DEMOCRACIA Y GESTIÓN DE LO PÚBLICO EXPERIENCIAS PARTICIPATIVAS Y COMUNITARIAS Conversamos con Christian Egüez

Democracia y gestión de lo público experiencias participativas y comunitarias, es el tema del cual seguimos conversando, reflexionando, debatiendo desde miradas, voces y acciones diversas; para dialogar del tema nos encontramos con Christian Egüez parte de la Colectiva La Pesada Subversiva en el departamento de Santa Cruz, una de las experiencias que viene irrumpiendo el espacio público desde hace 6 años aproximadamente poniendo temas diversos en cuestionamiento, debate, reflexión, análisis y propuestas.

Christian nos dice: Formo parte de la Pesada Subversiva, que es una colectiva de diversidades, de disidencias sexuales, una colectiva transfeminista, que precisamente concentra sus acciones, sus actividades y su capacidad de manifestación en Santa Cruz de la Sierra, no de casualidad, sino porque creemos necesario que en este territorio debe haber una contestación frente a las hegemonías políticas conservadoras, frente a las hegemonías políticas fundamentalistas, que son las que gobiernan Santa Cruz hace muchísimos años.

La Pesada Subversiva lo que hace es un trabajo de resistencia hace seis años ya, a estas tendencias ideológicas anti-LGBT, anti-feministas, anti-derechos humanos. Queremos dejar en claro con cada acción, con cada actividad que hacemos, que esa no es la Santa Cruz única ni completamente absorbida por los fundamentalismos, sino que hay una Santa Cruz también plural, también feminista, hay una Santa Cruz que marcha en el 8M, hay una Santa Cruz que marcha en el Día del Orgullo, hay una Santa Cruz que milita en la pluralidad, hay una Santa Cruz popular, antirracista, obrera y radicalmente diversa, como colectiva lo que tratamos de hacer es visibilizar que esa otra Santa Cruz existe.

Creemos que la democracia está siendo asediada por discursos que la ponen en duda, en realidad,  una de las bases, una de las formas más evidentes de parte de grupos conservadores, liberales, libertarios, por lo menos así es como se nombran, una de las estrategias para acabar con las lógicas democráticas que habíamos pactado en diferentes escenarios políticos, es dejar de creer en el horizonte y en las lógicas de los derechos humanos. Una de las características de los grupos conservadores y fundamentalistas hoy en día es hacer creer que los derechos humanos no existen, que son privilegios que piden ciertas minorías, que es una manera del clientelismo solamente del Estado para generar adeptos políticos, y eso no es verdad. El horizonte y el paradigma de derechos humanos es algo que tenemos que rescatar y fortalecer, pero ya no con discursos apacibles, ya no con discursos políticamente correctos, porque si bien es necesario que mantengamos una línea discursiva argumentada, sólidamente argumentada sobre las causas que defendemos, creemos que es imposible ya llevar adelante discursos poco transgresores, poco rebeldes, hablar de desigualdad hoy en día, compañeras, es insuficiente.

Tenemos que hablar de las catástrofes que está ocasionando este sistema capitalista, este sistema anti-derechos, este sistema empobrecedor, este sistema absolutamente patriarcal, machista, con las mujeres, las diversidades, los jóvenes, los niños, las niñas, y no podemos defender el paradigma de derechos humanos hoy con nuestros discursos tradicionales, con nuestras consignas tradicionales, que muchas veces las entendemos solamente nosotros y nosotras, quienes marchamos en el 8M, en la marcha del orgullo. Creo que es hora de atreverse a ser más contestatarios, más rebeldes, porque nuestros antagonistas del proyecto histórico, una de sus estrategias ha sido precisamente salir de los moldes y de los límites de lo correcto, mierdean, carajean en discursos públicos, en la televisión, y nosotras seguimos con nuestros discursos políticamente correctos y bien comportados. No puede ser así, debemos atrevernos a contestar con mayor rebeldía.

Creo que para tener una participación trascendente, importante, de relevancia dentro del escenario democrático y de la participación política que va a ser profundamente importante para los siguientes dos años, tenemos elecciones en 2025, tenemos elecciones en 2026, es dejar la agenda de género no a un lado, es decir, no estoy diciendo que dejemos de hablar de derechos LGBT, que dejemos de hablar de despenalización del aborto, que dejemos de hablar de violencias machistas. Lo que estoy diciendo es que esa agenda no puede limitarse sólo a esos puntos. Los feminismos, las diversidades, las disidencias sexuales, debemos tener una propuesta de economía, por ejemplo, debemos tener una propuesta de participación política, debemos tener una propuesta medioambiental, debemos tener una respuesta de pacto fiscal, debemos tener una propuesta de generación de empleo, debemos tener una propuesta de toda la estructura del sistema.

Ya no podemos solamente hablar de la agenda de género, la agenda feminista, la agenda LGBT, porque si queremos participar en las democracias de los partidos de la clase política actual, vamos a tener que ampliar nuestros horizontes discursivos, ampliar nuestros horizontes de propuestas políticas para tener una participación activa en 2025 y en 2026. Yo puedo decir tres propuestas concretas que hemos pensado desde la pesada subversiva, así bien cortito. Creemos que aunque con la posibilidad de fracasar los movimientos antipatriarcales, es decir, feministas, LGBT, movimientos populares, etc., los movimientos antipatriarcales debemos promover un nuevo pacto democrático, un nuevo pacto social a nivel nacional con una perspectiva antimachista, con una perspectiva de defensa de la madre tierra, con una perspectiva anticapitalista, con la gran posibilidad de que fracasemos en la convocatoria de ese nuevo pacto social en Bolivia; Pero intentándolo, nada se pierde intentando tratar de generar una nueva visión de país, de consumo, de concentración de la riqueza y de distribución de los recursos desde los lugares que ocupamos, los feminismos, las diversidades. Luego, lo que ya había dicho, empezar a ser más contestatarios a la hora de proponer nuestras ideas en los escenarios de la política formal, somos la reserva revolucionaria de la sociedad, es decir, las diversidades, las disidencias y los feminismos tenemos la capacidad de repensar el país, repensar la democracia, repensar las formas de gobierno. Y tercero, la participación activa de nosotros, nosotras, nosotres en el campo político…..dejamos aquí la conversa completa junto a Christian para que sigas escuchando su intervención….