COMUNIDAD ZONGO LIMITADA, SECTOR ZONGO CHORO DEL MUNICIPIO DE LA PAZ Por Mario Rodríguez Ibáñez

 

Cuando hablamos del Municipio de La Paz, el imaginario general de la gente se ubica inmediatamente en la ciudad de La Paz, en el nevado Illimani, su Achachila protector y autoridad territorial. Nuestras sensaciones, generalizadas, de La Paz es que lo rural puede asociarse a la zona de Hampaturi con las represas que almacenan el agua o, en algunos casos, al valle de Zongo de dónde viene la energía eléctrica. Lo que sí parece más complicado imaginarse es que el Municipio de La Paz tenga en su territorio zona tropical.

 

Ya comentamos en otros artículos de esta serie, que sí, que el Municipio de La Paz tiene trópico yungueño con plátanos, paltas, papayas, mandarinas y otros productos característicos de esa región. Se trata del sector Zongo Choro o también conocido como Zongo Trópico, conformado por una decena de comunidades. Si bien la ciudad tiene comunicación vial con la zona del valle de Zongo, pasando por El Alto y la mina Milluni en la cordillera, ese camino no alcanza a llegar a esta región ya tropical de Zongo. Ese camino acortaría distancias y tiempos notables para llegada de una rica y variada producción de frutas, café, arroz y diversas plantas medicinales, pero no hay como. Para llegar a este territorio toca dar una vuelta por Caranavi y acceder por un camino muy precario que se cierra por temporadas.

 

En el sector Zongo Choro, esta vez visitamos la comunidad de Zongo Limitada, una comunidad con 11 familias de las cuáles la mayoría procede de la provincia Loayza, de dónde llegaron la esperanza de mejores días. La gente, orgullosa, valora la fertilidad de la tierra y la variedad de productos que cultivan, “si se trabaja, se puede vivir el año redondo” dicen, pero también demandan mayor atención de las instancias estatales

 

Con éstas familias compartimos conversaciones y visitas a algunas de sus chacras. Nos muestran con orgullo sus cultivos y valoran el sabor de las paltas de la zona. También se intercambió saberes sobre salud y plantas medicinales. Esto como parte de unos primeros pasos dados por Inti Pahjsi, integrante de la Red de la Diversidad y del Tejido de Cultura Viva Comunitaria, para realizar un trabajo sostenido en el sector, al que acompañamos como parte de nuestras redes. Un proceso que va preparando la tierra para siembras, esperemos fructíferas y de largo plazo, como esas paltas, que nos cuentan, tiene ya 40 o más años y siguen aportando sus ricos frutos para el bienestar de las familias y la comunidad.