Vamos a conversar a propósito de lo que ha significado este pasado 25 de noviembre, Día Mundial de Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres, y es que en América Latina y el Caribe, en pleno siglo XXI, enfrentamos grandes desafíos de todo tipo, económicos, políticos, geopolíticos, productivos, pero no es posible avanzar, como dicen, si no se avanza en reales políticas para la erradicación de todo tipo de violencia hacia las mujeres, y para ello no solamente es hablar de la violencia física, sino de violencia en todos estos aspectos, en el económico, en el político, en el geopolítico, en el productivo, precisamente para hacer un abordaje integral de lo que significa esta fecha, de lo que ha significado en nuestro país, y sobre todo en la Ciudad del Alto, estamos con Charito parte de la Colectiva Las Martinas.
Charito, nos comparte: También yo habito el Alto, y sé también de estos espacios que son importantes, y por otro lado, como siempre, alerta e indignada por todo lo que todo el tiempo tenemos que afrontar, pero también presta a comunicar qué está haciendo el movimiento feminista, me gustaría leer nuestro manifiesto, y también lanzar algunas provocaciones para la propia sociedad, porque este es un tema que debemos asumirlo todos y todas.
Les comento un poco también para que sepan, es importante democratizar la información, porque sin duda no creemos que el feminismo esté pues en contra o que no habita el Alto, solamente que muchas veces, y muchas mujeres, disculpa, como nuestras madres, nuestras abuelas, no conocían pues el feminismo por el texto, pero tienen dentro de la práctica Aymara, entre las mujeres de los comerciantes, de los sectores artesanales donde pertenecemos muchas, hay prácticas feministas.
Entonces las mujeres podemos ver que estamos en todas las organizaciones sociales, sobre todo las mixtas, hay gran cantidad de mujeres en los mercados y demás, pero de todas esas mujeres migrantes, de todas esas mujeres que luchan, abuelas, madres, salen pues hijas que están en las universidades, que están en el arte, que están también en movimientos gremiales, porque una también así en El Alto sobre todo aprende a estudiar trabajando también, y es así que conforman colectivos, y en El Alto se están abriendo colectivos feministas, no voy a decir hay uno o dos nombres, sino hay una colectividad.
Hay varias colectivas, yo pertenezco al de Las Martinas, que es un colectivo feminista de la Paz y el Alto, hay la Articulación Feminista Pluridiversa, hay el colectivo de las mujeres de la UPEA, hay las compañeras de la Casa de la Chola, están también otras compañeras artistas, independientes también. Y muchas de ellas ya hemos empezado a tener esta necesidad de emanciparnos de las movilizaciones de La Paz, porque ustedes saben muy bien que las movilizaciones en La Paz del 8 de marzo, del 25 de noviembre, son bastante afluentes, entonces se da la marcha, pero ¿qué pasa? Muchas veces las del Alto, y eso pasa en todos los sectores, bajamos a La Paz, es todo un esfuerzo ir a marchar y acuerpar un espacio que no habitamos.
Entonces ahí surge la necesidad de también promover que se haga un movimiento en El Alto, y politizar también nuestras luchas, porque acá en El Alto, al ser un municipio, ya tenemos fiscalías, tenemos juzgados, y más allá de que obviamente la justicia no se da donde realmente debería darse, es una conquista también territorial de lucha que se debe empezar. Y ante esa necesidad, muchas colectivas ya desde el 8 de marzo, pero ya desde hace varios años lo vamos intentando, pero este año con mucha más fuerza, hemos decidido hacer una marcha en el mismo horario, el mismo día, aquí en El Alto, desde el 8M y nuevamente este 25 de noviembre, porque creemos que es importante también que la Ciudad del Alto tenga sus propias conquistas feministas y no tengamos solamente que centralizarlas todo en La Paz. Respondemos a otro tipo de contexto y esa era la urgencia, es así que construimos este movimiento feminista del Alto. Nos reunimos en diferentes espacios y hemos construido un pronunciamiento que se ha leído durante la marcha, en el mitin que se ha hecho en puertas de los juzgados.
Por un lado está esta lógica de que sí, tenemos que reivindicar en el propio territorio, porque hay las propias instituciones, pero también hay otra mirada de otro grupo de compañeras que tiene, que me parece que es también buena, que el movimiento ha crecido. Y al ser muchas mujeres que habitamos al Alto, sentimos esa necesidad de hacer donde una vive.
Entonces, el movimiento va a crecer, en ese sentido, tampoco podría decir si ha sido así contundente, o si ha habido mucha gente. ¿Por qué? Porque una marcha, ¿qué implica? No es la misma una marcha de un sindicato gremial que una marcha del 25M o del 8M. Estas marchas pueden ser, uno, para que tú te grites y te desfogues de alguna violencia, alguna situación que no estás pudiendo gestionar, también sirve de denuncia, también sirve de contención, pero sobre todo sirve de acuerpamiento al movimiento. Hay mucha gente que no elige la marcha y hace otras acciones de lucha. Es totalmente legítimo también.
Pero también nosotras sentimos esa necesidad de visibilizar. Entonces, ¿a qué me voy con eso? A que estar en una marcha también implica tener mucha seguridad, creer en ese espacio seguro y creerte también segura con tus compañeras.
Entonces, no es fácil. Por eso es que muchas compañeras del Alto aún siguen acudiendo a la Marcha de La Paz, porque evidentemente es más amplio, hay más gente y sientes, inclusive, mucho más, el recibimiento, inclusive, es otro.
En el Alto las calles son estrechas. Nos ha costado, al menos el 8 de marzo, nos ha costado salir entre los autos, pero mira que han sido las mismas guardias municipales que nos han hecho salir hacia el 6 de marzo. Y en el Alto hemos optado también por invitar a otras compañeras que hacen otras cosas.
Por ejemplo, hay un grupo de compañeras tarqueras. Entonces ellas fueron tocando y se han hecho cánticos, se han hecho canciones como una forma diferente también. Se ha ido por los lugares del mercado, por Villa Dolores, poniendo también algunos listones en los puestitos, compartiendo información con las mismas compañeras, hermanas gremiales, porque muchas veces en las marchas no se sabe por qué es.
En este caso no hay ficha, en este caso es más una apuesta política, es una lucha desde las mujeres, desde las que afrontamos también el sistema judicial, el sistema de justicia. Entonces el 8 de marzo de este año hemos tenido compañeras que también vienen de La Paz a apoyarnos, pero han sido alrededor de casi 30 o 40 personas. Este 25 hemos visto que sí ha habido un poco más de convocatorias, ha habido compañeras que suben también de La Paz a hacer cuerpo, están las compañeras que hacen batucadas, música, y por otro lado también están compañeras que están en escaso de reivindicar las peticiones de la empresa Trebol, las compañeras que están viviendo esta explotación laboral….dejamos aquí la entrevista completa junto a Charito para que sigas escuchando su intervención…..