Kochapampa
Fascismo es negar y borrar lo otro distinto, eso que huele a campo, a tierra y a lucha. El fascismo es también apropiarse de la autonomía de las comunidades y despojarles de su territorio. Nosotras Resistimos con Radicalidad, porque ser radical es volver a la raiz. Abrazándonos de nuestras ancestras, de sus polleras, de sus manos callosas olor a tierra y cultivando horizontes autonomos, libres y antiestatalistas.
Fascismo es la captura y secuestro de nuestros cuerpos para ser mujer/objeto cosificado o máquina reproductora. Es el empoderamiento femenino basado en estereotipos de belleza hegemónica occidental y ser sujetas productivas que sostienen el sistema capitalista neoliberal. Resistimos a él, autogestionando nuestros placeres, sanando del autoodio que nos impusieron, aceptando nuestras formas, decidiendo sobre nuestro cuerpo/territorio, creando espacios de reflexión y destrucción de los paradigmas coloniales occidentales que moldean nuestras existencias.
El fascismo es violento, patriarcal y jerárquico, y Resistimos organizándonos colectivamente, recreando y creando comunidad, replanteándonos la visión de lo que es riqueza, poder y vida digna.
El Fascismo es extractivismo y despojo, es el colonialismo continuamente actualizado con pactos patriarcales sobre nuestras vidas, nuestras cuerpas y nuestros territorios. Resistimos sosteniendo la lucha heredada en defensa de la vida, los territorios y la dignidad
El Fascismo es el progreso que entierra cuerpxs a nombre de desarrollo. Al fascista no le tiembla ni la mano ni el pensamiento cuando, para imponer su poderosa nación, arraza pueblos enteros. El fascismo es uno de los negocios capitalistas que mejor ha funcionado. Resistimos amando a quienes somos y de donde venimos, construyendo comunidad y organización, desde la política de nuestra cotideanidad que denuncia y rompe su macropolítica opresiva.
El Fascismo es económico, orillándonos sin salida a la precariedad con sueldos mínimos y jornales irrisorios, peor aún para las mujeres. Resistimos cada día desde la autogestión, tejiendo comunidad y sabiéndonos parte de este otro mundo posible, donde las relaciones son horizontales y la abundancia una constante.
Fascismo es la tiranía del poder, los golpes duros y blandos, las masacres, la violencia estatal y empresarial, lxs desaparecidxs y torturadxs, los «daños colaterales», la bala militar, policial, del narco, de la trata y el feminicida. Resistimos al fortalecer nuestras trincheras y prenderle fuego al tablero de ajedrez.
El Fascismo es obligarnos una y otra vez a revivir su historia. Esa historia cada vez más cruel, más violenta y cínica. Resistimos tejiendo memorias, sabidurías ancestrales, organización, placeres, abrazos, sueños, con dignidad y rebeldía. Juntas contra todo sistema opresor.
Fascismo es que a mis 30 años recién haya podido amar el color de mi piel. Resisto existiendo, incomodando. ¡Nuestra venganza es ser feliz!
Fascismo es criminalizar a las mujeres que abortan, es la impunidad de los que violan y asesinan, es una pensión familiar ridícula de 424 bs. Resistimos denunciando el pacto patriarcal cotidiano, Resistimos criando nuestras wawas en comunidad o abortando en casa con nuestras madres, amigas y hermanas, sin el permiso de nadie.
Fascismo es el monte ardiendo, es que pregunten qué llevaba puesto, es pensar que las mujeres trans no son mujeres, es que tu religión anule mi existencia lésbica, es que los temas que se abordan y discuten en la universidad solo sirven para sostener el poder de los privilegiados, es tener que callar el abuso en la universidad por miedo a no poder titularme.
Fascismo es el sistema carcelario que castiga la pobreza, es el ServIcio premILitar obligatorio, los estados, las fronteras. Resistimos CreAndo cada día un mundo nuevo.
Fascismo es negar nuestras emociones, ridiculizar lo que sentimos y llamarnos débiles porque necesitamos un apañe, un llanto, un afecto, una intimidad. Resistimos creando y nombrando nuestras acciones llenas de amor y política afectiva.
Fascismo es pretender que produzcamos 24/7 para la gran máquina anulándonos a nosotras mismas para beneficio de otrxs. Resistimos nombrando la precariedad de la vida, invocando a las ancestras, construyendo desde nuestra libertAd haciendo explotar este sistema.
Afirmamos con radicalidad que los trabajos que hacemos para reproducir la vida son trabajo y son los que sostienen al mundo.
Kochapampa, verano con sequía, 2023
