En mayo del 2024, un grupo de mujeres indignadas de Cochapampa realizó una acción no destructiva de visibilización de las masacres de las mujeres palestinas y de la vida de las mujeres en general.
Esta se hizo en el Monumento de las Heroínas de la Coronilla, ícono de la resistencia anticolonial de las mujeres de esta ciudad. Como antecedente a la acción artística, recalcamos que el Estado boliviano tomó la medida de romper relaciones con el Estado genocida de Israel en fecha 31 de octubre del 2023, debido a la escalada del conflicto desde el 7 de octubre del 2023. El ataque colonial y genocida se incrementó durante meses de manera constante y sistemática.
Es en este contexto que se ha planteado dicha acción en la colina de San Sebastián, reivindicando que, tal como las heroínas fueron masacradas por defender su vida, sus territorios y sus hijos frente a una guerra colonial, el día de hoy las mujeres palestinas están sufriendo lo mismo. El mensaje era claro, las mujeres no somos carne de cañón en guerras coloniales. Solidaridad de las mujeres cochabambinas con el pueblo palestino y homenaje a las víctimas de este y muchos actos genocidas a lo largo de la historia.
La acción realizada en el Monumento de las Heroínas de la Coronilla no dañó de ninguna manera ni vandalizó el monumento, solo se usó tela y cartulina. Al contrario, la acción consistió en un homenaje y reivindicación de la lucha de las mujeres en este territorio. Esta acción reclama el monumento como un antecedente histórico de la lucha de las mujeres cochabambinas, que lejos de buscar ser mártires o próceres de la historia, buscaban resistir a una guerra colonial.
Las mujeres y las madres siempre han sido el blanco de la guerra y de la violencia para controlar el potencial creativo de los cuerpos, del cuidado y de la vida. Son objeto de disciplinamiento, la violencia y el asesinato. Así fue en tiempos de Manuela Gandarillas y así es hoy en Palestina y Cochabamba.
Las mujeres, las madres y las hijas e hijos son quienes están en la primera línea del genocidio y la violencia. Por eso decimos, si Manuela viviera, con nosotras estuviera. El 24 de septiembre, más de cuatro meses después de que la policía ya había desestimado cualquier tipo de daño al monumento, a las compañeras les llegó una citación para prestar su declaración informativa por una denuncia que la Alcaldía interpuso en su contra.
Si bien la Alcaldía en su denuncia las acusaba de tres delitos, uno, apología del delito, asociación delictuosa y daño al patrimonio, la Fiscalía sólo aceptó uno, por el cual se inició un caso en fase preliminar, bajo el artículo 223 del Código Penal, destrucción y deterioro de los bienes del Estado y la riqueza nacional. La representación legal del gobierno autónomo de Cochabamba presentó un informe sesgado y totalmente incongruente, sin rigor técnico ni legal, donde se indican unos supuestos daños, no sólo mínimos, sino completamente desvinculados de una acción tan superficial como la acontecida. Por estos supuestos daños fabricados, se pretende incluso cárcel para las compañeras.
Desde ese momento la Alcaldía ha recurrido a toda suerte de artificios y objeciones para evitar que las acusadas presenten un peritaje de parte propia con expertos independientes, como prueba de descargo, como es su derecho. A pesar de que el fiscal inicialmente aceptó tanto los peritos como el peritaje, ante objeciones legalistas y burocráticas de la Alcaldía, no ha vuelto a dar tal autorización, negando el derecho a la defensa. Estas pruebas de descargo por parte de las acusadas son indispensables, ya que el proceso se encuentra en fase preliminar, en la cual el fiscal debe decidir si abre o no la imputación formal.
Este proceso, que es en realidad una persecución judicial y criminalización de la solidaridad con Palestina y con la vida de las mujeres, debe ser desestimado en todas las instancias y por todos los factores. Exigimos que el Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba cese con sus acusaciones y se retire del proceso, y exigimos que el fiscal desestime el caso. Pero si insisten en continuar con este montaje, al menos exigimos que se sigan los procedimientos de regla y que se nos permita una legítima defensa.
¡Fuimos todas!
¡Palestina libre!
¡Si Manuela viviera con nosotras estuviera!
¡Viva la lucha anticolonial de las mujeres organizadas!