TEJIDO DE ABRAZOS, CIERRE DE GESTIÓN DE LA ESCUELITA DEL VIVIR BIEN Por: Jazmín Quisbert Illanes

Entre los micro espacios que van circulando en las radios de la Red de la diversidad, hay uno de Eduardo Galeano, que para mí, podría resumir este tiempo de aprendizajes y crianzas colectivas al que hemos denominado “Escuelita del Vivir Bien”

“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá ¿Entonces, para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar” 

Este no ha sido el final, es parte del camino y así como ensanchamos los brazos para tejernos, ensanchamos el camino con personas con quienes compartimos las mismas esperanzas de otra forma de crianza de las wawas.

“Ningún individuo vive, somos porque convivimos”

Fueron 9 meses de gestión de “Escuelita del Vivir Bien” de un compartir y convivir entre las wawas, procesos que afianzamos de a poquito, con el barrio de Villa Dolores, con wawas que llegaron desde La Paz y distritos alejados de la Ciudad de El Alto.

Procesos que se condensaron en abrazos el 27 de Noviembre. Tomamos la calle 8, desde los juegos, las risas, las compañías y equipos de trabajo entre familias con el fin de eso, de divertirse porque sí, porque estamos y juntos/as hemos hecho un camino que disfrutamos. ¿Cómo no hacerlo también en el cierre de gestión? Hicimos un recorrido por el “museo del barrio” ese espacio que en 2019 nos abrió camino y luces con las wawas, con una participación plena para la recuperación de la memoria del Barrio, para seguir contando historias de quienes llegan y quienes se fueron. En un circuito plegado de risas, cuentos, y anécdotas de un año de gestión nos acercamos al escenario de la Casa de las Culturas Wayna Tambo, ese espacio que las wawas fueron conquistando, ya no como espacio solamente de juego y encuentro, sino como el espacio de la creación y la crianza de nuevas amistades, de nuevos saberes, de vivencias y convivencias comunes.

Las wawas tomaron el escenario con diversos actos, desde la música, la corporalidad, las historias, los miedos y como lo afrontamos, se dio su presentación y puesta en escena. Se invitó a las familias a la presentación de sus trabajos realizados en toda la gestión, para finalizar, compartimos un apthapi y así, tejiditos de abrazos en  un cierre de ciclo simbólico, porque sabíamos que nos volveríamos a encontrar.