ÑANDEREKO TERRITORIO CULTURAL EN EL BARRIO 19 DE MARZO DE TARIJA Por: Mario Rodríguez Ibáñez

En la década de 1.980, la ciudad de Tarija vivenció dos procesos complementarios significativos para su reconfiguración: La naciente Federación de Inquilinos implementó una serie de asentamiento en terrenos baldíos para lograr el derecho a vivienda digna de las familias afiliadas y de manera complementaria la ciudad recibiría una gran migración de diferentes regiones del país tanto el boom gasífero como por efecto del proceso de despidos masivos que se experimentó en el país por la aplicación del modelo neoliberal. Eso hizo que en esa década surgieran muchos nuevos barrios. Nacidos en la periferia de la ciudad, con una fuerte presencia intercultural, carentes de servicios, pero muy organizados al mismo tiempo.

Las cercanías de lo que sería el mercado campesino, la salida al “norte” como se dice en Tarija, sería uno de los grandes territorios del surgimiento de esos nuevos barrios. El propio mercado campesino se iría convirtiendo poco a poco en el nuevo referente del comercio en la ciudad y, sin duda, el lugar más pujante de la dinámica económica local. Muchos años después, varios barrios siguieron naciendo con el mercado campesino como epicentro.

El barrio 19 de marzo es pequeñito, pocas manzanas, y por eso mismo se articula con la dinámica de muchos otros barrios colindantes. Se encuentra a unas 8 cuadras del mercado campesino, así que si bien está “más allá de la Avenida Circunvalación”, está en ese espacio de una dinámica fuerte y de influencia sobre el conjunto de la ciudad: Su población es tarijeña, de las provincias cercanas a la capital departamental, pero también de otras regiones como la Chicheña y otras más al norte “kolla” del país. Eso la hace rica en sí misma.

Allí se trasladó Ñandereko Territorio Cultural, espacio conformado por Nereta Movimiento Artístico, Jësaete Teatro y Epopeya Teatro, son parte de la Red de la Diversidad y del tejido de Cultura Viva Comunitaria. Su llegada al barrio es reciente y por las cuarentenas fruto de la emergencia sanitaria, apenas se va instalando desde inicios de este año. Hay una intencionalidad territorial y comunitaria que prontamente prendió en la zona, más debido a que algunos de los integrantes claves del grupo son “vecinos” dl barrio gracias a su familia asentada en el lugar desde hace años.

 

(Nota con Sadid Arancibia de Ñandereko Territorio Cultural. Para conocer un poquito el barrio)

 

Con Nereta se organizó en el barrio la quinta versión del festival del Artista Cospachau, evento del cuál hablamos en otras notas de “Los Muros”, lo que va textuando de murales la zona, se hacen talleres, actividades culturales, relaciones con las familias del lugar y rápidamente se va criando esos lazos fundamentales de confianza, complicidad y cariño que van haciendo posible disoñar otros mundos posibles que vayan consolidando un territorio de experiencias comunitarias.

Ñandereko, además de las organizaciones que le componen, cuenta con la complicidad de la Red de la Diversidad y del tejido de Cultura Viva Comunitaria, lo que ha permitido prontamente dinamizar el trabajo. En abril de este año realizamos una “rutucha” a Ñandereko para apoyarles en la consolidación de su espacio. ¿Qué es eso y cómo se hace? Pues en una próxima nota de Los Muros tendrás su explicación y las imágenes de lo sucedido en esa rutucha.

Mientras, las semillitas puestas este año por Ñandereko en el barrio 19 de marzo y aledaños, van prendiendo y auguran un trabajo de largo plazo que vaya vigorizando la gestión comunitaria del territorio, desde lo cultural, que con expresiones artísticas se hace presente en todas las dimensiones de la vida de la gente de la zona. Sin duda, todo un proceso de culturas vivas comunitarias, que desde la diversidad fortalecen convivencias más equilibradas y autogestionadas.