Existen muchas lecturas de lo acontecido el día miércoles 26 de Junio en la Plaza Murillo del Departamento de La Paz, sin duda alaguna a todas, todos y todes nos inundan ciertas incertidumbres, ningunas certezas, no tenemos claridad sobre lo que ha sucedido del todo esa jornada, pero tenemos varios elementos que nos pueden ayudar en estas reflexiones.
1er elemento, es que tenemos que reconocer que estamos viviendo un escenario de una crisis creciente del sistema político, del sistema de partidos y que tiende en gruesos sectores de la población a una suerte de hartazgo a lo que está sucediendo, en lo que no se consigue resolver, recordemos que tenemos temas pendientes en el país, como el tema del poder judicial, las elecciones judiciales, el tema de las elecciones primarias, el proceso de convocatoria a elecciones del próximo año, el tema de la distribución de escaños y de recursos fruto de los resultados del censo nacional de población y vivienda, los conflictos internos o ya de ruptura en el Movimiento al Socialismo que empantanan parte de la gestión legislativa, los propios juegos de cintura en el bloque opositor de derechas en sus distintas versiones, en términos de también jugarse hacia candidaturas el próximo año, es decir un sistema político que está un poco entrampado en sus resoluciones y las maneras de resolver los acuerdos de gobernabilidad y los acuerdos más estratégicos de cara a las elecciones del próximo año y una cantidad de actores políticos desde el Movimiento al Socialismo hasta el bloque opositor de derecha que están intentando recomponer sus lugares y obtener “ventajas” de cara a ese proceso electoral del 2025.
En ese escenario viene también esta suerte de ambiente que se ha ido gestando en torno a una crisis económica que claramente expresa una situación económica mucho más delicada que la que hemos vivido en otros momentos de la historia a partir del gobierno del MAS, especialmente expresada en temas como la reducción dramática de nuestras reservas de gas y por tanto de uno de los factores centrales de estabilidad al interior del país y de estabilidad económica fruto de las exportaciones a esto que se ha denominado una especie de crisis de acceso a dólares, lo que ha generado serios problemas de todo tipo en el cotidiano hasta temas más importantes y estructurales en la adquisición de bienes y de servicios en el comercio exterior boliviano.
En ese escenario de conflictividad que estamos viviendo, de entrampamiento en el sistema político y en temas económicos en el país aparece este levantamiento, esta sonada militar el día miércoles 26 de junio, liderada por el comandante, hasta entonces del ejército, el señor Zúñiga, que se desmonta en pocas horas, que no consigue adhesión publica oficial de ningún actor político en el país, ningún actor político importante ni en términos de partidos políticos, ni en términos de organizaciones sociales, que pueden ser desde las matrices de organizaciones sociales en nuestro país, hasta el comité cívico de Santa Cruz, es decir no consigue ningún tipo de adhesión y esto ya es un síntoma bastante llamativo en términos de declaraciones formales, pero consigue adhesiones y un manejo también organizado en parte, no tanto como lo acontecido en el golpe del 2019, pero aparece una estructura que responde rápidamente y organizadamente desde las redes digitales especialmente y desde la estructura de varios medios de comunicación en una suerte de ambiente que aplaude la posibilidad de salidas de fuerza en el país, o amplifica esta sensación de crisis del sistema político, de que andamos mal en ese sistema político y que en ese escenario una salida de fuerza podría ser viable….dejamos aquí el bloque completo que recoge nuestros sentires, miradas, reflexiones colectivas que venimos entretejiendo desde la Red de la Diversidad…..
