, yo cuando hablaba con ellas me decían, uy hermanas, si le contara las cosas que yo he vivido, he hablado con varias que han sobrevivido a este proceso de pasar de la barraca a luego la economía castañera, a la situación ya actual, pero también he hablado con nietas, con hijas de estas mujeres, que igual tenían la memoria de sus abuelas, tenían la memoria de sus madres, es decir, entre mujeres igual de todas maneras se ha ido narrando la historia, se ha ido contando esta historia, y es una historia muy dolorosa, pero una historia que hay que poder visibilizar, porque cuando tú buscas la época de la goma y la castaña en la zona, en documentos que yo he revisado, hay párrafos muy chiquitos que mencionan a mujeres y que mencionan estas condiciones muy duras de las mujeres, pero son párrafos dentro de libros, entonces eso es importante como empezar a rastrear y creo que hay una memoria viva todavía de la que sí se puede extraer estos relatos y visibilizar estas realidades, las mujeres han cambiado mucho en los últimos 30 a 40 años sus formas de vida, hay muchas que han logrado estudiar, hay muchas que han logrado trabajar, hacen pequeñas asociaciones, etcétera, me refiero al trabajo remunerado, al trabajo formal, y muchas en emprendimientos propios también, evidentemente sigue existiendo mucha precariedad, pero una cosa que ellas mencionan y me queda muy claro de alguna compañera que me decía, que ya mayor ella, con arriba de los 60 años, con una historia igual dura, y ella se había separado del marido como hacía 10 años, ella me decía, lo mejor que he hecho en la vida es haberme separado, porque ella había vivido mucha violencia dentro del matrimonio, ella empezó a trabajar, entonces me dice y trabaja, ahorita trabaja en la empresa boliviana de la almendra EBA, y me dice, lo mejor que una mujer puede hacer es tener su dinero, la mujer tiene que tener su dinero, tiene que trabajar, y no importa si está solita, porque así lo puede hacer lo que ella quiera, y ella contaba, además, en los espacios que teníamos de diálogo, cuán dura había sido su vida y cuánto su vida había cambiado desde el momento en que ella decidió salir de esa relación, por muchos factores en medio, pero tuvo la posibilidad de trabajar, entonces para las mujeres, y es por eso también el título del trabajo, de la investigación, Ahora me trabajo, no le pido nada a nadie, es muy importante el poder acceder a fuentes laborales o poder tener su emprendimiento propio, que le garantice un ingreso básico para poder mantener a su familia, porque las mujeres siguen siendo las que se quedan con los hijos, siguen siendo las que se quedan con los papás, con sus papás o con los hermanos, se sigue viviendo de una forma más extendida y siguen necesitando generar recursos económicos, ¿por qué? Porque todas las sociedades y estas también dependen del mercado para sus ingresos, entonces para su cotidianidad es muy poco lo que se produce en la tierra, en la escuela te demanda una cantidad de erogación de gastos económicos importante, la salud es otro tema muy complejo, entonces siempre se necesita un ingreso económico que pueda ayudar a solventar la familia.
Entonces para las mujeres de esta zona es muy importante haber accedido a puentes laborales, por ejemplo hablando con las hermanas de Sena, ellas hacen artesanía, y ellas, es realmente la única comunidad en toda esta región que hace artesanía, arte, realmente no es artesanía, es arte en tejidos y en otro tipo, en cestería, etcétera, ellas se mueven con ferias vendiendo estos productos, entonces ellas van generando igual un ingreso económico. Esta situación de empezar a generar ingresos económicos, de ganar tu plata en otra palabra, ha cambiado mucho la situación de las mujeres en relación a lo que vivían en el tiempo de la barraca, que no es tan antiguo, esa es una cosa clave….ponemos aquí la conversa completa junto a Aurelia para que sigas escuchando su intervención….
La invetigación la puedes descargar en: