A lo largo de los años la agricultura intensiva ha realizado diferentes procesos de producción violenta para el ecosistema: desboscando, quemando y empleando el monocultivo; provocando variaciones de los procesos físicos, químicos, biológicos y la degradación del suelo con erosiones que afectan la fertilidad y la producción de los cultivos en diversidad y de baja escala. En un sistema tropical pueden convivir más de 200 especies por hectárea, pero cuando se realiza el monocultivo esta diversidad se simplifica a 1. Es a esto, a lo que se denomina: mutilación de un organismo vivo, que bloquea del flujo de energía, perdiendo suelos por su agotamiento. Para solucionar esta crisis del ecosistema es necesario restaurar los organismos vivos copiando lo que hace la naturaleza: Trabajar con una amplia diversidad de especies.
Bolivia cuenta con 3,5 millones de hectáreas para producir y más de 5 millones de hectáreas no aptas para agricultura. Dejando dos temas a trabajar, la primera es la restauración de los ecosistemas desde los principios diversos que rige la vida en el bosque, la segunda es frenar la ampliación de la frontera agrícola del agro-negocio, que tiene respaldo de diferentes decretos tales como el DS 2374/2019 que autoriza procedimientos abreviados para la evaluación de eventos transgénicos de ‘’Soya evento Hb4 y Soya evento Intacta destinados a la producción de Aditivos de Origen Vegetal – Biodiesel’’, el DS 4232 y 4238 /2020 que autoriza ‘’de manera excepcional al Comité Nacional de Bioseguridad establecer procedimientos abreviados para la evaluación del maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya, genéticamente modificados en sus diferentes eventos, destinados al abastecimiento del consumo interno y comercialización externa.” y el DS 4348/2020 que habilitan y enmarca la producción ilegal de maíz transgénico (“maíz amarillo duro generado por cualquier tecnología”) en territorio boliviano, pretendiendo evitar polinización cruzada, con siembras y distancias diferenciadas.
Dentro de la diversidad de estrategias para la restauración de suelos esta la Agricultura Sintropica, donde los procesos agrícolas se asemejan a los procesos naturales de la tierra, sistemas agroforestales dinámicos que contrarrestan los procesos violentos de la agricultura del agro-negocio que se impone a partir de su mecanización y proceso extractivista.
Para conocer más acerca de la Agricultura Sintropica, compartimos una entrevista con Fortunato Velásquez Marca, técnico de la fundación ECOTOP para mirar la recuperación de suelos a partir de sistemas agroforestales dinámicos implementados en diferentes territorios.
Te dejamos la entrevista completa para que sigas de cerca los aportes de Fortunato Velásquez Marca
